3 junio,2022 10:00 am

Destacan en sentencia perspectiva de género

 

Ciudad de México, 3 de junio de 2022.-

José Alfredo Camacho Colmenero fue sentenciado a una pena conjunta de 106 años de prisión por el feminicidio de Jaqueline Pérez Herrera y por la tentativa de feminicidio en contra de Inés, mamá de la víctima.

Lourdes Castellanos, abogada del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) y quien representó a Inés, explicó que a diferencia de otros asuntos, que han tardado mucho tiempo por las diligencias para localizar al posible responsable y por inconsistencias en investigaciones, éste se resolvió antes que otros.

El agresor fue encontrado en flagrancia y se tomó en cuenta el grado de violencia ejercido contra Jacqueline para sentenciarlo a la pena máxima por feminicidio con 70 años y por tentativa de feminicidio con 36, detalló.

“Consideramos que en este caso fue oportuno por parte del juez de enjuiciamiento aplicar la perspectiva de género para no solamente visibilizar las responsabilidades sino tomar en cuenta la gravedad del asunto, de este tipo de violencias contra las mujeres que siguen”, señaló Castellanos.

Inés había sido testigo de cómo José celaba a Jacqueline, de 25 años, y otros signos de violencia. Estaba preocupada porque no había tenido contacto con su hija por lo que decidió acudir el 19 de julio de 2021 a Barrio San Antonio Tecómitl, en Milpa Alta, donde vivía con su pareja.

Al llegar encontró a Jacqueline sin vida con diversos golpes y lesiones con un objeto punzocortante en distintas partes del cuerpo.

Al verse descubierto, José Alfredo intentó asesinarla también con un cuchillo, pero logró escapar, salir a la calle y llamar a una patrulla para denunciar lo ocurrido; los policías pudieron detenerlo mientras las evidencias permanecían aún en el domicilio.

Eso permitió que el proceso fuera más ágil, por ser descubierto en flagrancia y por las pruebas presentadas por Inés, refirió la litigante.

Aunque Inés está satisfecha porque José Alfredo no saldrá de prisión para hacerle daño a otra mujer, perdió su trabajo para dar seguimiento al proceso judicial y ahora deberá librar otra batalla para acceder a la reparación del daño, a la que difícilmente acceden las víctimas en estos casos, relató la abogada.

Aunado al daño psicológico que sufrió y por el que deberá tomar tratamiento, porque, si bien una sentencia ayuda a aliviar parte del duelo, dado que una autoridad ya avaló lo que ella sabía, nunca va a olvidar lo ocurrido, señaló Castellanos.

La mayor parte del proceso está concluido, pero continúan otras etapas del proceso para que quede una sentencia firme, agregó.

Texto y foto: Agencia Reforma