6 octubre,2017 4:04 pm

Detención de ex gobernador Hernández Flores revela infiltración del narco en el gobierno de Tamaulipas

Acapulco, Guerrero, 6 de octubre del 2017. Eugenio Hernández Flores es uno más de los ex gobernadores priistas que enfrentan procesos con la justicia. Que ahora esté recluido en el penal de Ciudad Victoria, Tamaulipas, acusado por peculado y operaciones con recursos de procedencia ilícita no hace sino confirmar la infiltración casi absoluta de los sistemas públicos de gobierno por el crimen organizado. Cabeza política de Tamaulipas, Hernández Flores fue gobernador entre 2005 y 2010 y fue detenido por la Procuraduría de aquella entidad, después de que una orden de aprehensión fuera librada en su contra el 4 de octubre, para que responda por la apropiación de un inmueble de mil 600 hectáreas con valor de mil 584 millones de pesos. El 28 de septiembre se ejercitó la acción penal.

Una fotografía del ex mandatario cuando llegaba al penal para rendir declaración ante un juez fue difundida en algunos medios. Ahí, relajado y de pausado andar, Hernández atravesaba el estacionamiento rodeado de agentes armados y embozados, que lo circundan protegiéndolo a poca distancia. Él, vestido con una chamarra negra y pantalón oscuro, practicaba apenas una sonrisa que en esa gráfica quedó en rictus

La Procuraduría de Tamaulipas abrió en contra de Hernández la averiguación penal 14/20017, relacionada con la compra ilegal de terrenos en el Puerto de Altamira, dijeron fuentes oficiales

“La investigación penal en contra de Hernández Flores señala que esos terrenos fueron cedidos por gobierno federal a Tamaulipas como parte del proyecto de un Canal Costero, durante el gobierno de Manuel Cavazos Lerma. Posteriormente, el gobierno de Tomás Yarrington formó un fideicomiso para vender esos terrenos, que en esa época tenían un valor de 1,600 millones de pesos. Los terrenos fueron vendidos durante el gobierno de Hernández Flores, en el año 2007, primero al empresario favorito de Yarrington, Fernando Cano, en tan sólo 16 millones de pesos. Finalmente, Cano traspasó los terrenos a Alberto Berlanga Bolado, el empresario constructor que lavaba el dinero al gobernador Eugenio Hernández Flores. Berlanga Bolado también se desempeñó como secretario de Obras Públicas durante la administración de Hernández Flores. En ese periodo “triplicó los contratos que obtiene su empresa constructora GMC por licitaciones federales en esta entidad”, publicó Proceso en febrero del 2007”, cita una nota de Juan Alberto Castillo para la agencia APRO.

De acuerdo con la información disponible en la página electrónica Compranet, entre 2005 y 2006 –años en los que Berlanga fue funcionario estatal– su constructora GMC realizó obras federales en Tamaulipas por más de 227 millones de pesos. Cuatro años antes obtuvo contratos por apenas 81 millones de pesos.

Eugenio Hernández Flores también cuenta con una orden de captura por las autoridades de los Estados Unidos por lavado de dinero en bancos de Texas.

Allá se acusa al empresario Guillermo Flores Cordero de ser prestanombres del ex gobernador, a quien le lavó alrededor de 30 millones de dólares y, según los fiscales, el dinero provino de los sobornos que entregaron los Zetas.

“Eugenio Hernández ha sido identificado por la DEA como quien recibió de sobornos del cártel de drogas Los Zetas, una organización criminal transnacional, a cambio de que éste tuviera la capacidad para operar sin restricciones en Tamaulipas, mientras fue gobernador”, según la acusación de los fiscales de Texas.

Además, el gobierno estadounidense le confiscó una residencia ubicada en el 2001 de la calle Cueva de Oro, del vecindario The Preserve at Lost Cave, en Austin, y una propiedad localizada en el 4416 de la calle H sur, en McAllen. La primera propiedad tiene un valor de 2 millones 700 mil dólares y la segunda de 500 mil dólares.

En México, el ex gobernador de Tamaulipas también lavó y “escondió” la mayor parte de su dinero ilegal a través de su cuñado Óscar Gómez Guerra, quien fue investigado por las autoridades fiscales por “enriquecimiento ilícito”.

Por un breve momento, la Secretaría de Hacienda le congeló sus cuentas, pero un juez le otorgó un amparo para mover su dinero y sacarlo fuera del país. Manejaba cuentas millonarias con montos superiores a los 4 mil millones de pesos en bancos mexicanos, a pesar de que sólo se desempeñó como funcionario de tercer nivel durante las administraciones de Tomás Yarrington y Eugenio Hernández.

La Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción confirmaba por la tarde que agentes ministeriales de Tamaulipas

Nota de Juan Alberto Castillo para APRO/ Redacción El Sur Online/ Foto de redes sociales.