El presidente Nicolás Maduro asegura que la operación fue “dirigida desde Colombia bajo la conducción y financiamiento de Iván Duque”. Advierte que los opositores Fernando Orozco, Leopoldo López y Juan Guaidó buscan seguir con su plan llamado “navidades sangrientas”. El objetivo de este asalto era robar armas del ejército venezolano para ser utilizadas en actos terroristas que sirvieran de excusa “para que EU pudiera intervenir militarmente”, afirma el ministro de Comunicación Jorge Rodríguez.
Caracas, Venezuela, 24 de diciembre de 2019. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, informó este lunes de que once personas fueron detenidas por el asalto en la madrugada del domingo a un puesto militar en el estado sureño de Bolivar, y asegura que los gobiernos de Colombia, Perú y Brasil han servido de apoyo a los grupos que pretenden desestabilizar a este país.
En ese contexto, dijo que algunas de las armas robadas en el asalto al cuartel de infantería de selva fueron llevadas a Brasil, por ello pidió al gobierno de Jair Bolsonaro, “la detención de estos asaltantes y que se devuelva al gobierno de Venezuela el restante de las armas despojadas”.
Maduro también pidió al gobierno peruano de Martín Vizcarra la captura del “terrorista llamado Vilca Fernández, que en las redes sociales asumió la autoría del ataque al cuartel militar venezolano”.
El presidente de Venezuela además señaló que la operación frustrada en la madrugada del domingo 22 de este mes, fue “dirigida desde Colombia bajo la conducción y financiamiento del (presidente) Iván Duque”.
Maduro advirtió ayer sobre la posibilidad de que sectores extremistas de oposición prosigan la planificación de hechos de violencia durante la época navideña.
El gobierno señaló que entre los asaltantes se encuentra Darwin Balaguera, antiguo miembro de la Guardia Nacional y calificado como desertor por las autoridades de Venezuela.
“Ya hemos capturado a 11 asaltantes. Al gobierno de Brasil le digo que las armas venezolanas han sido robadas en un asalto terrorista. Señor Jair Bolsonaro, tenemos información de que estas armas están en territorio brasileño”, ha insistido Maduro durante una rueda de prensa de la que se ha hecho eco la cadena de televisión Telesur.
En ese sentido, denunció a Fernando Orozco Cassiani como uno de los perpetradores de un plan denominado “navidades sangrientas” y solicitó a la población ayudar a los cuerpos de seguridad a su inmediata captura.
El mandatario indicó que Orozco Cassiani “pretende aún hoy, se lo que les digo”, continuar con la agenda de violencia, dijo que se reservaba otros datos para no develar fuentes y elementos de la investigación.
Maduro también acusó al dirigente opositor Leopoldo López, actualmente refugiado en la embajada de España en Caracas, de dirigir el plan “navidades sangrientas”, contando con bases de operaciones en Colombia, Perú y Brasil.
El ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, explicó horas antes de la intervención del presidente Maduro que el objetivo de este asalto era robar armas del Ejército venezolano para ser utilizadas en actos terroristas que sirvieran de excusa “para que Estados Unidos pudiera intervenir militarmente contra Venezuela”.
Rodríguez ha acusado al Gobierno de Colombia de tener conocimiento de estos actos, declaraciones que desde Casa de Nariño han sido calificadas de “infundadas” y “malintencionadas”, al mismo tiempo que han pedido a la “comunidad internacional” que preste atención a las “temerarias acusaciones” del “régimen ilegítimo de Nicolás Maduro”, que “sólo busca distraer la atención frente a los graves problemas domésticos inventándose enemigos externos”.
Rodríguez ha informado de que han desmantelado “el plan Navidad sangrienta del grupo derechista de Juan Guaidó”, el cual, aseguró, “ha encontrado participación” de Perú y de Brasil también.
De acuerdo con el gobierno de Venezuela, durante el ataque a la base militar de Bolivar murió un soldado venezolano y unos 120 fusiles fueron robados por los “asaltantes”, así como nueve lanzacohetes RPG.
Por su parte, habitantes de la comunidad Kumarakapay en Bolívar denunciaron este lunes que los militares venezolanos, en el marco del operativo de defensa de la base militar atacada, detuvieron y registraron las viviendas de varias personas del asentamiento indígena.
La respuesta de Brasil y Perú
Los gobiernos de Brasil y Perú negaron este lunes las acusaciones del régimen de Nicolás Maduro sobre una presunta colaboración en el ataque del domingo a un destacamento militar del sur de Venezuela.
La Cancillería de Brasil emitió un breve comunicado en el que “niega cualquier participación en el episodio”, sin ofrecer más detalles sobre su postura.
Por su parte, el ministro de Exteriores peruano, Gustavo Meza-Cuadra, expresó: “Rechazamos las falsas expresiones de Jorge Arreaza, en las que pretende vincular al Perú y al Grupo de Lima con acciones de violencia ocurridas en Venezuela”.
Texto: DPA / EP / Xinhua / Foto: Twitter
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