4 abril,2019 5:16 am

Detonan un coche bomba en Xaltianguis frente a la comandancia de la UPOEG

La explosión afectó a seis vehículos y derribó la barda de una casa, pero no causó daños al cuartel. Dos grupos se disputan el control del territorio, dice el fiscal del estado Jorge de los Santos. 
Xaltianguis, Guerrero, 4 de abril de 2019. Ayer en la tarde un automóvil explotó afuera de la comandancia de la policía de la UPOEG, ubicada en Xaltianguis, municipio de Acapulco, y como daño colateral dejó seis automóviles dañados, uno de ellos una camioneta urvan y la barda destruida de una casa. El comandante de la organización, Ernesto Gallardo Grande, consideró que se trató de un acto “terrorista”.
Por su parte el fiscal General de estado, Jorge Zuriel de los Santos Barrila, informó que son cuatro los responsables que participaron en la explosión del automóvil. Aseveró que es un hecho “aislado” y que se trata de dos grupos antagónicos que se disputan el territorio.
Sobre qué provocó la explosión dijo que “se trata de un artefacto artesanal, prácticamente casero, de forma cilíndrica, y ya los dictámenes correspondientes en las próximas horas determinaremos los químicos que se usaron”.
El fiscal resaltó que por la explosión no hubo personas lesionadas, que hubo siete automóviles dañados, incluido el que tenía el artefacto.
Informó que ya tiene ubicados a los responsables, que son cuatro personas, aunque no dio más detalles, y que se desplegó una operación de soldados, policías del estado y ministeriales en la zona.
El siniestro fue reportado a las 5 de la tarde, a 10 metros frente a la comandancia de la UPOEG, donde la vialidad es de terracería, y a unos 100 metros de la carretera federal Acapulco-México. La última casa se ubica a unos 40 metros de donde se produjo la explosión.
Tras la explosión, el automóvil blanco de la marca Nissan Sentra quedó totalmente destrozado del motor y severamente dañado de la carrocería.
Como daño colateral una camioneta urvan particular quedó dañada totalmente del frente donde va el motor, y los otros automóviles perjudicados en los cristales, además una barda destruida de una casa, de al menos tres metros de alto por cuatro de ancho.
Las piezas del automóvil que explotó quedaron dispersas en un radio de unos 10 metros.
“Se escuchó muy fuerte la explosión”, “parece un acto terrorista”, “una explosión que pudo ser una desgracia, gracias a Dios no pasó a mayores”, fueron las expresiones de los vecinos.
En declaraciones a reporteros, el comandante de la UPOEG, Gallardo Grande, contó que los tripulantes de un automóvil blanco lo buscaron a él, según los policías de la UPOEG, pero no estuvo en ese momento.
Entonces, añadió, el conductor pidió estacionar el automóvil cerca de la comandancia, pero los policías le recomendaron dejarlo unos 10 metros adelante.
Contó que los tripulantes estacionaron el automóvil y dijeron que regresarían para buscarlo, porque los hombres dijeron que tenían reunión con él, siendo falso.
Indicó que media hora después el automóvil explotó y dañó una camioneta urvan estacionada y otros automóviles estacionados con daños menores, además de la barda de la casa.
Indicó que ya se investiga a las personas que dejaron el automóvil que abandonaron e hicieron explotar. Dijo que por el hecho violento no hubo víctimas, sólo daños materiales.
Manifestó que fue un ataque contra la población de Xaltianguis, “qué tal si pasan personas en el momento de la explosión, nos las matan”.
Más temprano, la Fiscalía General del Estado había informado en un boletín de prensa que se trató de una detonación de un artefacto dentro de un vehículo.
En el documento la FGE explicaba que de acuerdo con el dictamen de peritos de la Fiscalía en la zona antes mencionada –misma que fue acordonada–, la situación derivó de la explosión de un tanque de gas, el cual habría sido manipulado previamente para provocar el incidente.
En el citado poblado ubicado en la zona rural del municipio de Acapulco se desplegaron efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Policía Federal, Policía Estatal y agentes ministeriales, con el propósito de iniciar la búsqueda de los responsables del hecho.
También acudieron trabajadores de la Secretaría de Protección Civil para llevar a cabo los protocolos necesarios en resguardo de los vecinos y coadyuvar en los dictámenes finales de la investigación.
El pasado 5 de marzo, marinos y policías federales, estatales y ministeriales desarmaron a policías de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) en Xaltianguis, pero tuvieron que devolver las armas debido a que más de 100 vecinos bloquearon la carretera y les impidieron salir de la comandancia y del pueblo.
Este fuerte despliegue de policías ocurrió luego de los hechos violentos ocurridos el 2 y 3 de ese mes en el poblado de Xaltianguis, cuando fue atacada a balazos la casa de un familiar de un comandante de la UPOEG y luego un enfrentamiento de éstos con Los Dumbo.
Texto: Argenis Salmerón / Foto: Carlos Carbajal