24 enero,2022 5:08 am

Dibujos de Eisenstein

La República de las Letras

Humberto Musacchio

 

Dibujos de Eisenstein

Ayer se presentó en la galería Kurimanzutto el libro Serguéi Eisenstein. Dibujos eróticos, editado por Damián Ortega, fundador del sello Alias. Los presentadores fueron Daniela Gil, Sergio Raúl Arroyo, Nicolás Echevarría y el propio Ortega. El célebre realizador de El acorazado Potemkin y otras cintas, consideradas entre lo mejor de la cinematografía mundial, estuvo en México en los años veinte y aquí ejecutó algunas decenas de dibujos eróticos que en 1978 publicó, en edición cuatrilingüe (español, ruso, inglés y francés) la Cineteca Nacional bajo el título de Dibujos mexicanos inéditos, con prólogo de Salvador Elizondo, un retrato de Eisenstein ejecutado por Isabel Villaseñor, un interesante apéndice fotográfico y una cronología biográfica del realizador ruso. El volumen, empastado y encamisado, tiene en la portada el retrato que le pintó Roberto Montenegro en el ex templo de San Pedro y San Pablo. Eisenstein vino con la intención de filmar la frustrada película ¡Que viva México! Durante su estancia participó activamente de la vida intelectual, fue amigo de Diego y Frida y formó parte de la tertulia del Café de Nadie. Varios de sus dibujos, no todos eróticos, los hizo sobre papel membretado del todavía existente Hotel Imperial. Una historia interesante.
Lambisconería sin bases

En el homenaje que se rindió al poeta tabasqueño, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, dijo que Carlos Pellicer estaría muy feliz de ver como su presunto discípulo (de Pellicer, no de Frausto), Andrés Manuel López Obrador, cada mañana imparte clases de historia (¡órale!) y que “saca de la miseria y del olvido a millones de mexicanos que se quedaron atrás”. Lamentablemente, como no sean algunos de los embajadores recién nombrados, la señora Frausto no dijo dónde están esos mexicanos que han salido de la miseria gracias al huésped del Palacio Nacional, pues lo cierto es que tenemos una economía menor a la que había en 2018, el ingreso real de las familias se ha reducido, en 2021 la inflación fue la más alta de los últimos 20 años, los precios al consumidor se dispararon y el desempleo masivo ni de lejos alcanza a ser compensado por los programas sociales. Mejor entérese, señora.

Sobre la venta de Banamex

Entre los grandes atracos del neoliberalismo a la nación está la venta de Banamex al Citibank, negocio disfrazado de operación bursátil para eludir el pago de impuestos. Por fortuna, ahora el presidente López Obrador ya anunció que no se repetirá el timo fiscal, lo cual es importante, y exhortó a mexicanizar el capital de la citada institución financiera, poseedora de una formidable colección que comprende, entre otras cosas, un formidable acervo artístico, arquitectónico y documental que está en riesgo de disgregarse y, peor todavía, de perderse para México, parcialmente al menos. Marcelo Ebrard ya alertó sobre el asunto, pero hace falta un decreto que impida la disgregación o exportación de esos bienes de incuantificable valor cultural. ¿Está el gobierno dispuesto a preservarlos?

Orquesta de Cámara UdeG

El señor Sergio Ramírez Cárdenas, coordinador general de Extensión y Difusión Cultural de la Universidad de Guadalajara, anunció que la Orquesta de Cámara de ese centro de estudios ya no tendrá músicos que pasen de los 36 años de edad, dizque porque ese conjunto será sometido a un proceso de “consolidación a nivel nacional” (???), porque se realizó un diagnóstico que detectó –cita la nota de Excélsior– “diversas áreas de oportunidad que se deben subsanar para concretar su fortalecimiento” y para “evitar el uso discrecional del sistema de becas que sustenta la actividad de la orquesta y transparentar los procedimientos de ingreso y permanencia”. Si entendimos la tecnoparla de don Sergio, los atrilistas no tenían sueldo, sino becas, lo que es contra la ley, y a menos que los actuales músicos sean muy malos –lo que tendría que demostrarse– no es recomendabe sustituirlos por jóvenes que están en proceso de crecer artísticamente.

Susana Cato, la escritora

El buen periodismo considera que la vida íntima es territorio sagrado ante el cual se debe detener el afán informativo. Lamentablemente no ha sucedido así con Susana Cato, quien cuenta con una trayectoria intelectual reconocida y respetable, pues colaboró en la revista Proceso, es guionista de cine y autora de un par de libros escritos con agudeza literaria y buena pluma. Uno es Ella. Las mujeres del 68, conjunto de testimonios –algunos de ellos estrujantes– de féminas que participaron en el movimiento de aquel año, lo que incluye a quienes sufrieron una injusta reclusión; y el otro es la novela Isjir, intensa historia familiar que narra el viaje de su abuelo de Irak, de donde era originario, hasta México. Es también autora de la obra teatral El manicomio desde afuera y ha incursionado en radio y televisión, fue directora de Cultura de la delegación Coyoacán y creó el Teatro Blanquito, con el cual ha llevado las artes escénicas a miles de personas de la ciudad de México. En fin, una mujer que vale, y mucho, por ella misma, por su obra y su amplio recorrido en el ámbito cultural.