11 octubre,2024 2:38 pm

Dirigirá un robot a la Sinfónica de Dresde

 

Ciudad de México, 11 de octubre de 2024. Hace más de 20 años, la Orquesta Sinfónica de Dresde, por iniciativa de su director Markus Rindt, se propuso tocar el Canon X, un estudio para piano mecánico de Conlon Nancarrow (1912-1997), en arreglo para orquesta.

Una pieza imposible para cualquier pianista porque una voz comienza extremadamente rápido y la otra, excesivamente lento; mientras la primera se ralentiza, la segunda acelera hasta coincidir en el punto X.

De modo que el director Michael Helmarth tenía que decidir qué sección dirigir.

“Michael, tú diriges el clarinete, pero yo tengo un ritmo completamente diferente en esta parte. ¿Hacia dónde debo mirar? ¿Quién me dirige?”, protestó un fagotista. A lo que el director de orquesta replicó: “¿Lo ves? No soy un robot, soy un hombre”.

A Rindt, que estaba en la sala, le surgió una idea en la cabeza: “Este sería un caso para un robot”.

Si tan solo pudiera tener un robot con dos brazos independientes para poder dirigir una obra como la de Nancarrow, algo absolutamente imposible para un ser humano. Pretendió hacerlo en 2004, pero era demasiado pronto para la tecnología de entonces.

En estos 20 años hemos visto a ASIMO de Honda, un robot con aspecto humanoide, dirigir El sueño imposible con la Sinfónica de Detroit y a QRIO de Sony guiando a la Filarmónica de Tokio con la Sinfonía núm. 5 de Beethoven.

Pero Rindt tenía algo diferente en mente para celebrar los 25 años de la Sinfónica de Dresde: un robot en el podio para dirigir obras imposibles para un ser humano.

En el programa Sinfonía Robot, su viejo amigo Helmarth dirigirá la primera parte del concierto y después del intermedio cederá el podio a MAiRA Pro S, su colega robótica de tres brazos.

Ella dirigirá el estreno mundial de #kreuzknoten de Wieland Reissmann, con dos de sus tres brazos guiará a la orquesta a través de los tempi que se entrecruzan. La mitad de los músicos comienza lentamente y acelera, mientras que la otra mitad ralentiza.

Por su exigencia rítmica, #kreuzknoten no podría ser dirigida por un ser humano.

Hasta donde Rindt sabe, por primera vez un robot dirigirá música escrita para un robot en el podio.

“Si los robots utilizados por Honda y Sony dirigen como un ser humano, me parece que no tiene sentido, si un director de verdad puede hacerlo ¿para qué reemplazarlo?”, opina en entrevista el director artístico.

“Nosotros vamos mucho más lejos porque aprovechamos los tres brazos (de MaiRA), parece (algo) del futuro”.

Rindt colabora desde hace casi 18 meses con el CeTI (Centre for Tactile Internet with Human-in-the-Loop) de la Universidad Técnica de Dresde para enseñar al robot los compases y dinámicas con ejercicios técnicos musicales.

En un principio, el director utilizó un guante de datos que le permitía flexionar los dedos y el robot copiaba los movimientos, pero al final optó por guiar él mismo el brazo robótico.

“Ni siquiera es inteligencia artificial, no es nada de eso, es copiar los movimientos y programar. Los movimientos se ven muy bien porque estuvieron dirigidos por un ser humano”, explica.

Será todo un desafío para los músicos porque deben seguir a MAiRA con absoluta exactitud, dado que el robot no reaccionará si tocan rápido o lento.

“El robot seguirá estúpidamente con el mismo tempo, a diferencia de un director que sí reaccionaría para volver a tener a la orquesta junta”.

Los compositores aprovechan los tres brazos del robot para escribir piezas complejas con tempos totalmente diferentes a la vez como hizo el pianista de jazz Andreas Gundlach con Semiconductor’s Masterpiece.

Una obra que Rindt considera un reto para la orquesta, pero divertida y agradable para el público al que invita a plantearse preguntas, por ejemplo, ¿cómo suena cuando tres secciones orquestales tocan juntas en diferentes metros y velocidades, alejándose rítmicamente la una de la otra para reunirse finalmente al unísono?

Rindt no le teme a la Inteligencia Artificial, cómo podría temerle si recuerda que en 1974, discutió en clase con sus compañeros cómo sería el futuro dentro de 50 años, imaginaron autos voladores, vacaciones en algún otro planeta, la Inteligencia Artificial y que sería normal tener un robot en casa.

“No tenemos un robot en casa, pero sí en la orquesta”, ríe.

El programa de aniversario Sinfonía Robot será interpretado este 12 y 13 de octubre, anticipa que podrá verse en streaming alrededor del mundo desde la página de la Sinfónica de Dresde, el domingo 13 a las 7:00 horas de México, y a través del canal de Youtube de DW Español.

Orquesta visionaria

La Orquesta Sinfónica de Dresde se ha ganado una reputación como un ensamble visionario y por abordar temas relevantes para la sociedad a lo largo de sus 25 años.

– En 2008 logra la primera experiencia de dirigir a distancia con proyección vía satélite desde Londres, junto al río Támesis, permite a Michael Helmarth guiar a la orquesta en Dresde.

– En 2013 viaja a Jerusalén Este y Cisjordania con la Sinfonía para Palestina dedicada a los palestinos Juliano Mer-Khamis, director de teatro asesinado en Yenín, y al niño de 11 años Ahmed Khatib, al que un soldado israelí disparó en 2005 porque pensó que la pistola de agua era un arma de verdad.

– En 2015 conforma un ensamble de músicos alemanes, turcos y armenios para recordar en Berlín los 100 años del genocidio armenio, en señal de reconciliación.

– En 2017 organiza un festival contra la intolerancia cerca del muro fronterizo entre Estados Unidos y México, cerca de Tijuana, la orquesta tocó junto a músicos mexicanos y estadounidenses.

– En 2025 presentará la Sinfonía Bosque en la ciudad eslovena de Nova Gorica, Capital Europea de la Cultura, con músicos de 12 orquestas europeas. Cada sección instrumental se esconde en un árbol de un parque, marcado con una placa y un código para escanear. Paso a paso hay que encontrar violines, flautas, etcétera hasta completar la orquesta y escuchar la obra comisionada a un compositor esloveno.

– Con la Sinfonía Europa planea hacer música por internet con músicos de 12 orquestas europeas para mostrar la unidad y la diversidad cultural del continente. Cada orquesta aporta una sección instrumental, por ejemplo, las percusiones de Bruselas y los clarinetes de Madrid. Será un reto considerar la latencia de la red, es decir, el retraso en la comunicación para hacer sonar a la orquesta.

Un proyecto educativo

La Sinfonía Robot involucra a estudiantes de secundaria que desarrollarán una coreografía con Norbert Kegel para interactuar con el perro robot Spot de Boston Dynamics. La coreografía es la pieza central de un cortometraje que se presentará en el concierto y depara una sorpresa para el público cuando MaiRA y Spot se encuentren.

Al participar en este proceso creativo, los chicos se sumergen en el mundo de la robótica al tiempo que se cuestionan sobre el uso actual y futuro de las nuevas tecnologías.

 

Texto y foto: Agencia Reforma