En un conversatorio y debate participan tres reconocidos cronistas de Chilapa: el académico Luis Aguilar Nava, el doctor Abraham García Carbajal y el ex funcionario de Cultura, Lidio Sánchez Andraca, moderados por el periodista Arturo de Dios Palma.
Chilapa, Guerrero, 15 de agosto de 2019. Los gobiernos municipales en Chilapa han distorsionado la tradición de vestirse de tigres y danzar y es necesario rescatarla y preservarla, coincidieron tres cronistas de la ciudad en el conversatorio sobre el origen y el significado de la celebración la noche del martes.
La celebración, conocida como La tigrada, consiste en danzas y desfiles por las calles de la ciudad, con los participantes vestidos de jaguares –también conocidos en Guerrero como tigres, aunque se trata de felinos diferentes– y que en sus orígenes eran parte de los rituales prehispánicos de petición de lluvias, y se hacen en agosto en las regiones Centro y la Montaña, cuando ya comenzó el ciclo agrícola.
También fijaron que esa tradición popular pudo haberse establecido en la década de los 60 y que tiene sus orígenes en el culto histórico a la figura del jaguar en la región pero ya sin relación con los rituales agrícolas o de petición de lluvias.
La tarde noche de este martes, en el espacio cultural La Cofradía se llevó a cabo un conversatorio y debate entre tres reconocidos cronistas de la ciudad: el académico Luis Aguilar Nava, el doctor Abraham García Carbajal y el ex funcionario de Cultura, Lidio Sánchez Andraca. Moderó el periodista Arturo de Dios Palma.
Al acto asistieron unas 150 personas, entre profesionistas, estudiantes, niños, comerciantes, así como visitantes de otras ciudades y del extranjero. Al final amenizó el grupo Carrizo Verde y se degutaron chalupas chilapeñas, mezcal y aguas frescas.
Aguilar Nava abrió el debate afirmando que los tigres son la tradición de Chilapa y que La tigrada (como el gobierno local ha llamado a un recorrido de tigres y danzas el 15 de agosto) es la negación de la tradición.
“Podemos coincidir que tiene elementos prehispánicos, una reminiscencia de la cultura olmeca”.
Dijo que en sus investigaciones pudo rastrear la tradición de los tigres de Chilapa hasta 1968 con las fotografías del arqueólogo estadunidense David Grove donde aparecen dos hombres disfrazados de tigre arrastrando una cadena junto a ocho personas vestidas con máscaras de perros y con palos en la mano.
Dijo que la máscara del tigre, cuya elaboración artesanal es de la comunidad de Ayahualulco, es el único elemento ritual aunque no ahondó en el tema.
El doctor Abraham, hizo una analogía de la emulación del jaguar en distintos tiempos históricos de la región y de las culturas dominantes. “Así se vestían los guerrero y no para pedir lluvias”, dijo.
“Sí tenemos en las fiestas antecedentes, pero copiadas, no somos nosotros el centro. Chilpancingo tiene su forma del jaguar y con otra actividad, Los perros pueden representar a los campesinos, los perros espantaban a los tlacuaches y la plaga de la cosecha”, dijo el también músico y poeta García Carbajal.
Lidio Sánchez, uno de los precursores de la llamada Tigrada, dijo que aunque se ha perdido el significado, el jaguar es omnipresente en los ritos sagrados de las comunidades originarias pero no en las mestizas.
La imagen del jaguar tiene connotación de deidad o para la agricultura. Pretender que La Tigrada tenga connotaciones rituales no es correcto, dijo.
Recordó que a mediados del siglo pasado, Chilapa era un pueblo clasista y racista.
“A los indígenas y campesinos los relegaban, la gente de razón los veía de forma marginal, vestirse de tigres era cosa de indios, en ese tiempo los tigres andaban divirtiéndose, recorriendo las calles de Chilapa”, sostuvo Lidio Sánchez.
Luis Aguilar dijo que en la actualidad la tradición de los tigres era una mezcolanza amorfa, que si daba identidad a los chilapenses él no la aceptaba.
Abraham García comentó que antes vestirse de felino era una cuestión espiritual y que ahora es la satisfacción de la carne.
“Hoy hay que gozar de las fiestas, al tigre no le interesa estar pidiendo lluvias”, comentó.
Nos gusta el carnaval y sirve para que se luzca el político, se ha deformado. Son válidos los cambios, pero no de asuntos políticos, machacó.
Lidio Sánchez, dijo que si como funcionario de cultura difundió que Chilapa era el centro del reino del Coixcapan fue para promover a La Tigrada y provocar que la gente se vistiera.
Aceptó que en un recorrido, un ex alcalde municipal invitó a otros amigos políticos a vestirse de tigres y encabezar La Tigrada y que de ahí se magnificó en otro sentido.
Expresó que más allá de la participación de los políticos, la tradición de vestirse de tigres da para más y es para que todos la disfruten. “La vamos a cuidar”.
Entre el público que interactuó al final se mencionó que aunque no hay un origen puntual es una tradición popular arraigada y que la cultura se va transformando.
Texto y foto: Luis Daniel Nava
