12 octubre,2018 8:58 am

Dramatiza la arcelense Abril Mondragón la violencia y el abuso a la mujer en Guerrero

La actriz formada en el centro cultural El Tecolote estrena mañana en el teatro Sergio Magaña de la Ciudad de México la obra Siuatl, de huidas, guerrillas y fandangos
Ciudad de México, 12 de octubre de 2018. Catalina tenía 15 años cuando murió en 1980 por un error del Ejército durante un funeral en Arcelia, en el sur de México. Su historia es el punto de partida de un montaje que narra la violencia contra las mujeres en una de las regiones más conflictivas del país.
Siuatl, de huidas, guerrillas y fandangos es el nombre del monólogo creado y protagonizado por la sobrina nieta de Catalina, Abril Mondragón, que se presentará desde el 13 de octubre hasta noviembre en Ciudad de México.
Mondragón, de 28 años, sabe lo que es crecer en Arcelia, un pueblito de Guerrero, el estado más peligroso de México, donde los asesinatos y el narcotráfico son el pan de cada día.
Siuatl significa mujer en náhuatl, la lengua azteca que aún se habla en esta y otras partes de México. Ser mujer en esta región es un doble riesgo por la situación general de violencia sumada a su propia vulnerabilidad.
La obra, dirigida por Braulio Amadís, producida por Dalí Estrada y con texto de Anna Rossell, “habla de cómo la mujer vive en un estado de eterna violencia en Guerrero”, dijo la actriz en entrevista con la agencia DPA.
“No solo ahora, desde siempre. Narra cómo mi abuela tiene que huir de la sierra por las guerrillas rurales (en los años 60 y 70), como yo misma dejé el pueblo hace cinco años porque fue sitiado por los narcos”, afirmó.
En marzo la obra se presentó como parte de una gira europea de estreno en el Festival Mutis de Barcelona, en la Casa de México en París y en el Teatro Arlequín de Madrid. En julio recorrió algunos estados mexicanos y ahora se presentará en el Centro Nacional de las Artes y el Teatro Sergio Magaña de la capital.
En Arcelia hay dos caminos: unirse al narcotráfico o escapar de él. Este lugar con temperaturas que alcanzan los 47 grados es el punto de paso de la droga entre Michoacán y el Estado de México. Por eso con frecuencia hay enfrentamientos por su control.
Hay periodos donde al caer la noche la gente evita salir. El pueblo está enclavado en Tierra Caliente, una zona llena de gran riqueza cultural, con sones, fandangos, baile en tabla, cantos, zapateados y tradición oral.
Mondragón optó por las artes. A los 14 años se unió a la compañía de teatro del Centro Cultural El Tecolote, un refugio que intenta alejar a los jóvenes de Arcelia y sus cercanías del narcotráfico. Luego emigró a la capital mexicana para graduarse en actuación.
En 2017 pudo crear Siuatl, de huidas, guerrillas y fandangos tras recibir la beca José Luna González de la Fundación Arte contra Violencia, que se otorga a estudiantes de artes de El Tecolote para perfeccionar su formación artística en Barcelona.
Lo hizo entre México y la “ciudad condal” para contar el destino de otras mujeres a través de su estirpe: por medio de su abuela Catalina, la hermana menor de su madre, que murió cuando los soldados abrieron fuego al confundir con balas los juegos pirotécnicos con que la población despide a sus difuntos.
Mondragón contó que la “guerra” contra el narcotráfico que ordenó el presidente Felipe Calderón (2006-2012) hizo aumentar la violencia contra las mujeres en la localidad. “Yo lo he vivido en Arcelia: los propios hombres se consideran superiores, aunque a veces lo hacen de manera inconsciente”.
En el último siglo, Guerrero, que tiene bellas playas en la costa del Pacífico, ha sido desgarrado por guerrillas, luchas entre caciques, masacres, el narcotráfico y otros grupos criminales.
Es el estado donde en 2014 desaparecieron 43 estudiantes de la escuela de formación docente de Ayotzinapa, después de ser entregados por policías municipales a un grupo criminal, y un lugar donde en los últimos años se han descubierto decenas de fosas clandestinas.
Con este telón de fondo surgió la obra, que paradójicamente muestra también la alegría, la unión familiar, la música, los cantos de cuna, el amor y la mezcla de tradiciones prehispánicas, vernáculas y europeas de esta tierra.
El espectáculo de 75 minutos “plantea por un lado qué sucede con las mujeres en una zona sin ley, donde no llega la protección del gobierno”, dijo a DPA Enid Negrete, coordinadora general de producción del montaje y doctora en Artes Escénicas, vía telefónica desde Barcelona.
“Por otro lado”, agregó, “muestra cómo ellas son la fuerza o el refugio. Cómo las tradiciones ayudan a seguir adelante, a enfrentar la pérdida, el dolor”.
Texto: DPA / Foto: Facebook