26 octubre,2018 7:39 am

El 72% de los guerrerenses necesita una vivienda o mejoras sustanciales, según estudio del Coneval

La cifra sube a 92 por ciento en el caso de los hogares con al menos un habitante que hable alguna lengua indígena. Los salarios bajos y la informalidad provocan que sólo el 0.74 por ciento de los subsidios a la vivienda lleguen a Guerrero.
Acapulco, Guerrero, 26 de octubre de 2018. Debido a hacinamiento o déficit en los materiales y espacios de sus viviendas, el 72 por ciento de la sociedad guerrerense necesita una vivienda nueva o mejoras sustanciales a las que habita, según el Diagnóstico del derecho a la vivienda digna y decorosa 2018 del Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval).
La cifra sube a 92 por ciento en el caso de los hogares con al menos un habitante que hable alguna lengua indígena.
Los salarios bajos y la informalidad provocan que sólo el 0.74 por ciento de los subsidios a la vivienda y el 1.01 por ciento de los créditos del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) lleguen a Guerrero. Debido a este bajo financiamiento, el 80 por ciento de la población se hizo de una vivienda con recursos propios.
Sólo el 17.8 por ciento de los ciudadanos del estado están satisfechos con su vivienda, la segunda cifra más baja del país.
Es un estado “polarizado” por la desigualdad imperante en la sociedad, agrega.
El Coneval presentó este estudio el 18 de octubre en su página web.
El derecho a una vivienda digna y decorosa implica que ésta deba tener las siguientes condiciones y características: accesibilidad económica “que no ponga en riesgo la satisfacción de otras necesidades básicas, con seguridad en su tenencia, con materiales y diseño de calidad, bien ubicada y con acceso a servicios básicos y complementarios funcionales y suficientes, ubicada en un barrio seguro, con espacios comunes, áreas verdes y calidad comunitaria, con un diseño que atienda a estándares técnicos de calidad y sea aceptable para sus habitantes, y en un hábitat digno, integrado al entorno natural de manera responsable e incorporando tecnologías”.
Según el estudio, 14 millones de hogares tienen rezago de vivienda, es decir, el  45 por ciento de los hogares necesita “una vivienda nueva debido a la presencia de hacinamiento, o bien, como necesidad de ampliaciones y mejoras a causa de un déficit en los materiales y en los espacios”. Ese porcentaje sube a 72 en el caso de Guerrero, la tercera cifra más alta del país.
La situación es más dramática para las viviendas en las que por lo menos una persona habla alguna lengua indígena, de las cuales el 92 por ciento vive en rezago de vivienda.
Hacinamiento y pisos de tierra
Las cifras de Guerrero se basan en que el estado muestra el nivel más alto de hacinamiento en las viviendas particulares al alcanzar el 23.1 por ciento en esa condición, “que se presenta cuando hay 2.5 habitantes por dormitorio”. El promedio nacional es de 8.4 por ciento.
Además el 13.7 por ciento de las viviendas en el estado tienen piso de tierra, la cifra más alta y alejada del 3.3 por ciento del promedio nacional. 4.5 por ciento de los hogares en Guerrero tienen sus techos construidos con “materiales endebles” y 3.4 sus paredes, mientras que los promedios nacionales son 1.3 y 1.6 por ciento.
El 84.2 por ciento de las viviendas en Guerrero tienen agua potable, la cifra más baja, alejada del 94.4 del promedio nacional y lejos del 99.1 por ciento que tiene Aguascalientes como primer lugar. El porcentaje de Guerrero se reduce al 20 en viviendas indígenas, la cifra más baja entre las entidades con este grupo poblacional.
De las viviendas con cobertura de agua potable sólo el 30.1 por ciento la recibe diariamente en Guerrero, mientras que el promedio nacional es de 73 por ciento y la cifra más alta es el 99.4 que tiene Nuevo León.
En tanto que el 51.8 por ciento de los hogares en Guerrero tiene agua dos veces o menos por semana, realidad que sólo Puebla se acerca con 50.2 por ciento y muy alejada del 13.1 por ciento nacional.
El 77.1 por ciento de las viviendas guerrerenses cuentan con drenaje, la segunda cifra más baja y muy por debajo del 91.4 nacional. La cifra del estado se reduce a 44 para los hogares indígenas.
El 15 por ciento del total de México usan leña o carbón para cocinar mientras que en el caso de Guerrero es el 32.8, y en los hogares indígenas es de 67.4. Del total del país con esta característica sólo el 21.6 por ciento cuenta con una estufa o fogón que tiene chimenea.
De la accesibilidad económica el análisis asocia que los casos de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, “cuentan con la mayor parte de su población por debajo de la línea de pobreza por ingresos, y también con mayor porcentaje de rezago de vivienda”.
La compra de vivienda nueva “sólo es accesible  para quienes perciben más de cinco salarios mínimos, ya que a partir de ese nivel de ingreso se puede acceder a créditos hipotecarios públicos y privados”. Es por eso que sólo el 1.01 por ciento de los créditos por Infonavit en 2015 fueron otorgados en Guerrero.
La alternativa es el subsidio gubernamental destinado a la población que se ubica en los primeros cuatro deciles económicos por ingreso. Sin embargo, los datos muestran que los 201 mil 223 subsidios otorgados en 2015 por la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste) y el Infonavit, se distribuyeron en estados que no concentran la mayor población vulnerable. Nuevo León recibió el 11.1 por ciento mientras que Guerrero sólo el 0.74, ejemplifica.
El trabajo informal, en lo que Guerrero también destaca, es otra razón que agrava el derecho a la vivienda digna por la falta de oferta pública de créditos hipotecarios para este tipo de trabajadores que tampoco “cumplen los requisitos para adherirse a estos nuevos regímenes fiscales y de seguridad social afiliados a las mencionadas instituciones”.
La falta de acceso a estos recursos se refleja en que el 80 por ciento de la población guerrerense se hizo de una vivienda a través de sus propios recursos.
En cuanto a otros factores que vulneran el derecho a la vivienda se señala que sólo el 30.1 por ciento de las vialidades de la manzana donde se ubican las viviendas en Guerrero tienen alumbrado público, y sólo el 28 por ciento están pavimentadas.
Respecto a la tenencia, fundamental “contra el desalojo forzoso, el hostigamiento y otras posibles amenazas en la vivienda relacionadas con su posesión”, el 39.1 por ciento de las viviendas en Guerrero, una de las cifras estatales más altas, no cuentan con escrituras, mientras que el promedio nacional es de 27.4 por ciento.
La vulnerabilidad frente a riesgos sísmicos es importante siendo la costa de Guerrero, “la zona con mayor potencial sísmico en el país”.
Como ejemplo se mencionan las 2 mil 976 viviendas con daños y las mil 451 con daño total en el estado por los sismos de septiembre de 2017.
Por todo esto, sólo el 17.8 por ciento de la sociedad del estado está satisfecha con su vivienda, la segunda cifra más baja, y 30.1 por ciento se siente moderadamente satisfecha con su vecindario.
El análisis señala que las cifras de los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, “son debidas al alto rezago social y la pobreza histórica que presenta su población, que es en gran parte población indígena, así como debido al alto grado de dispersión y aislamiento de sus localidades rurales”, es decir,  localidades ubicadas a más de 5 kilómetros de una ciudad, a más de 2.5 de una localidad mixta y a más de 3 de una carretera, que en el caso de Guerrero el porcentaje alcanza el 37.5.
Se informa que “sólo Guerrero se considera un estado polarizado, lo que significa que una tercera parte de su población de encuentra en condiciones favorables y otra tercera parte en condiciones precarias, en cuanto a vivienda, ingresos y nivel educativo, es decir, una marcada desigualdad entre su población”.
El estudio utiliza principalmente encuestas y censos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y datos del Consejo Nacional de Población (Conapo) como fuentes para las variables que analiza.
Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: El Sur
https://suracapulco.mx/2018/10/19/se-va-en-renta-61-del-gasto/