5 octubre,2024 11:52 am

El agua de manantiales y pozos, la única a la que tienen acceso vecinos de Puerto Marqués

 

Acapulco, Guerrero, 5 de octubre de 2024. Vecinos de Puerto Marqués se las ingenian para lavar su casa y ropa. Los graves daños que dejó el huracán John en la zona los obligan a tomar medidas extraordinarias para limpiar sus casas, lavar la ropa y los enseres domésticos.

Las intensas lluvias ocurridas la semana pasada dejó activos, caudalosos y cristalinos manantiales, cascadas, ojos de agua, ríos, arroyos y otros escurrimientos que se convierten en el único acceso al líquido para lavar y hasta para bañarse, como lo hace la familia Pineda Olea del poblado de Puerto Marqués.

Los vecinos, principalmente las mujeres, se agrupan para irse a lavar donde encuentran corrientes de agua.

Otras captan con mangueras y tambos el agua, e improvisan espacios en la calle, en las banquetas, en las piedras, en los escombros y otras superficies para lavar la ropa, tal como lo hace la señora Patricia Hernández Avilés.

“De arriba de los manantiales con manguera para llenar los tambos”, es como ella toma el agua y con jabón en polvo comienza a tallar las prendas de vestir en la esquina de una mesa de plástico con forma cuadrada.

Contó que ella vive cerca de la playa de Puerto Marqués, pero que allá los escurrimientos no son tan limpios y para evitar estar acarreando en cubetas, se va donde su amiga que le deja aprovechar el agua.

En la zona, quienes tienen pozos artesianos bombean agua a sus hogares y la comparten con sus vecinos y otros acarrean o conectan mangueras a manantiales que con las lluvias del huracán John se reactivaron y tienen mucha agua.

Arcelia Mendoza Carachure vive cerca de la Laguna Negra de Puerto Marqués, a ella la inundación le provocó que el lodo subiera poco más de un metro, por lo que dejó el primer piso, donde paredes y muebles de su casa estén llenos de lodo, y al no haber agua potable en sus llaves, su familia ha recurrido a colocar mangueras de hasta 50 metros que recorren desde el cerro que escurre el agua de los manantiales que se formaron en la parte alta del cerro de El Veladero, y atraviesan la avenida Escénica.

La compra de agua en pipas, un gasto más de las familias afectadas por John

Comprar agua en pipas representa un costo extra que no estaba en el presupuesto de las familias, quienes además deben enfrentar las pérdidas materiales que les provocaron las inundaciones por el huracán John en la zona Diamante.

Las pipas con agua cobran de mil a mil 200 el reparto en la Unidad habitacional Luis Donaldo Colosio, Ampliación Colosio y el fraccionamiento Rinconada del Mar.

El precio varía en la entrega; es decir, si descargan todo el líquido en una sola vivienda, el precio puede ser de mil pesos, pero si la unidad descarga en dos o tres casas, aumenta, explicaron las vecinas.

El agua en tinaco con mil 100 litros, antes de John, costaba entre 300 y 350 pesos. Ahora la ofrecen en 500, por lo que los vecinos aseguraron que quienes comercializan el líquido están abusando.

En la colonia Ampliación Colosio y el fraccionamiento Rinconada del Mar, en la mayoría de los hogares tienen pozos artesanales, de los cuales extraen el líquido con bombas de electricidad o de combustible.

A sus vecinos les comparten el agua, que en estos días ha sido abundante, y así les ayudan a no gastar en comprarla, debido a que el la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA), no está suministrando el líquido.

Y es así como los habitantes de estos puntos de zona Diamante tiene agua para lavar sus casas que se inundaron por más de cuatro días y a partir del fin de semana pasado, cuando el agua anegada comenzó a bajar su nivel, fue que pudieron comenzar a limpiar.

A finales del mes de agosto, vecinos de la unidad habitacional Luis Donaldo Colosio, del fraccionamiento Rinconada del Mar y taxistas bloquearon ambos sentidos del bulevar de Las Naciones, frente a las oficinas de la Promotora Turística (Protur), para exigir a los tres órdenes de gobierno la rehabilitación y desazolve del drenaje sanitario.

Eran unos 40 vecinos, que acompañados de 15 choferes de taxis colectivos de la ruta Colosio-Rinconada, marcharon de Walmart Diamante a las oficinas donde atiende la gobernadora Evelyn Salgado Pineda en Acapulco. De rodillas en la calle, los manifestantes pidieron a las autoridades evitar una emergencia sanitaria.

En entrevistas, ese 28 de agosto del 2024, los inconformes dijeron que necesitaban una nueva tubería para atender las necesidades de la población que ya había crecido en esas colonias, que se regularizara el suministro de agua potable y que se pusiera a trabajar la planta tratadora de aguas negras de Rinconada.

Texto: Redacción