1 septiembre,2021 10:28 am

El arraigo del machismo en la cultura mexicana permea en el aumento de violencia, dice experta

 

Guadalajara, Jalisco, 1 de septiembre de 2021. El machismo, arraigado en la cultura mexicana, permea en el incremento de la violencia de género que se ha registrado en los últimos años, opina Paola Lazo Corvera, titular de la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres (SISEMH).

“La violencia de género ha aumentado en México y en el mundo, todo Latinoamérica tiene una violencia machista que está instaurada en nuestra cultura, por la que hay que transitar para poder transformar de manera muy consistente, y a eso se le suma la desventaja de tener al Crimen Organizado instalado en la manera en la que está instalado en nuestro País y todo lo que tiene que ver con el armamento y la militarización que también afecta de manera diferenciada a las mujeres”, señala.

La titular de la SISEMH recalca que los especialistas en violencia de género hablan de cómo las guerras impactan de manera diferenciada a los hombres y a las mujeres.

De alguna manera quienes están en el conflicto se ensañan con los cuerpos y la vida de las mujeres para demostrarles que tienen el control y el poder, y se transita desde esta noción a la violencia en la familia o a una visión tan intima con la pareja.

A un año de que la ex activista tomara el cargo, después de que Fela Pelayo dejara la dependencia, las denuncias de violencia familiar presentadas en los Centros de Justicia para las mujeres crecieron durante los primeros 7 meses del 2021, un 5.5 por ciento en comparación con el mismo lapso de 2020, para sumar un total de 7 mil 599.

Obstáculos para erradicar la violencia de género

Ante la problemática, Lazo Corvera reconoció que la tanto la transición de la OPD que formaba el Instituto Jalisciense de las Mujeres a una Secretaría, como la saturación de trabajo en los dos Centros de Justicia para las Mujeres con los que cuenta el Estado, se han convertido en obstáculos para erradicar la violencia de género.

“Lo que hacemos es acompañar el proceso, la atención primaria y el apoyo psicológico y ahora también podemos concretar lo que tiene que ver con el ciclo de empoderamiento económico y la bolsa de trabajo, y aunque funcionamos como un vínculo entre los Centros de Justicia para las mujeres, lamentablemente no nos toca nosotros la parte del proceso judicial”, explica.

“Si amarramos mejor el que otras dependencias estén involucradas, se va a poder tener un ciclo de atención mucho mejor que le permita a las mujeres el acceso a la justicia de una manera mucho más fluida y lograr obtener más recursos para más centros, porque ahorita el problema que tenemos en los dos Centros de Justicia para las Mujeres, el de Puerto Vallarta y Guadalajara, concentran casi todas las denuncias del Estado”.

Reconoce que hay más necesidad de apoyo, acompañamiento y denuncia de las que quisieran tener. Es necesario generar otros centros, lo que posibilitará que se pueda despresurizar la atención y cuidar que el trato que se le dé a las mujeres sea un trato cálido y digno, adecuado y respetuoso. En especial: que no se les revictimice.

Destaca la importancia de aumentar la sensibilización de género entre los agentes del Ministerio Público, abogados y psicólogos que forman parte de los Centros, además de implementar un sistema de sistematización de las denuncias de manera electrónica, donde las mujeres puedan presentar sus querellas y evitar contar los delitos de las que fueron víctimas durante el proceso judicial.

Texto: Sara Ochoa / Agencia Reforma