7 agosto,2019 4:39 am

El bajo precio de la amapola debe servir para cambiar la sierra, dice el obispo

Tras las cifras de pobreza, Salvador Rangel pide a López Obrador que le dé “una miradita” a la sierra y la Montaña de Guerrero. Una imprudencia, no repartir el fertilizante a tiempo, advierte
Iguala, Guerrero, 7 de agosto 2019. El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, consideró que en Guerrero se debe de aprovechar este momento psicológico, en que la goma de opio “ya no vale”, al haber sido desplazada por el fentanilo, para tratar de cambiar la cultura del narcotráfico y mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la sierra.
En la homilía que ofreció a la 1 de la tarde, en el cierre de la celebración al padre Jesús, en la iglesia de San Francisco de Asís del centro de la ciudad, el obispo Rangel Mendoza convocó a los feligreses a hablar bien del “otro Guerrero, del bueno, del positivo, del religioso y del de las religiones, y no únicamente del Guerrero violento, que es conocido por Ayotzinapa o que es conocido por Iguala. Sino que Guerrero tiene cosas muy bonitas, entre ellas son los valores que tiene Guerrero, la devoción a nuestro padre Jesús”.
En declaraciones ofrecidas a reporteros al término de la misa, se le preguntó acerca de que cada vez son menores los niños que se involucran en el narcotráfico como halcones o cóndores para grupos de la delincuencia organizada, y respondió que Guerrero tiene toda una cultura del narcotráfico y dijo que él, que conoce a la gente de la sierra, sabe que “incluso hay sacerdotes y religiosas que han trabajado en esto”.
Agregó que es una cultura que desde chiquitos los metan a rayar la bola de la amapola, después los meten como halconcitos y los meten a llevar el alimento, es toda una cultura.
Declaró que se debe de aprovechar este momento psicológico, en que la goma de opio ya no vale, que ya ha sido desplazada por el fentanilo, para tratar de cambiar la mentalidad de la sociedad. De que están metidos desde chiquitos, “primero para rayar la bola de la amapola, después en recoger la goma, después ser halconcitos y después sicarios. Esa ha sido la cultura de Guerrero y ojalá que la vayamos cambiando poco a poco”.
Se refirió a la situación de violencia que están viviendo la sierra y la Montaña, donde dijo, cayó el precio de la amapola, cultivo del que la gente ha vivido por años y ya se paró totalmente la siembra de la amapola, “¿de qué están viviendo? Están produciendo más pobres”.
Asimismo, el obispo señaló que “fue una imprudencia por parte del gobierno no haber repartido el fertilizante a tiempo. Hay milpas que no van a alcanzar, entonces también aquí vamos a tener un desabasto de maíz y de granos, va a aumentar un poquito más la pobreza”.
Subrayó que ahora vale la pena que Andrés Manuel López Obrador y las instituciones que dieran una “miradita” al sur, sobre todo a la sierra y la Montaña.
Sobre el incremento de 92 mil 600 personas en situación de pobreza en la última década en el estado, que tiene el 66.5 por ciento de su población en esta condición, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), dijo que siempre se ha dicho que uno de los estados más atrasados es Guerrero.
Dijo que le llama la atención que las autoridades “han querido maquillar todo esto, o como dicen por ahí, tapar el sol con un dedo, pero las estadísticas nos lo están diciendo. A veces mis declaraciones o cuando yo hablo de Guerrero, es llamar la atención de las autoridades federales, que nos tiendan la mano”.
Del atentado en la frontera, que dejó a ocho mexicanos muertos, dijo que es parte de la política anglosajona del presidente estadounidense Donald Trump, quien desde un principio ha estado en contra de los migrantes. Reprobó estas acciones que ha generado el gobierno de Trump y consideró que es una llamada de atención a su gobierno, a que “le debe de bajar y que debe de cambiar de discurso”.
Al final de la misa, el obispo se refirió a un parche que traía en el pómulo del lado derecho, “no me caí, no me golpearon, sucede que yo tengo un problema, un granito de cáncer que me operaron el viernes en Guadalajara. Y aunque vengo todo mareado aquí estamos”, explicó a los fieles, a quienes convocó a pedir por él, pues además dijo que este martes fue el día de los Salvadores, lo que provocó una serie de aplausos, felicitaciones y canto de las mañanitas.
Texto y foto: Alejandro Guerrero