30 marzo,2024 9:06 am

El Barrabás de Cutzamala otra vez asaltó a la gente y pintó de colores a los que se resistieron

La tradición del Viernes Santo es cada vez más concurrida en esta ciudad de la Tierra Caliente. Vienen visitantes desde Estados Unidos y de otros sitios de la región

Cutzamala de Pinzón, Guerrero, 30 de marzo de 2024. Este viernes desde el mediodía se empezó a juntar la gente en la plaza principal de Cutzamala, Protección Civil municipal reportó hasta 5 mil personas que ingresaron al tradicional festival de Barrabás, que se destaca por su colorido en donde la gente se avienta agua pintada de colores y se desgarra las playeras.

De acuerdo al estadística de Protección Civil, este es el año que más personas han visitado la plaza principal de Cutzamala para este evento. Se trata de una tradición que ha crecido conforme han pasado los años.

De acuerdo con el cronista Alfredo Mundo Fernández, la tradición de Barrabás se modificó a principios de la década de 1990, cuando un grupo de jóvenes decidió usar botellas de plástico con sangre de animal, para aventarle a la gente que se resistiera a participar en un asalto por parte del personaje de Barrabás, y al finalizar el evento, debido a que quedaron manchados de sangre, decidieron desgarrarse las playeras en forma de juego, y esto provocó que poco a poco cada año se hiciera una costumbre.

La tradición en la Tierra Caliente es que el personaje de Barrabás de la Semana Santa sale a las calles a simular asaltos en las tiendas, pero en realidad sí le quita a la gente algunos productos, como frutas, verduras, abarrotes en los negocios, o dinero en efectivo. De todo lo que se roban, una parte se entrega a la Iglesia católica y la otra parte se le queda al personaje de Barrabás.

Cutzamala es en donde más se arraigó esta tradición, de tal forma que cada Viernes Santo el personaje recorre las calles con su botella de pintura, pidiéndole a toda la gente que se le atraviesa dinero, y si no le gusta la cantidad que le dan les echa la pintura.

Y es que con los años la sangre de animal real fue sustituida por agua pintada de rojo con pintura vegetal.

Cada Viernes Santo la gente juega a ser Barrabás en Cutzamala. En las calles el producto que más se vende son botellas con pintura de colores. Ya no solamente es roja, hay de distintos colores. La gente se avienta la pintura unos contra otros y quedan completamente pintados de pies a cabeza. Además se desgarran las playeras.

La plaza principal, en la zona donde se encuentra el kiosco es en donde se concentra mayormente el juego. La gente lleva bandas musicales y cerveza mientras se convierte ese espacio en una batalla campal de pintura de colores y se desgarran las playeras. Participan niños, jóvenes y adultos.

Llega cada Viernes Santo una cantidad importante de migrantes desde Estados Unidos que vienen solamente a participar en esta festividad. Además visitan Cutzamala personas de toda la Tierra Caliente para sumarse a esta fiesta.

Alrededor de la plaza principal hay juegos mecánicos y otros negocios.

El personaje con una máscara artesanal es Barrabás. Recorre cada espacio asaltando a la gente y al mismo tiempo se toma la fotografía con las personas a las que asaltó. La gente paga por ser asaltada por Barrabás y tomarse la foto con él.

En ocasiones, Barrabás cruza corriendo el centro de la plaza principal en donde es recibido como una estrella de rock, en medio de gritos y aplausos.

La historia del personaje religioso concluye aproximadamente a las 3:30 de la tarde, cuando la Guardia Romana acompañada de Los Picas, arman una trampa para detenerlo.

Los Picas son una interpretación muy regional de la Guardia Romana. Son niños con lanzas de 3 metros de varas de Otate, decoradas con papelitos de colores y con esas varas largas detienen a Barrabás haciendo una barrera y después lo lazan como a un animal de campo para llevarlo detenido ante Herodes y Pilatos.

Pero en Cutzamala la fiesta continúa en la plaza principal. es hasta las 9 de la noche cuando la gente comienza a retirarse poco a poco.

La gente sabe que va a participar en este formato de fiesta de pintura y desgarramiento de playeras, por tal motivo, nadie se enoja, sin embargo, la Policía Municipal, la Policía del Estado y la Guardia Nacional, montan una operativo de vigilancia por cualquier disturbio debido a que entrada la tarde el alcohol podría provocar algún conato de bronca.

Texto y foto: Israel Flores