3 septiembre,2024 6:07 am

El cambio que viene y la misión cumplida de AMLO  

 

Abelardo Martín M.

 

 

Hacía muchos finales de sexenio que no se respiraba y se difundían los resultados exitosos de la gestión de gobierno sexenal. Los presidentes salientes en los últimos casi 40 años salían en medio de grandes y graves cuestionamientos acerca de sus resultados de gobierno. En los últimos tres sexenios anteriores al de López Obrador, los resultados se maquillaban con costosas, ampulosas e inútiles campañas de radio y televisión, que exaltaban los supuestos resultados.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, en contra de la opinión de muchos millones que afirman lo contrario, sale con la frente en alto y con resultados que saltan a la vista: sus obras de infraestructura en comunicaciones, como los aeropuertos Felipe Ángeles, el de Tulum, el tren Maya, el Transítsmico, el parque lago de Texcoco y varios miles de obras más, son el testimonio fehaciente de que el gobierno federal recuperó, aunque sea poco, algo de su posición y prestigio como autoridad.

El resultado evidente del gobierno obradorista es, sin duda, el resultado contundente, amplio y definitivo de Morena en las últimas elecciones de junio, en las que el partido que fundó el propio presidente mantuvo no sólo la presidencia de la república con la hoy presidenta electa, Claudia Sheimbaum Pardo, sino que logró también la mayoría de las gubernaturas en juego y la mayoría calificada, con los partidos aliados de Morena, en las cámaras legislativas de Diputados y Senadores.

En este caso ganó no solamente el partido del presidente, sino la candidata que, a todas luces, fue su propuesta desde el principio, aun cuando respetó y alentó las distintas corrientes que militan dentro del propio partido Morena.

Fiel a su estilo, en lo que fue la culminación de su gobierno, el Presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer su sexto Informe de Gobierno, en un evento popular de amplia concurrencia en el Zócalo de la Ciudad de México, significativamente acompañado por la Presidenta Electa Claudia Sheinbaum Pardo y algunos gobernadores estatales, entre otras figuras políticas.

Ahí pronunció el que seguramente será tomado como su discurso de despedida, pues aunque habrá otras ceremonias y actividades en el llamado Mes dela Patria y último lapso de su régimen, algunas son meramente simbólicas, como el Grito de Independencia; en cambio ésta del 1o. de septiembre, en que por obligación constitucional da cuenta del estado de la administración que preside, se convierte de manera natural en el momento de balance de lo que fue su gobierno.

El Presidente resaltó en su arenga que su sexenio comenzó con cambios para llevar adelante la Cuarta Transformación, y en ese talante se ha mantenido, para regresarle a la Constitución su sentido revolucionario original, y más recientemente con la iniciativa para reformar el Poder Judicial, y elegir a jueces, magistrados y ministros con el fin de que impartan justicia en beneficio del pueblo y no estén al servicio de la delincuencia de cuello blanco. Sobre este tema aprovechó para realizar entre quienes colmaron el Zócalo una consulta para saber si la iniciativa tenía el apoyo popular, lo que desde luego tuvo una respuesta positiva.

Innumerables son los logros acumulados a lo largo de casi seis años, desde la superación de la pobreza que ha abarcado a casi diez millones de mexicanos, el incremento notable a los salarios mínimos, así como la dispersión de apoyos sociales a adultos mayores, discapacitados, madres solteras, jovenes y campesinos, y becas para estudiantes de todos los niveles educativos.

El Presidente defendió al IMSS Bienestar como el sistema de salud pública más eficaz en el mundo, incluso más que el de Dinamarca, declaró, y señaló que antes la compra de medicinas era un sucio negocio, de políticos y comunicadores, pero ahora se otorgan medicamentos gratuitos y se han creado comités del programa “La clínica es nuestra”.

Todo ello ha sido posible porque se ha combatido la corrupción y la austeridad republicana se volvió una realidad.

También se destacó en el Informe las obras emblemáticas del sexenio, como el Tren Maya y el Tren Interurbano a Toluca, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, la Refinería Olmeca y los avances en materia energética de las empresas del Estado, CFE y Pemex, y la nacionalización del litio; por otro lado no  se otorgaron permisos para expropiar minerales, se prohibió la perforación de pozos y se realizó una campaña para recuperar piezas arqueológicas del país en el extranjero.

Transcurrido el escaso mes que le falta a López Obrador, tocará el turno de entregar la estafeta a una mujer, la primera que ejercerá la Presidencia de México, la cual llega con un apoyo popular contundente, pues fue elegida con una amplísima mayoría, e igualmente la ciudadanía le reiteró su confianza al ratificar esa misma mayoría en ambas cámaras del Congreso de la Unión.

Con esta nueva composición, la LXVI Legislatura se instaló con la sesión de Congreso General prevista en la Constitución, en la que se recibió el Informe de Gobierno que hemos comentado. El mismo día de la instalación, la Cámara de Diputados ha tenido su primera sesión ordinaria, para dar cauce al proyecto de reforma al Poder Judicial, el cual podrá transitar con agilidad dada la mayoría calificada existente en ese órgano legislativo.

En Guerrero hubo asimismo renovación del Legislativo estatal, y en la misma fecha dio inicio la LXIV Legislatura del Congreso local. Aquí también Morena y sus partidos aliados tienen mayoría calificada, es decir, de más de dos tercios del total de legisladores, lo que les permite procesar y aprobar en su caso cualquier ley o reforma sin necesidad de recurrir al aval de la oposición.

Con todo ello se concreta la transición de gobierno como parte de la transformación que vive nuestro país, sin choques ni sobresaltos, aunque con las naturales resistencias que han estado presentes desde el momento en que triunfó el movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador, hace seis años, y que afloraron con toda su fuerza durante la pasada contienda electoral.

Ahora sólo queda poner en marcha el mandato que refrendó el pueblo de México, con el que se hará posible consolidar la transformación y tornarla irreversible, lo que será un hecho si las autoridades locales, como hasta ahora, se mantienen cobijadas bajo el calor de las autoridades federales y, por supuesto, si se cuidan los temas locales más relevantes como la corrupción, el combate a la pobreza y la marginación de las grandes mayorías de guerrerenses.