20 octubre,2017 2:11 pm

El caso Maldonado se enfrenta a la incredulidad de los argentinos 

Buenos Aires, 20 de octubre de 2017.- Sergio Maldonado observó el martes durante siete horas un cadáver que estaba sumergido parcialmente en un río y que podría ser el de su hermano, Santiago, a quien busca desde el 1 de agosto. “No confiamos en nadie”, explicó su esposa, Andrea Antico, que lo acompañaba allí.

Santiago Maldonado, que tiene 28 años, desapareció hace 80 días en el sur argentino después de participar en una protesta de mapuches desalojada violentamente por fuerzas de seguridad.

Desde hace más de dos meses el caso mantiene en vilo a los argentinos, que el martes volvieron a conmoverse cuando un grupo de buzos que buscaba a Maldonado en el río Chubut halló el cadáver que Sergio Maldonado y su esposa vigilaron durante siete horas.

La desconfianza del matrimonio probablemente abarque a buena parte de la sociedad argentina y apunte, fundamentalmente, al Gobierno del presidente, Mauricio Macri, a los legisladores, los jueces y los periodistas, que desde agosto último difundieron un sinnúmero de informaciones falsas sobre el paradero de Maldonado.

Los argentinos suelen ser, en su mayoría, creyentes apasionados o incrédulos rotundos. Respaldan casi ciegamente a un dirigente o lo repudian como si se tratara de un criminal. A veces entre un sentimiento y otro pueden pasar solo algunas semanas o meses.

En las últimas décadas, además, todo eso parece haberse profundizado.

Para Roberto Gargarella, licenciado en Sociología y Doctor en Derecho por la Universidad de Buenos Aires, el descreimiento de los argentinos “trasciende el caso concreto” de Santiago Maldonado y “refiere a una sensación generalizada”.

“En parte es resultado de la polarización política extrema vivida en los últimos años en Argentina, que llevó a que muchas posiciones públicas sólo se expliquen como resultado del puro y crudo interés partidario y no de la reflexión crítica”, dijo a dpa Gargarella, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella.

Gargarella sostuvo que a ese contexto se le agrega un fenómeno “menos coyuntural y más estructural” representado “en la concentración del poder en todas las esferas, que termina dañando la estructura constitucional” del país y aumenta “más gravemente el control sobre la Justicia”.

Según la Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública que realiza mensualmente la Universidad de San Andrés, el 77 por ciento de los argentinos consideró en septiembre que la Justicia es el área pública que mayor insatisfacción les genera.

En los últimos 25 años el Poder Judicial de Argentina, entre otros casos relevantes, no pudo esclarecer todavía los atentados terroristas cometidos a la Embajada de Israel (1992) y la mutual judía AMIA (1994), ambos cometidos en Buenos Aires y que provocaron, entre ambos, más de 100 muertos.

Tampoco consiguió aún establecer si el fiscal especial del caso AMIA, Alberto Nisman, que en enero de 2015 apareció muerto con un disparo en la cabeza en su vivienda de un lujoso y custodiado barrio de Buenos Aires, se suicidó o fue asesinado.

El descreimiento también se sostiene en la falta de resolución de las investigaciones por delitos de corrupción que involucran tanto a dirigentes políticos como empresarios. Por ejemplo: mientras en varios países latinoamericanos se concretaron detenciones vinculadas a los sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht, en Argentina las causas avanzan a paso muy lento.

Al igual que los anteriores, el caso Maldonado conmociona a los argentinos. El joven fue visto por última vez tras participar en una protesta de un pequeño grupo de mapuches que fue desalojada violentamente por unos 400 agentes de seguridad.

Y, sobre todo, se trata de un desaparecido en un país en el que la última dictadura militar (1976-1983) secuestró, torturó, asesinó y desapareció a unas 30.000 personas, según organismos de derechos humanos.

Una veintena de peritos comenzó hoy a trabajar en la autopsia al cuerpo que Sergio Maldonado vigiló durante siete horas. “Hasta que no sepa 100 por ciento que es Santiago voy a seguir preguntando” por él, aseguró.

La Justicia argentina tiene la oportunidad de darle todas las certezas posibles a la familia del último desaparecido en el país para que pueda creer, aunque sea, en la peor noticia de la vida.

Nota: Gabriel Tuñez- DPA