20 mayo,2024 7:56 am

El Cruz Azul elimina a Rayados y América a Chivas y disputan la Final del Clausura 2024

 

Es la quinta ocasión en que Águilas y La Máquina juegan por el título. Los duelos están pactados el jueves 23 de mayo y el domingo 26; la Ida en la Ciudad de los Deportes y la Vuelta en el Azteca

 

Ciudad de México, 20 de mayo de 2024. América y Cruz Azul disputarán la Final del Clausura 2024.

El duelo de estos clubes es el que más se ha repetido en una disputa por el título, pues suman cinco enfrentamientos.

Los dos primeros fueron en la Temporada 1971-72 y 1988-89, mientras que en la era de los torneos cortos se han enfrentado tres veces (Clausura 2013, Apertura 2018 y este Clausura 2024).

Las Águilas son las que tienen más victorias en esta instancia, ganaron el título en las campañas 1988-89, Clausura 2013 y Apertura 2018.

André Jardine logró el campeonato el torneo pasado cuando el América se impuso a los Tigres (4-1 global), el brasileño le dio a las Águilas su título 14 y quiere uno más para hacer historia, además de lograr el primer bicampeonato para los azulcremas en la era de los torneos cortos.

La Máquina ganó en el Guard1anes 2021, se impuso al Santos Laguna por marcador global de 2-1 y acabó con una racha de 23 años y medio sin ceñirse la corona. Solo que hoy se prevé una historia diferente, ambos contendientes tienen plantillas sólidas, individualidades que se hacen presentes en momentos clave y técnicos con estrategias efectivas.

En la Fase Regular, el triunfo fue para las Águilas, un gol de vestidor de Julián Quiñones al minuto 3 les dio la victoria a los azulcremas, pero, además, el encuentro estuvo plagado de emociones.

Los duelos de la Final están pactados para celebrarse el jueves 23 de mayo y el domingo 26; el primero se celebrará en el Estadio Ciudad de los Deportes y el de vuelta en el Azteca, en horarios por definirse.

 

La Máquina, otro pase sufrido

Parece que en Cruz Azul si no es con sufrimiento no cuenta.

Después de un partido lleno de agonía y un continuo sufrir de su afición, La Máquina está en la Final del Clausura 2024. y que le traigan al América.

No podía ser de otra manera, los Cementeros pusieron a su afición al borde de sus asientos en el Estadio Ciudad de los Deportes, pero, con todo y la derrota de 2-1 frente a Rayados, se clasificó al duelo por el título.

Era inevitable que los dirigidos por Martín Anselmi sufrieran ante un equipo como el Monterrey, con una plantilla que les duplica el valor y con elementos ofensivos de gran calibre.

Cruz Azul comenzó bien, pero desde el primer tiempo llegó el asedio regio, el que ya no se pudo quitar hasta el silbatazo final.

Los de Fernando Ortiz debieron irse al descanso al menos con dos goles, pero las fallas de Brandon Vázquez y Germán Berterame lo impidieron.

Para el complemento, Rayados presionó más, llenó de centros el área cementera y ahí fue cuando los locales más padecieron.

Ni siquiera el tanto de Ángel Sepúlveda, al minuto 61, el cual parecía matar la eliminatoria, fue suficiente para evitar esos últimos minutos cardiacos a los que La Máquina ha malacostumbrado a su afición en estos encuentros de matar o morir.

Porque Berterame respondió con un doblete al 67’ y al 73’, que puso a temblar a toda la afición de los locales, aunque esta jamás dejó de alentar, incluso con más fuerza después de las anotaciones en contra.

Un gol más dejaba fuera a los Celestes y la tensión se sentía en el ambiente, pero entre intervenciones defensivas y un toque de suerte, lograron resistir los embates y el tanto de la eliminación no cayó.

Cruz Azul debe mejorar mucho porque viene el América, en la que será su oportunidad de revancha luego de aquellas Finales perdidas en el 2013 y 2018.

 

Se mantiene la maldición para el Tano en las semifinales

Fernando Ortiz no pudo sacudirse la maldición que lo acompaña desde que debutó como director técnico en Primera División, en el Clausura 2022.

Luego de que Cruz Azul echó a Rayados, el argentino sumó su cuarta eliminación en Semifinales.

Con el América fue con el equipo que más sufrió el “Tano”, pues no encontró el futbol que le permitiera ir a una Final.

En el Clausura 2022, el Pachuca echó a las Águilas por global de 4-1. Para el Apertura 2022, el cuadro azulcrema se quedó a un paso de la lucha por el título, fue el Toluca el que le hizo la diablura con un 3-2 en la serie.

En el Clausura 2023, Chivas le negó al América la posibilidad de disputar el título, con un global de 3-2. Esa fue la última campaña de Ortiz con el cuadro de Coapa.

Dirigiendo a Rayados tampoco le ha ido bien, en el Apertura 2023, en los Cuartos de Final, apareció el Atlético de San Luis para dar la sorpresa y echarlo con un 2-1.

Ahora fue la Máquina la que no le permitió ir a disputar la Final. El global fue un empate, 2-2, que no le alcanzó para seguir con vida ya que los Celestes terminaron en mejor posición en la Tabla y eso les dio el derecho a la clasificación.

Ya imagina América su bicampeonato

El América acaricia el bicampeonato mientras gozó maltratando a las Chivas este sábado.

El pase a la Final sabe mejor si el escalón es el Guadalajara, el archirrival al que eliminaron de un torneo por segunda ocasión en 2 meses y del que podrían despegarse a 3 títulos, en caso de coronarse el domingo en el Estadio Azteca ante el ganador del Cruz Azul-Rayados.

Lo curioso es que el único gol en la serie, 1-0, lo tejieron 2 de los futbolistas vituperados por sus actividades fuera de la cancha, de Igor Lichnovsky a Israel Reyes, al 60’.

Lo tragicómico es que Javier Hernández -la llamada contratación bomba del torneo- entró a la cancha a segundos de ese momento solo para atestiguar en primera fila cómo hervía el Azteca con ese cabezazo, porque un pase a la Final de la Liga MX a costa de las Chivas bien cura las heridas de la Concachampions.

América no recupera su mejor versión y aun así es finalista, porque supo jugar con fuego y pegar en el momento justo, en esa acción de táctica fija ejecutada por Diego Valdés, ante un rival obligado a ganar y que apenas inquietó a Luis Malagón en aquella volea de Roberto Alvarado y en la que el balón habría de pegar en el travesaño.

América fue un cuadro precavido en el primer tiempo, sin presión alta, compacto, decidido a no tomar riesgos. Cambió su fisonomía en el complemento, cuando Diego Valdés recobró la memoria en la distribución y Álvaro Fidalgo lucía con esas conducciones al ataque, mientras el centrodelantero rojiblanco Ricardo Marín era un lobo solitario en un Azteca repleto y así siguió incluso cuando el “Chicharito” Hernández ingresó al 60’, solo para hacer anecdótica la Semifinal.

Porque Javier da más de qué hablar por sus actividades fuera de la cancha o sus streamings que por su futbol, porque el guion quiso que otro streamer como Lichnovsky asistiera a su gran amigo, ambos criticados por visitar el mercado de La Merced y después acudir al GP de Miami previo a la Liguilla.

Ahora provocaron la locura azulcrema, en una noche en la que nuevamente hubo conatos de bronca, al menos 3 y, por increíble que parezca, entre seguidores de los mismos equipos.

América no repitió los errores de la Semifinal de hace un año, esta vez no hubo alguna expulsión ni margen para la sorpresa ante un rival al que le urge un delantero de poder y no uno que solo venda camisetas.

 

Chicharito, el amuleto

Primer acto: entra Chicharito, segundo acto: gol del América.

Javier Hernández debía ser la salvación, la figura que le diera el pase a la Final a Chivas, y en su lugar, pareció ser el amuleto de la mala suerte.

En la banca, el delantero observó atento el transcurrir del duelo, con el ansia de no poder ayudar a su equipo en la cancha, donde mejor lo sabe hacer, o más bien, donde mejor lo sabía hacer.

Desde la orilla del campo CH14 fue el que más esfuerzo demostró calentando, mientras otros caminaban o reclamaban airadamente el árbitro, él estaba en lo suyo, enfocado en estar listo para ese momento en el que tuviera que entrar en acción.

En medio de abucheos, el instante llegó al minuto 59, pero ese esfuerzo y dinámica que demostró en la orilla, no pudo plasmarlos dentro.

Peor aún, un minuto después de su ingreso, en la siguiente jugada, América encontró el gol que sentenció la eliminatoria.

Chicharito no tuvo margen de acción, y si el panorama ya era difícil al momento de su cambio, segundos después se volvió catastrófico.

Hernández puede ser definitorio en un contexto favorable para él, en el que le lleguen balones a modo en el área para rematar o asistir, pero ayer navegó sin rumbo entre los centrales azulcremas, sin aportar ofensivamente a un equipo que ya parecía liquidado luego de su ingreso.

Sin pena ni gloria, Javier se fue sin siquiera rematar una vez al arco, viendo desde un rol secundario como se diluyeron las chances de Final.

 

Texto y fotos: Agencia Reforma