Tiene el índice más alto de desaparecidos, dice
El prelado es consultado sobre los casos de los 43 normalistas desaparecidos, los estudiantes de Chilpancingo y el enfrentamiento en La Concepción, donde asegura que “ojalá y tanto la federación como el estado pusieran mucha atención en atender este caso y otros”.
Texto: Luis Daniel Nava
Foto: Archivo El Sur-Luis Daniel Nava
Chilpancingo, Guerrero. Todo el estado está en manos del narcotráfico, declaró el obispo Salvador Rangel Mendoza sobre los recientes hechos de violencia, como el caso de los dos jóvenes que siguen desaparecidos en Chilpancingo, los 43 normalistas desaparecidos en 2014 y hasta sobre el caso de La Concepción, en Acapulco.
El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, fue consultado al concluir la misa dominical y la bendición que le da a sus feligreses en la catedral de Chilapa.
Al momento de la bendición en la concurrida iglesia, les dijo a los niños de manera socarrona que se acercaran para que con el agua bendita se les quitara lo “peleoneros y lo mal hablados”, a las señoras para que se les quitara lo “chismosas” y a sus esposos para que se les quitara “lo borracho”.
El obispo fue consultado sobre el caso de los dos, de siete jóvenes, que aún siguen en calidad de desaparecidos en la ciudad de Chilpancingo y que presuntamente fueron detenidos por la policía municipal preventiva.
“Guerrero tiene el índice más grave de asesinatos y desaparecidos. Y este caso que sucedió en Chilpancingo, es uno de tantos. Ojalá y tanto la federación como el estado pusieran mucha atención en atender este caso y otros”.
Continuó: “Desconozco qué número tenemos de desaparecidos aparte de los 43 normalistas de Ayotzinapa, pero valdría la pena que los gobiernos federal, estatal y municipal le pusieran más ganas en esta investigación y clarificar cuáles fueron los motivos o móviles para secuestrar a esos muchachos, sobre todo para hacerlos desaparecer”.
Agregó que una investigación que aclarara el caso, sería un camino para que otras cosas se vayan esclareciendo en Guerrero.
“En particular lo que pedido es que haya ya paz, que haya tranquilidad en las comunidades”.
Se le consultó su opinión sobre el caso de la comunidad La Concepción, en la zona rural de Acapulco, donde el pasado domingo hubo un en enfrentamiento y luego la intervención de las policías estatal, ministerial y federal para desarmar a la policía comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) que se han opuesto a la construcción de la presa La Parota, y que tuvo como resultado 11 muertos y 38 detenidos, así como reporteros agredidos y despojados de su equipo de trabajo.
De entrada respondió: “Es otro botón de muestra de la inestabilidad que existe en el estado, todo el estado está en manos del narcotráfico y como lo tienen repartido por zonas estos señores, desgraciadamente hay enfrentamientos entre los grupos delincuenciales”.
Luego puntualizó sobre el mismo tema, que “Guerrero se ha distinguido no sólo la presa sino las minas, sobre todo las minas abiertas que tanto contaminan, al final son muy pocos los beneficiados y los extranjeros son los que se llevan riqueza”.
“Ese es un problema social que se debe atender, buscar cuál es el mejor beneficio para las personas y aquellas personas que están involucradas explicarles, porque posiblemente por ignorancia y no sabe los beneficios o los perjuicios, la gente procede de una manera primaria y violenta”.
“Es un problema antiguo y viejo y ojalá que no sólo se beneficie a los ganones, sino que esos beneficios lleguen a la gente ordinaria”, finalizó.
El obispo mañana encabezará desde las 10 y media de la mañana un recorrido y al mediodía una misa, para celebrar los 150 años de fundación del seminario diocesano de Chilapa con la ordenación de ocho sacerdotes. Se espera en la liturgia la presencia del arzobispo de Acapulco, del ex obispo Alejo Zavala, de “algunos” obispos del estado y de los párrocos de la diócesis.
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