25 febrero,2023 9:45 am

El FCE quería un espacio más caro que el que se les ofreció, responde el director de la FILPM

El miércoles, el director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, se quejó por los altos costos por metro cuadrado para poner un estand, pero la dependencia quería un lugar privilegiado en el encuentro libresco del Palacio de Minería, explica Fernando Macotela

Ciudad de México, 25 de febrero de 2023. El director de la la Feria Internacional del Libro de Minería (FILPM), Fernando Macotela, aseguró que el Fondo de Cultura Económica (FCE) buscó un espacio más caro que el que se les ofreció para participar en el encuentro libresco, y por eso la editorial no participa en la edición de este año.

El director del FCE, el escritor Paco Ignacio Taibo II, señaló que la organización del la FILPM pedía 11 mil 250 pesos por metro cuadrado para poner su estand, cuando en ferias como la de Guadalajara es de 4 mil 22 pesos.

“Todas las cifras que dijo (Paco Ignacio Taibo II) están mal, se les ofreció una cosa, no era el espacio que querían, lo cambiaron por otro y escogieron un espacio que era más caro”, expuso Macotela en entrevista con la revista Proceso.

Macotela aseguró que “primero se les había ofrecido un espacio de 8 mil metros cuadrados por el número de metros que había solicitado. Todos andan quejumbrosos ‘que no nos alcanza, a nosotros tampoco’. Hay que recordar que esta feria no tiene subsidio de nada, se sostiene por sí sola, autosustentable. Tenemos ahora menos asistentes y ayudantes en nuestro equipo de trabajo de lo usual, tenemos el presupuesto más corto que hemos tenido en 10, 15 años.

“Es obvio que abajo –dice, mientras señala el patio principal del Palacio de Minería–, es un precio por metro cuadrado, aquí arriba en primer piso es otro, hay salones por todos lados, todos esos espacios los precios varían.

En la entrevista publicada en la edición digital del semanario, expresó que “nosotros nos mantenemos de lo que vendemos, dicen ‘es que está muy caro’, hablaron evidentemente del precio más caro, ¿por qué no del más barato? Además mencionan ‘es que Guadalajara es más barato’, sí, pero los espacios son de 400, 200, 100, 50 metros, aquí tenemos dos o tres espacios de 98 metros cuadrados, y todos los demás hacia abajo, ahora mismo hay estands de comerciantes alrededor de la feria, ¿por qué no en otro momento? Pues es por la feria, tenemos 44 años haciendo esto, insistiendo y mejorando la programación”.

El miércoles pasado, en su cuenta de Twitter, Paco Ignacio Taibo II, titular del FCE, dio a conocer que los “altos costos por metro cuadrado” fueron el punto decisivo para que el Fondo y Educal no estén en la 44 edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería ese día.

En un video compartido de la entrevista del canal Capital 21, el director del Fondo reiteró:

“El conflicto es con la lógica de Minería, que nos parece insoportable. Resulta que cuando nos proponen que vayamos a la FIL de Minería hace tres o cuatro meses, nos dicen: ‘les va a costar tanto poner el estand para sus libros’. Vemos los números y resulta que es el estand más caro que hay en una feria en México.

“La política del Fondo es fundamental: es bajar de los 100 pesos (costo por libro), no podemos. Entonces no vamos a ir a Minería”.

Se menciona en el programa que el costo por metro cuadrado de la FIL Guadalajara es de 4 mil 22 pesos, y en Minería de 11 mil 250 pesos, ante lo cual añade Taibo II:

“Les dijimos, ‘¿Saben qué? vayan y récenle a Rico Macpato’. Están locos. Porque si para nosotros la política es bajar 100 pesos, vender la colección Vientos del Pueblo, no podemos, y que quede claro: colaboramos con la universidad, pero no nos parece coherente una feria del libro universitaria que tendría que dar salida al libro barato y promoción de lectura. Ahora vamos a estar al lado (en el Palacio Postal), somos malignos”.

Arma el FCE su tendido

Tras deslindarse de la FILPM, el FCE organizó un tendido de libros en el vecino Palacio Postal, convocando, cada hora, a unos 200 visitantes, según estimaciones de de sus organizadores.

Entre las visitantes que acudieron al primer día de la venta, ayer, estaban las hermanas Rosa y Sara Jaramillo, profesoras de bachillerato, quienes opinaron que ambos encuentros pueden convivir, e instaron a que la “presión” realizada por el director del sello, Paco Ignacio Taibo II, repercuta en una reducción de precios por parte de la feria organizada por la Facultad de Ingeniería de la UNAM.

“Sería ideal que esta presión hiciera que otras editoriales más chicas, que no pueden pagar estands caros, participaran, porque tienen que bajar los costos.

“Me parece una buena manera de llamar la atención desde el FCE a la UNAM, para que revise sus políticas”, dijo Rosa Jaramillo.

Ella se enteró del tendido de libros a través del IMER, y buscó, para sus alumnos, libros de la colección popular Vientos del Pueblo, como el que contiene Los sentimientos de la Nación, del prócer José María Morelos, y El sitio de Cuautla, de Heriberto Frías.

Los participantes consideraron que la afluencia que registró durante las primeras horas la venta en el Palacio Postal –al que se accede gratuitamente– puede compararse con el flujo de público que habitualmente convocaba el sello en la FILPM, pero con mayor espacio.

Uno de ellos admitió, sin embargo, que extraña la convivencia con otros expositores en Minería, “aquí me siento apartado”, señaló.

Reencuentro con los libros

Antes de que se abrieran las taquillas del Palacio de Minería para ingresar a su Feria Internacional del Libro (FILPM) se había formado una fila, modesta en número, pero que al paso de los minutos y una vez disponibles los boletos fue constante.

La formaban, sobre todo, estudiantes, maestros, jubilados y niños, que aprovecharon la suspensión de clases en sus escuelas debido al Consejo Técnico de la Secretaría de Educación Pública, para acudir con sus familiares.

Fue, para muchos, una feria de reencuentro con los libros, tras dos años de suspenderse presencialmente por la pandemia de Covid-19; para otros fue la primera vez que la visitaban.

Por ejemplo, Eduardo Dávila, de 12 años, acudió ayer a conocerla con su abuelo Tomás, de 73, asiduo a la FILPM y dispuesto a recorrer el recinto universitario sin las aglomeraciones que la caracterizan.

“Traigo a mi nieto para que se interese por la lectura, pues al parecer sí le gusta leer”, dijo Tomás mientras buscaba un ejemplar de El diario de Greg, de Jeff Kinney.

Este año los lectores encuentran mayor amplitud, ante la ausencia de expositores como el Fondo de Cultura Económica (FCE), que ocupaba uno de los patios del recinto, o de la distribuidora Colofón, que agrupa sellos como Acantilado, Galaxia Gutenberg, Páginas de Espuma y Siruela.

Ayer, en el segundo día de la feria, uno de los estands que más destacaban, por su tamaño, era el de Penguin Random House, con libros que han mostrado gran atracción, como En la sombra, la biografía del príncipe Harry de Inglaterra.

“Lo sentía todo más amontonado y ahora lo siento más ordenado”, opinó Hannia Valeria, estudiante de arte de 18 años, sobre la distribución de la feria. Ella acostumbraba asistir cada año con sus padres y ahora trae por primera vez a su novio, cuyos brazos sostienen un ramo de rosas rojas decorado de tal forma que parece la máscara del Hombre Araña.

Maru González, de 34 años; Brisa Pérez, de 22, y Karen Lizeth, también de 22, estudiantes todas de farmacobiología en la UNAM, siguieron la recomendación de sus maestros y antes de mediodía ya tenían lo que buscaban.

“Venimos a buscar libros que nos gusten, pero también que nos sirvan”, dijeron entusiasmadas.

Texto: Redacción / Agencia Reforma

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