28 agosto,2022 8:39 am

El feminismo hará libres también a los hombres

 

Ciudad de México, 28 de agosto de 2022. El movimiento feminista da frutos para todos. Sus demandas de equidad ayudarán también a los hombres a ser más libres, afirma convencido Michael Kimmel, especialista en estudios de género y nuevas masculinidades.

Entrevistado momentos antes de ofrecer una conferencia en el Tec de Monterrey, organizada por la Cátedra Alfonso Reyes y el Centro de Reconocimiento de la Dignidad Humana a mediados de agosto, remarca: “A mayor equidad, mayor felicidad, tanto para hombres como para mujeres”.

El sociólogo estadounidense explicó durante su exposición a estudiantes y académicos su convicción de que la equidad de género redunda en beneficios para toda la sociedad, ya sea en los lugares de trabajo, en la familia, en las escuelas. Incluso, remarcó, los mismos hombres obtienen vidas más equilibradas y saludables, así como mejores relaciones personales y laborales.

Para el también profesor de la Stony Brook University de Nueva York, el sistema social condiciona las acciones de los hombres afectando su desarrollo en la comunidad e incluso su salud física y emocional.

El especialista llama la atención sobre cuán violentos pueden ser algunos mandatos y conductas masculinas, ya que muchos varones tienen tan normalizadas las reglas compartidas que ni siquiera se les ocurre reparar en ello.

“Los privilegios son invisibles a quienes los tienen”, afirmó.

“Antes había reglas de la masculinidad más marcadas por ciertos mandatos, desde no tener ninguna actitud que pudiera considerarse femenina. Debías ser un gran hombre masculino, con poder, riqueza y estatus. Ser una roca en una crisis y ser agresivo y tomar riesgos”.

“Las mujeres llegaron a cambiar eso. Empezaron a hablar de género y, cuando se habla de género, la mayoría de los hombres no saben que es igual de importante para ellos como para las mujeres”, indicó en su conferencia en el Tec, Campus Monterrey.

Considerado uno de los especialistas más destacados del mundo sobre la forma en que se configuran las masculinidades, Kimmel ha escrito libros que son lecturas imprescindibles en este tema.

En Angry White Men (editado en español por Barlin Libros como Hombres blancos cabreados: la masculinidad al final de una era), que apareció originalmente hace nueve años y en el que abordó el auge del nacionalismo populista con el enfoque de la masculinidad tradicional en crisis y cómo ésta se rebela contra la pérdida de sus privilegios. Con la llegada al poder de Donald Trump, en 2017, actualizó la edición.

Otra de sus obras fundamentales es Guyland: the perilous world where boys become men, libro sobre el cual giró su charla en el Tec: “Guyland: Ese lugar peligroso donde los jóvenes se hacen hombres”.

“El asunto es éste: mi trabajo busca identificar una nueva fase de desarrollo entre la adolescencia y la vida adulta. Ha habido un cambio muy importante. Los jóvenes de hoy no acceden realmente a la vida adulta en un sentido de independencia laboral, sino quizá hasta una década después, y eso tiene un ángulo muy importante desde la perspectiva de género, es por esto que he titulado mi libro Guyland”, explica el autor en la charla con Grupo REFORMA.

Kimmel destaca la trascendencia social que tiene el impulso del feminismo y la igualdad de género en el periodo que va de la adolescencia a la adultez.

“En el año 1900 los niños se graduaban de primaria y ya eran adultos, pero luego se estableció la adolescencia y cambió todo, los adultos eran los que cumplían 18 años. Después eras adulto cuando cumplías estos cinco criterios: te graduabas de la universidad, cuando te ibas de casa de tus padres, cuando te casabas, cuando tenías trabajo y cuando tenías hijos. Hoy eso volvió a cambiar”, indicó.

Varios factores, agregó, han marcado los nuevos tiempos en las masculinidades.

Uno de ellos es que la edad para casarse aumentó: los jóvenes no piensan en contraer matrimonio a corta edad, ya que con una expectativa de vida de 80 a 90 años, no desean necesariamente pasar tanto tiempo con una persona.

Además, hay cambios frecuentes de trabajo, por lo general existe un mayor involucramiento de los hombres en la vida de sus hijos y el feminismo y las mujeres han cambiado la manera de ver el género e, incluso, han moldeado poco a poco los lugares de trabajo en todos los niveles.

“Con el paso de los años el feminismo ha sido una señal de cambios sociales en nuestras vidas. Las mujeres hicieron el género visible y también los privilegios de los hombres. El tema del género hace 50 años no se veía. Hoy esto ha cambiado”, planteó Kimmel.

 

¿Qué se puede entender por equidad de género? ¿Podemos ser iguales hombres y mujeres?

A mí me parece que al final no es una medición de resultados a modo de que seamos idénticos en todos los casos, que sea una paridad 50-50, más bien es un tema de percepción de justicia y de equidad en términos equitativos frente a las oportunidades, y que uno no tenga impedimentos a las oportunidades, por cuestiones de género, sexualidad o de raza.

 

¿Qué sostiene al machismo? ¿Cuáles son sus orígenes?

Esto tiene dos componentes esencialmente. Primero, es algo que proviene de estudios, tanto en antropología como en arqueología, donde la noción que se tenía previamente era que hombres y mujeres operaban en ámbitos distintos, en división de funciones, en lo laboral los hombres salían de cacería y las mujeres se quedaban en casa. Los nuevos estudios han demostrado que esto no era así. En sociedades primitivas, tanto hombres como mujeres salían de caza, por ejemplo.

Otro aspecto que sostiene esto en términos de machismo tiene que ver con las relaciones homosocionales –no homosexuales–, interacciones entre miembros del mismo sexo, donde los hombres se están observando mutuamente y se están encargando de mantener de un modo rígido los estándares o las nociones de lo que constituye lo masculino.

 

¿Cómo podemos los hombres darnos cuenta de los privilegios que tenemos y de los cuales no somos conscientes?

Es una importante pregunta, y que debemos poner atención en ello: en los estereotipos de los cuales podemos no ser conscientes del todo, en términos de qué pueden hacer los hombres y qué pueden hacer las mujeres y qué no pueden hacer los hombres y qué no pueden hacer las mujeres.

Esto es muy similar a lo que está sucediendo en Estados Unidos en términos de conciencia de lo racial y, al hacerlo consciente, uno puede ir trascendiendo estas limitaciones.

 

¿Cuál sería su balance del movimiento feminista en estos momentos, en el año 2022?

Esto es muy interesante porque si uno le pregunta, digamos, a un grupo de alumnos en un salón de clases, ellos quizá dirían que no son feministas. Pero en cambio si la pregunta es si están de acuerdo que hombres y mujeres debemos tener acceso igualitario a oportunidades laborales sin restricción alguna, que las mujeres tienen derecho a no enfrentar obstáculos en su progreso profesional, que las mujeres tienen derecho a no ser golpeadas, todos están de acuerdo, tanto hombres como mujeres, y es muy interesante si uno hace un listado de las 10 proposiciones esenciales del feminismo, prácticamente todo el mundo está de acuerdo hoy por hoy y, desde luego que siempre habrá controversias y conflictos alrededor de esto, pero la dirección general en la que va la sociedad, en la que vamos, es algo positivo, y el interés en última instancia es que tanto hombres como mujeres sientan que tienen equidad en relación al acceso a oportunidades en su vida.

 

¿El feminismo ayudará también a los hombres a ser más libres?

Sí, absolutamente. Desde luego. A mayor equidad, mayor felicidad, tanto para hombres como para mujeres. Un mundo con equidad es un mundo mejor para todos.

 

Considerado por algunos como “el feminista masculino más destacado del mundo”, Kimmel dice ser optimista, sobre todo cuando ve a niños, niñas y jóvenes manteniendo relaciones interpersonales más equitativas. Los frutos del movimiento feminista están a la vista… también para los hombres.

 

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Conózcalo

Michael Kimmel

Brooklyn, NY, Estados Unidos (1951)

Profesor de Sociología y Estudios de Género en la Universidad de Stony Brook

Portavoz de la Asociación Nacional de Hombres contra el Sexismo de EU

Fundador y director del Centro para el Estudio del Hombre y las Masculinidades, adscrito a la Stony Brook University.

Ha trabajado con los Ministros de Igualdad de Género de Noruega, Dinamarca y Suecia en el desarrollo de programas para niños y hombres.

Consultor de corporaciones, ONG y organizaciones del sector público sobre temas de equidad de género.

 

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Algunos de sus libros:

Manhood in America

Angry White Men,

The Politics of Manhood

The Gendered Society

Guyland: The Perilous World Where Boys Become Men.

Texto y foto: Agencia Reforma