1 julio,2020 5:28 am

El futuro de la presidencia de Macron tras las elecciones municipales francesas

Gaspard Estrada

 

Con el fin del confinamiento obligatorio, la política regresó a la arena en Francia. El pasado domingo, los resultados de la segunda vuelta de las elecciones municipales fueron demoledores para el partido del presidente Emmanuel Macron, En Marche!. Contrariamente a lo sucedido en 2017 y en 2019, cuando el movimiento político del ex ministro de hacienda del ex presidente François Hollande había logrado imponerse en las elecciones presidenciales, legislativas (en 2017) y europeas (en 2019), En Marche! acumuló los reveses, y su estrategia electoral fue un fracaso: ninguna de las grandes metrópolis de Francia será gobernada por un militante del partido del presidente.

Este resultado ha dejado en evidencia una de las principales paradojas de la estrategia de Emmanuel Macron desde la fundación de su movimiento: la verticalidad de su liderazgo, lo que se ha traducido en una falta de implantación territorial. Desde 2016, la figura de Emmanuel Macron acaparó la edificación de su movimiento (no es una casualidad que las iniciales de su partido, En Marche!, retome las de Emmanuel Macron), de tal manera que la construcción de liderazgos a nivel local fue relegada a un segundo plano. Y si bien, En Marche! logró ganar las elecciones legislativas en 2017 (gracias, en particular, a la buena imagen que tenía en ese momento el joven presidente), la incorporación de más de 300 diputados a la estructura de En Marche! no se tradujo en una mayor implantación territorial del partido. De tal suerte que no es una sorpresa si en este proceso electoral local, en buena parte de las 36 mil alcaldías en disputa En Marche! no logró presentar candidaturas. Paradójicamente, el gran opositor al partido del presidente durante la elección presidencial pasada, el partido Encuentro Nacional (el heredero del partido Frente Nacional, fundado por el líder de extrema derecha Jean-Marie Le Pen), tampoco logró obtener triunfos que le permitan refrendar su estatus de líder de la oposición al gobierno de Emmanuel Macron. Si bien este partido ganó la alcaldía de Perpignan (situada en el sur de Francia), la gran mayoría de los candidatos del Encuentro Nacional fueron derrotados, en particular en las grandes ciudades.

¿Si le fue mal al partido del presidente, así como al partido de su rival de extrema derecha, a quién le fue bien? Para buena parte de los medios franceses, los ecologistas fueron los grandes vencedores de esta elección: numerosas ciudades de importancia como Lyon, Bordeaux, Strasbourg, serán gobernadas por primera vez por alcaldes ecologistas. Sin embargo, si uno ve con mayor detenimiento el mapa con los resultados, es posible matizar esta afirmación. En primer lugar, en términos absolutos, los partidos que obtuvieron la mayor cantidad de alcaldías fueron los partidos Los Republicanos y el Partido Socialista, agremiaciones que habían dominado la política francesa durante los últimos cuarenta años, antes de la elección presidencial de 2017. En segundo lugar, si bien el partido ecologista logró retener la mayor parte de las alcaldías de peso que ya gobernaba –como la ciudad de Grenoble– y ganar otras, este resultado se debe en buena medida a su política de alianzas con el Partido Socialista. Sin ese respaldo, lo más probable es que estas ciudades continuasen siendo gobernadas por la derecha. Pero la inversa también es válida: la alianza entre los verdes y los socialistas, en ciudades donde los candidatos socialistas estaban bien posicionados, fue fundamental para su victoria en la segunda vuelta. Y así fue como ciudades como Quimper, Nancy, Le Mans, Rouen, Brest, Dijon, Montpellier, Avignon, entre otras, fueron conservadas o ganadas por el Partido  Socialista. De tal suerte que este último, que muchos analistas daban como muerto después de la llegada al poder, continúa vivo. Y quedó claro que si las oposiciones a Macron se unen, existe una posibilidad para generar una alternativa política al duelo entre Macron y la extrema derecha, encarnada por Marine Le Pen. Para estos dos últimos, una repetición de la campaña presidencial de 2017 constituiría el mejor escenario. Falta saber si los franceses estarán de acuerdo en repetirlo.

Twitter: @Gaspard_Estrada

 

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.