21 diciembre,2017 10:10 am

El lazo amarillo, el símbolo “prohibido” de las elecciones catalanas

Interpretado normalmente como símbolo de solidaridad, el lazo amarillo se ha convertido en objeto de polémica en las inusuales elecciones que se celebran este jueves en Cataluña tras meses de tensión independentista.

La razón para ello es que el aparentemente inocente símbolo adquirió en los últimos meses una connotación muy política: el de la petición de libertad para los políticos presos en el marco del polémico proceso independentista de esta región del noreste de España.

La Junta Electoral Central prohíbe este jueves llevarlo, el listón amarillo, a los miembros de las mesas electorales y funcionarios de los colegios de votación, aunque no hay una prohibición expresa para los votantes.

Algunos aprovecharon esa laguna y lo exhibieron en la solapa, entre ellos Marta Rovira, número dos de la independentista Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y el candidato del partido antisistema CUP, Carles Riera. Otros cambiaron el lazo por una bufanda del mismo color, como Raül Romeva, también candidato de ERC.

Ya en los pasados días, la picaresca ideó fórmulas para evitar la orden de la junta electoral, que incluso llegó a prohibir al ayuntamiento de Barcelona iluminar fuentes y edificios públicos de color amarillo en aras de la neutralidad de las elecciones.

Donde había lazos amarillos ahora se ven estrellas amarillas o carteles con la inscripción “aquí había un lazo amarillo”.

El sencillo trozo de tela -que en color rosa suele ser el símbolo de la lucha contra el cáncer, en rojo el de la lucha contra el sida o en negro el del de duelo-, encendió también los ánimos en los últimos días, con diversos incidentes que rozaron la violencia.

Fuera de España, el lazo amarillo se vio también en ciudades como Londres, París, Berlín, Toulouse, Múnich o Viena, en acciones promovidas por los llamados Comités en Defensa de la República (CDR) del exterior.

La ley electoral en España es clara y prohíbe la propaganda electoral en los locales de votación el día de las elecciones, lo que impide acudir con pancartas o símbolos de partidos. En este caso, sin embargo, el debate se complica porque el lazo amarillo no se puede identificar con un partido en concreto (entre los presos hay candidatos de ERC pero también de Junts per Catalunya, la lista del destituido presidente catalán, Carles Puigdemont).

Sin embargo, supone un posicionamiento crítico con la actuación de la Justicia española que siguió a la intervención del Gobierno de la autonomía catalana a finales de octubre y se interpreta como un símbolo de apoyo al independentismo.

El símbolo surgió poco después del 16 de octubre, cuando entraron en prisión los líderes de las organizaciones civiles catalanas Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. El lazo inundó el parlamento regional en los días posteriores y se vio incluso en la solapa de Puigdemont y de su número dos, Oriol Junqueras.

Hoy esos lazos piden también la libertad de éste último, que sigue en la cárcel junto a otros tres imputados por el proceso. Los 18 restantes están en libertad bajo fianza o en Bruselas, entre estos últimos el propio Puigdemont.

En España no es la primera vez que un símbolo no identificable directamente con un partido se prohíbe durante unas elecciones: en las generales de 2003 no se podía ir a votar con carteles con lemas como “no a la guerra”, en relación a la invasión a Irak por parte de Estados Unidos, a la que unió el entonces presidente del Gobierno español José María Aznar.

Tampoco con el “nunca máis”, en referencia al vertido del petrolero “Prestige” que sembró de crudo las costas españolas tras una muy criticada actuación de ese mismo Gobierno en 2002.

Tampoco en 2011 se permitió a los miembros de las mesas electorales acudir con una camiseta verde que se hizo popular como símbolo de protesta contra los recortes en la educación pública madrileña.

Pero lo que unos leen como apoyo al independentismo otros ven como símbolo de justicia y libertad. “Desde la ventana de la celda de Soto del Real veo un amarillo de libertad que nace desde las urnas. Luz en los ojos y fuerza en el brazo. Seguimos”, tuiteaba hoy el que fuera presidente de ANC, Jordi Sánchez. Incluso esainstitución civil animó a dejar una silla vacía con un lazo amarillo en las comidas familiares de esta Navidad.

Alrededor de un tercio de los
catalanes vota en las primeras horas

Hasta las 7 de la mañana hora de México, el 34.69 por ciento de los ciudadanos votó este jueves en las primeras horas de las históricas elecciones en Cataluña, lo que supone casi medio punto menos que en las celebradas hace dos años, informó un representante del Gobierno español en Barcelona.

En esta ocasión, los comicios tienen lugar en día laborable y no en domingo, como suele ser habitual, por lo que los datos de participación son difíciles de comparar. “Esto quizá podría tener alguna incidencia”, dijo en rueda de prensa el secretario técnico del Ministerio del Interior, Juan Antonio Puigserver.

El número de votantes es importante en estas elecciones convocadas por el Gobierno español para frenar el desafío independentista en Cataluña, ya que las encuestas apuntan a un empate entre los partidos separatistas y los que están a favor de la unidad de España.

En las anteriores elecciones, celebradas en septiembre de 2015, la participación superó el 75 por ciento.

Los candidatos de todas las fuerzas pidieron a los ciudadanos que acudan a las urnas de forma masiva en una convocatoria excepcional que se celebra con candidatos independentistas fuera de España y otros en prisión por delitos vinculados con el proceso separatista.

Las primeras horas de votación transcurrieron con “total normalidad”. y “sin incidencias remarcables”, destacó Puigserver.

Es la primera vez que un representante del Gobierno español se encarga de informar sobre el desarrollo de una jornada electoral en una región y esto se debe a la intervención de la administración catalana por parte de Madrid, que asumió sus competencias.

En los 2.680 locales electorales repartidos por toda la región se formaron largas colas para votar a partir de las 09:00 horas (08:00 GMT), cuando abrieron sus puertas, que cerrarán a las 20:00 horas.

El Gobierno español reforzó el dispositivo de seguridad con un total de 17 mil agentes, frente a los 10 mil que hubo en 2015.

Los sondeos esbozan un “Parlament” fragmentado, con dos grandes bloques empatados -el independentista y el “constitucionalista”- y, por tanto, una región difícil de gobernar. Para obtener mayoría absoluta son necesarios 68 escaños de los 135 que tiene la Cámara.

Texto:DPA/Foto: EFE