6 mayo,2021 5:13 am

El metro, Ebrard y Sheinbaum

Humberto Musacchio

 

El metro, indudablemente la mejor opción para el transporte en una urbe saturada como la ciudad de México, ha sido también fuente de desastres y problemas que han sacudido a los capitalinos, sin que hasta ahora se haya sancionado a los funcionarios involucrados, como supondría su mal desempeño.

En 1975, en la estación Viaducto, se produjo el alcance de un tren estacionado por otro que no pudo ser detenido, pese a que antes se había dicho que accidentes como ese eran imposibles, pues existía un sistema de frenado automático que nadie, ni el mismísimo conductor, podría impedir aunque quisiera. Pese a lo anterior, el conductor y sólo él fue a la cárcel por varios años. El saldo fue de 31 muertos.

En 2020, en la estación Tacubaya, un convoy se deslizó sobre otro y el choque produjo un muerto y 41 lesionados. En el presente año ocurrió un incendio en el centro de control de la calle Delicias con saldo de un muerto y 30 intoxicados. Ya era directora del Sistema de Transporte Colectivo la señora Florencia Serranía, quien sigue en ese cargo.

Por supuesto, abundan los incidentes en el sistema y las “explicaciones” que rayan en lo ridículo, como en 2015, cuando se produjo un choque entre dos convoyes en la estación Oceanía, lo que la dirección del metro atribuyó a la lluvia, lo que supondría que los convoyes sólo deben circular en tiempo de secas. Por supuesto, no se trata de ver el transporte subterráneo como un peligro constante, pero lo cierto es que los percances ocurridos eran evitables y se produjeron por falta de mantenimiento, corrupción e ineficiencia.

Muy especial es el caso de la línea 12, donde ahora se presentó la desgracia con saldo de 21 muertos y decenas de heridos. Desde que estaba en proceso de construcción se levantaron voces que advirtieron sobre irregularidades. Por ejemplo, no se compró equipo rodante, sino que se optó por rentarlo, y fue de marca distinta a la empleada en que el resto del sistema, los que por cierto ya entonces se fabricaban en México.

La construcción de la línea dorada, como también la han llamado, ha sido una fuente interminable de problemas. Fue inaugurada a fines de 2012, cuando Marcelo Ebrard terminaba su sexenio al frente del gobierno capitalino. Antes de dos años, por fallas en la construcción se tuvieron que cerrar 11 de las 20 estaciones durante un año y ocho meses. En 2015, la Cámara de Diputados pidió a la Procuraduría General de la República que investigara a Marcelo Ebrard, a Mario Delgado, quien fue su secretario de finanzas, y a Enrique Horcasitas, director del metro en esa administración. Ebrard compareció en febrero ante los diputados y poco después se autoexilió en París, donde vivió hasta su regreso a México para participar en la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador, de quien ha sido secretario de Relaciones Exteriores y una especie de vicepresidente de facto.

Con tales antecedentes, no será una sorpresa que Ebrard comparezca ante las autoridades judiciales, las que también podrían llamar a Migue Ángel Mancera. A éste porque en su gestión se hicieron los trabajos de 2014-2015 y los de 2017, después del temblor de ese año, lo que implicó, de acuerdo con lo informado por Jorge Gaviño, su director del STC, una revisión de todas las columnas con rayos X y ultrasonido, el reforzamiento de la columna 69, la trabe 41 y las curvas 11 y 12.

Claudia Sheinbaum tampoco podrá estar tranquila. La permanencia de Florencia Serranía en la dirección el metro fue su decisión, después del choque en la estación Tacubaya, donde murió una persona y más de 40 resultaron lesionadas, y del siniestro en el centro de control de la calle Delicias. No fueron asuntos menores, pero a la jefa de gobierno le pareció que no era para tanto.

Cabe la posibilidad de que los accidente e incidentes de este sexenio puedan ser obra de saboteadores, pero abundan las quejas y denuncias no atendidas. Lo ocurrido el lunes en la línea 12 ya no podrá ser ignorado. No es necesario ser profeta para ver que en este trance dejarán de ser presidenciables Ebrard o Sheinbaum, si no es que ambos. Lo que pasó incidirá en el proceso electoral y podemos adelantar que Morena y socios ya no tendrán mayoría.