21 agosto,2024 6:13 am

El nuevo aire de la campaña demócrata en Estados Unidos  

 

Gaspard Estrada

Esta semana la capital política de Estados Unidos no está en Washington DC, sino en Chicago. En efecto, del lunes al jueves se lleva a cabo la Convención Nacional del Partido Demócrata, en la cual los delegados validarán la investidura de la actual vicepresidenta Kamala Harris como candidata a la Presidencia de los Estados Unidos, así como a Tim Walz, actual gobernador de Minnesota, como su fórmula vicepresidencial. Esta convención se da en un contexto político totalmente diferente al del mes pasado, cuando se llevó a cabo la Convención Nacional del Partido Republicano en la cual Donald Trump fue investido como candidato presidencial.

En aquel momento, la gran mayoría de los analistas –y de las encuestas de opinión– daban por hecho que el millonario de extrema derecha lograría imponerse con facilidad en la mayoría de los “Estados Péndulo” (Swing States en inglés) que van inclinar la balanza de un lado o del otro el próximo 5 de noviembre. La senilidad aparente del Presidente Joe Biden –que era un secreto a voces dentro del Partido Demócrata y en una parte de la comentocracia norteamericana desde hace ya varios meses, revelada por el debate que se llevó a cabo a mediados de junio–, constituía hasta entonces un gran lastre para las campañas de los demócratas, que no solo tenían miedo de perder la Presidencia de Estados Unidos, sino también numerosos escaños en los Congresos federales y locales. Donald Trump había logrado posicionar la idea que su rival era incapaz de continuar desempeñándose como Presidente, evitando así que los medios le den relevancia a sus planteamientos racistas, extremistas y contrarios a la democracia.

Pero la salida de Biden de la carrera electoral, y su reemplazo por Kamala Harris relanzó la competencia electoral. Es más, según varios estudios demoscópicos publicados en los últimos días, la candidata demócrata ya estaría aventajando a su rival republicano en la mayoría de los siete principales Swing States en juego, al tiempo que buena parte de los escaños indecisos en el Congreso podrían inclinarse a favor del partido “azul”. Para varios analistas, es posible comparar esta dinámica positiva de Harris con la que se llevó a cabo en 2008, cuando Barack Obama fue electo. No solamente la base del partido se ha volcado a respaldar a Harris, sino que los electores moderados, y en buena medida los electores independientes están considerando votar por la candidata demócrata.

Sin embargo, Kamala Harris tiene un reto frente a ella. Debe entender y responder a las preocupaciones de los votantes sobre temas importantes como la economía sin ser pesimista. Debe destacar su experiencia como mano derecha del presidente Biden sin ayudar a los republicanos en sus esfuerzos por vincularla a las frustraciones de los votantes con la presidencia de Biden.

Esencialmente, debe explicar por qué es la persona adecuada para abordar los problemas de los próximos cuatro años sin definirse por los últimos cuatro años.

Una reciente encuesta de ABC News-Washington Post-Ipsos muestra por qué Harris debe aprovechar esa oportunidad esta semana. Donald Trump mantiene una considerable ventaja sobre su oponente cuando se pregunta a los votantes en qué candidato confían más para gestionar la economía, la inflación y la inmigración. Frente a ello, Harris tiene un as bajo la manga: la misma encuesta de ABC-Post afirma que sólo el 33 por ciento de los estadunidenses estima que Harris ha tenido “mucha” o “bastante” influencia sobre las políticas económicas de la administración Biden, y sólo el 39 por ciento dice lo mismo de Harris en materia de inmigración. A pesar de los esfuerzos de los republicanos por destacar el papel de Harris como persona de contacto de Biden en la lucha contra la inmigración a través de la frontera sur no parecen haber tenido el efecto deseado.

Esta semana, el Partido Demócrata tendrá el control de facto de las ondas y con ello la oportunidad de controlar la narrativa sobre qué tipo de presidenta podría ser Harris. Los republicanos, por su parte, se enfrentan a un plazo muy ajustado para definir a Harris en sus propios términos, teniendo en cuenta que en algunos estados las primeras papeletas de voto por correo empiezan a llegar a los votantes en tan sólo unas semanas.

 

* Miembro del comité asesor de la Unidad del Sur Global de la London School of Economics (LSE).

 

X: @Gaspard_Estrada