29 octubre,2024 4:58 am

El nuevo gobierno ante el reto norteamericano, y otros más

 

 

Abelardo Martín M.

 

Exactamente en una semana tendrá lugar la elección presidencial en Estados Unidos, donde el pronóstico es reservado, pues las encuestas señalan un empate entre los dos candidatos, Donald Trump, por el Partido Republicano, y Kamala Harris, por los demócratas.

El resultado por supuesto será relevante para el país vecino, pero también para México, pues dependiendo de quién llegue al poder, la relación entre nuestros países tendrá más o menos complicaciones.

En particular, un eventual triunfo del expresidente Donald Trump, significará un gran reto para el gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum, ya que el magnate neoyorkino ha vuelto a hacer de la xenofobia y los ataques a nuestro país uno de los ejes de su campaña, ya ha amenazado con reabrir la negociación del tratado comercial vigente entre ambos países y Canadá, así como la aplicación de aranceles y una serie de medidas económicas que darían al traste con la cooperación regional y con el dinamismo productivo, comercial y financiero que beneficia a las tres naciones. Trump ha anunciado que terminará de construir el muro fronterizo que comenzó en sus anterior mandato, y que radicalizará su política antiinmigrante, “con la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”.

Mientras ese escenario se aclara y llega el tiempo de afrontar los nuevos desafíos, el gobierno mexicano ha desplegado en el escaso mes desde su inicio, una intensa actividad en la que ha puesto en marcha diversos programas que serán sus prioridades a lo largo del sexenio.

El fin de semana pasado, la Presidenta dio arranque al programa de vivienda, con el cual se pretende construir y poner en manos sobre todo de los jóvenes que emprenden un proyecto de vida, un millón de hogares que se entregarán mediante un novedoso mecanismo de renta con opción de venta posterior.

También hace unos días, desde Palacio Nacional se dio a conocer el plan de salud alimentaria que se aplicará a partir del próximo año en las escuelas de todo el territorio nacional, para garantizar una alimentación nutritiva y de calidad para la niñez y los jóvenes, y para erradicar la comida chatarra de los planteles escolares.

No es el primer esfuerzo que se hace en este sentido, pero las medidas aplicadas hasta hoy han resultado poco menos que inútiles. Los monitoreos oficiales muestran que en más del 95 por ciento de las escuelas se vende al alumnado comida chatarra y bebidas azucaradas, en su inmensa mayoría refrescos, y cuando no es dentro de los recintos, estos productos se ofrecen afuera de los mismos. Este reto no es menor, desde hace años México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, con todos los riesgos y secuelas que ello implica para el resto de la vida de los afectados.

Entre otras actividades, el fin de semana la Presidenta Sheinbaum acudió por tercera vez al puerto de Acapulco, donde ha seguido de cerca las estrategias de apoyo a la población, luego del paso del huracán John, que inundó la ciudad y produjo estragos en la región.

Esta vez, se presentó un informe sobre las acciones llevadas a cabo, que han consumido recursos por más de siete mil 700 millones de pesos. Lo más importante es que aunque la emergencia se considera terminada, ahora se pasará a una nueva etapa denominada “Acapulco se transforma contigo”, con el objetivo de reactivar integralmente la región, con la participación de diversas instancias oficiales, federales, estatales y municipales.

Ante la nueva realidad impuesta por el cambio climático en el planeta, lugares como Acapulco se han vuelto más vulnerables, como lo ha evidenciado la sucesión de huracanes, Otis y John, que impactaron sucesivamente el centro turístico en menos de un año. Ello obliga a emprender acciones integrales que mitiguen los efectos de los fenómenos meteorológicos, y que protejan a las familias más pobres, las más expuestas a las inclemencias naturales.

Entre las tormentas hídricas, los reclamos sociales y los tornados políticos internacionales, al gobierno de Claudia Sheinbaum le ha tocado un periodo de enormes exigencias y potentes amenazas. Lo bueno es que la Presidenta ha llegado al poder con un apabullante apoyo popular que le ha dado fortaleza y legitimidad. Y que en su desempeño ha demostrado inteligencia, preparación y sensibilidad.