4 mayo,2024 3:40 am

El obispo Rangel recuerda que entró a una tienda y perdió el conocimiento, informa su abogado

 

Chilpancingo, Guerrero, a 4 de mayo de 2024.- En nuevas declaraciones que hizo ayer a medios de comunicación de la Ciudad de México, el abogado del obispo Salvador Rangel Mendoza, Luis Alberto Gasca Cisneros informó que el prelado le contó que lo último que recuerda antes de perder el conocimiento es que entró a una tienda Oxxo.

El abogado volvió a denunciar que el obispo Rangel está siendo revictimizado por el gobierno de Morelos, y que con ello incurre en daño moral.

En entrevista en el noticiero En Punto de Televisa, el abogado agregó que la familia del obispo Rangel analiza demandar penalmente al gobierno de Morelos por daño moral, que le causan las declaraciones del comisionado de Seguridad, Jorge Antonio Ortiz Guarneros, quien negó que el prelado haya sido víctima de secuestro y difundió que entró voluntariamente a un hotel.

Por su parte, el subsecretario de Desarrollo Político y Social de la Secretaría General de Gobierno, Francisco Rodríguez Cisneros informó que estuvo al tanto del caso en los primeros momentos de que se denunció su desaparición, pero que ahora desconoce su situación y dónde está recuperándose.

Gasca Cisneros informó ayer que el obispo emérito sigue recuperándose y que su estado de salud aún es delicado, pero tampoco informó dónde se encuentra el clérigo.

Informó que Rangel le dijo que lo último que recuerda es que salió de su casa y se detuvo en una tienda de conveniencia a comprar algo, “y ya de ahí perdió el conocimiento, no recuerda si lo golpearon o le dieron algo a oler”, declaró Gasca.

Aclaró que Rangel Mendoza está haciendo valer su derecho a guardar silencio como víctima, además de que todavía no se encuentra en las “mejores condiciones de salud”.

“Él en su momento, si es su deseo, rendirá sus declaraciones pertinentes, obviamente, eso será cuestión de que lo platique él con su familia y con un servidor para ver si es lo más pertinente rendir una declaración”, dijo el abogado.

Insistió en que se está revictimizando al obispo y rechazó las declaraciones del comisionado de Seguridad de Morelos, Jorge Ortiz Guarneros, quien negó que el obispo haya sido secuestrado, como aseguró el fiscal general de ese estado Uriel Carmona, y difundió la versión de que, supuestamente, entró a pie a un motel con otro hombre.

Atribuyó las declaraciones del comisionado a situaciones de carácter político por el proceso electoral, “y para mandar un mensaje de que en Morelos no hay violencia”.

Del señalamiento de las autoridades de Morelos de que el obispo abandonó el hospital sin rendir sus declaraciones, el abogado declaró que está haciendo valer su derecho a guardar silencio como víctima, aunado a que todavía no se encuentra en las mejores condiciones de salud.

“Monseñor está delicado de salud y hasta no saber lo que él manifieste concretamente, que recuerde, vamos a estar en condiciones de hacer una declaración”, insistió.

“Ahorita, en este momento, él está en su domicilio restableciéndose, porque sí está delicado de salud, no puede hablar muy bien, estaba en un estado de salud muy delicado”, reiteró.

Ya no se tiene información, dice el subsecretario Francisco Rodríguez

Por su parte, el subsecretario de Desarrollo Político de la Secretaría General de Gobierno de Guerrero, Francisco Rodríguez Cisneros informó que en el gobierno del estado estuvieron al tanto de la situación del obispo sólo en los primeros momentos de que se denunció su desaparición, pero que ayer ya no tenían información de él.

“Cuando se supo de su situación, la señora gobernadora (Evelyn Salgado Pineda) instruyó que en los municipios limítrofes con el estado de Morelos se realizara una búsqueda, con la finalidad de coadyuvar en su localización”, dijo.

“Los hechos ocurrieron en el estado de Morelos y le corresponde a la Fiscalía de Morelos llevar todo lo que es la investigación”, agregó el funcionario la mañana de ayer entrevistado después de una misa con motivo del Día de la Santa Cruz, en el barrio que lleva ese nombre en Chilpancingo.

Reconoció que después de que fue localizado ya no conocen cuál es la situación física o emocional, “somos muy respetuosos de su situación, entendemos que es el Episcopado el que ha estado llevando las cosas”. Indicó que el gobierno de Guerrero sólo está a la espera de que la Fiscalía de Morelos, tengan una postura.

“Estuvimos en un primer momento desde que se dio a conocer esta lamentable situación, se hizo del conocimiento de la Mesa de Coordinación Estatal y la gobernadora instruyó que se hiciera una búsqueda en los municipios limítrofes y sólo sabemos lo que ya se hizo público”.

Informó que la Fiscalía de Guerrero está esperando a que su similar de Morelos la convoque a interactuar de manera institucional.

El funcionario declaró, a pregunta de un reportero, que no ve que haya una campaña de revictimización contra el obispo, “y nos sumamos al llamado que hace el Episcopado de manera muy respetuosa”, dijo en referencia a la petición que hizo el jueves la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) de que “se eviten conjeturas y especulaciones que enrarecen el caso de forma innecesaria, tomando en cuenta la dignidad humana”.

La revictimización del prelado comenzó cuando el comisionado de Seguridad de Morelos, Ortiz Guarneros declaró el jueves que el obispo no fue secuestrado. Esa versión ha sido replicada en plataformas informativas, la mayoría afines a los gobiernos federal y de los estados de Morelos y Guerrero.

Pide el párroco de iglesia de la Santa Cruz trabajar por la paz a los tres poderes del estado

Ante la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Raymundo Casarrubias, el sacerdote Gamaliel Villalobos, encargado de la parroquia del barrio de la Santa Cruz, en Chilpancingo, llamó a los tres poderes del Estado a trabajar en unidad para reconstruir el tejido social y lograr la paz en Guerrero. Pidió a las autoridades hacer a un lado las diferencias, “y ver cuál es el bien común para nosotros”.

La mañana de ayer se celebró en esa parroquia la ceremonia religiosa con motivo del Día de la Santa Cruz, sin la presidencia del obispo José de Jesús González ni de ningún representante de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, como sí han estado en años anteriores.

Las diferencias entre los representantes de la diócesis Chilpancingo-Chilapa con el gobierno del estado comenzaron desde el anterior obispado que encabezó Salvador Rangel Mendoza, quien criticó la falta de resultados en materia de seguridad de los gobiernos federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, y el estatal, entonces a cargo de Héctor Astudillo.

Rangel se pronunció entonces por el diálogo con los líderes de los grupos criminales que operan en Guerrero para lograr la paz, lo que fue rechazado por las autoridades y llevó a la confrontación entre gobierno e iglesia en la entidad. El diferendo continuó con el actual obispo de la diócesis González Hernández, quien desde el año pasado ha evitado encontrarse con la gobernadora en ceremonias religiosas, como la de ayer en el barrio de la Santa Cruz, a la que tradicionalmente asistían los representantes de la diócesis.

Este viernes asistió la gobernadora Salgado Pineda, el presidente del TSJ, la madre de la gobernadora, María de Jesús Pineda Echeverría, la presidenta del DIF estatal y hermana de la gobernadora, Liz Salgado, y en representación de la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández, la presidenta del DIF municipal e hija de la alcaldesa, Valeria Rentería.

El sacerdote Villalobos dijo en su homilía que la invitación fue a los representantes de los tres poderes del estado para orar y pedir por ellos en estos momentos difíciles que está viviendo el estado.

Aprovechó para hacerles el llamado a trabajar juntos para resolver el problema de la violencia en la entidad. Pidió hacer cada uno lo que le toca desde su trinchera, “pero tenemos que hacer algo por nuestro pueblo, tenemos que trabajar juntos, porque somos paisanos, somos de esta misma tierra y tenemos que buscar ayudarnos unos a otros, tenemos que reconstruir día con día desde nuestras personas, nuestra familia, la sociedad y nuestro mundo”.

Dijo que nadie va a poder hacerlo solo, “tenemos que unirnos, tal vez tengamos diferencias, pero esas las debemos dejar a un lado y ver cuál es el bien común para nosotros”.

“Yo los invito señor magistrado, señora gobernadora, y a todo el pueblo que hoy nos visita, parroquianos de aquí de la Santa Cruz, que trabajemos por la unidad, que trabajemos por nuestro bienestar, y que luchemos para que Cristo sea el que reine en nuestras vidas”.

Al final de la misa, la gobernadora, el presidente del TSJ y la mayoría de los funcionarios no se quedaron al desayuno, como sí lo han hecho en años anteriores. Además, la gobernadora evadió hacer declaraciones a los medios de comunicación, como ya se ha hecho costumbre.

Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Luis Daniel Nava / Archivo