29 octubre,2020 9:33 am

El ojo clínico de Mike Brito confió en el talento de González y Urías

El legendario cazador de talentos que llevó a los dos pitchers mexicanos a los Dodgers, destaca la labor que hicieron para que el equipo de Los Ángeles ganara el partido decisivo de la Serie Mundial. “Desde que los vi, cuando tenían 13 o 14 años, tenían con qué triunfar en el beisbol”, señal

Ciudad de México, 29 de octubre de 2020. El ojo clínico del scout Mike Brito nunca se equivoca. Como si se tratara de un amuleto de la suerte, el legendario cazador de talentos de los Dodgers se encargó de llevar a la organización angelina a dos héroes mexicanos que fueron clave en la Serie Mundial 2020.

Sin embargo, pese al buen juicio de Brito, la victoria del nayarita Víctor González y el salvamento del sinaloense Julio Urías en el Juego 6 frente a Tampa Bay, ha sido mérito de ellos mismos.

“Me siento súper contento por la labor de estos dos muchachos que gracias a Dios, primero, y después a ellos, nosotros nos coronamos campeones, una situación que nunca había pasado que dos mexicanos hayan tenido que ver tanto en una victoria para ganar el campeonato mundial”, externó Brito.

“Lo que podían o no aportar en una Serie Mundial solo Dios lo sabía, lo que yo sabía es que ellos tenían talento para hacer cosas buenas, pero nunca se sabe en el beisbol, uno calcula, piensa, y lo demás queda en manos de ellos y de Dios.

“Desde que yo los vi, cuando tenían 13 o 14 años, tenían con qué triunfar en el beisbol, pero nunca supimos, diría mentiras si dijera lo que podían hacer en el futuro, tenían todo para hacer cosas buenas como las hicieron, tanto Julio como Víctor”, añadió Brito en entrevista telefónica con Grupo REFORMA.

A lo lejos se puede observar a un hombre detrás de home vigilando los lanzamientos de dos adolescentes. El enorme puro, un sombrero y la pistola de radar son los emblemas que acompañaron a Brito para detectar dos brazos capaces de brillar en Grandes Ligas, pero añadiendo trabajo, disciplina y con un poco de suerte.

“Primero que nada yo tenía ambición, ellos le echaban muchas ganas y cuando estaban en los torneos de México a los 14 años ya se les miraba que tenían las cualidades para mejorar, y ése es el punto clave. Uno cuando va a scoutear va y los mira y uno tiene que catalogar lo que van a hacer. Julio enseñó muy buenas rectas, pero no tenía la experiencia que adquirió durante los últimos cuatro años. Es un cálculo, un albur, y tiene que ser a juicio de uno, pero también cuenta mucho el factor suerte”.

Brito recuerda cómo fue elaboró el reporte de los dos adolescentes mexicanos antes de que los firmarán en Grandes Ligas.

“Yo cuando puse el reporte de Julio, le puse lo del problema en el ojo, pero que con una operación se podía mejorar y así fue. Le dejé saber a los coaches esa situación y lo trajimos, lo operaron y gracias a Dios quedó bien y está al 100 por ciento. Nació con un problemita, pero trabajó duro, le puso ganas, Dios lo ayudó y su buena vista sigue ahí.

“Víctor también fue otro muchacho que batalló mucho para triunfar. Tuvo una operación en el codo y estuvo fuera del beisbol por un año y meses, y gracias a Dios volvió otra vez y ahora se está viendo mucho mejor que cuando yo lo empecé a seguir”, expresó el buscador de talento cubano, quien en 2015 fue reconocido con el premio International Scout of the Year Award.

Brito no esconde su felicidad por la corona de sus Dodgers, y, aunque no se considera un superman del scouteo, está consciente de que gracias a él la sequía de 32 años sin ganar un campeonato se rompió.

Viven título a la distancia

Mientras Luis Iván Rodríguez observaba el primer juego ante los Caballeros Águila, su amigo Víctor González subía al montículo en Arlington y ayudaba a darle a los Dodgers su primer título de Serie Mundial en 32 años.

“Una emoción enorme, estaba viendo las imágenes, los videos, cuando él estaba lanzando se me enchinaba la piel, llevamos una muy buena amistad, así la creo yo y así lo cree él, lo que él estaba haciendo era muy emocionante”, compartió el pitcher tapatío.

“Es una persona muy concentrada en lo que quiere dentro y fuera del beisbol, es muy humilde y muy amable que aunque no te conozca te saluda, te da la mano, empieza a platicar contigo, es una persona muy noble”.

Los lanzadores de los Charros se conocieron en la tierra de González, en Tuxpan, Nayarit, cuando Luis Iván fue enviado por los Vaqueros de Unión Laguna a la Liga Noroeste y a partir de que coincidieron en Charros se hizo más fuerte la amistad.

¿Por qué le fue tan bien a Víctor esta temporada?, se le cuestionó.

“Más que nada porque él tenía mucha seguridad en sí mismo, no tenía miedo a fallar, no tenía muchos nervios al estar en una Serie Mundial, en una Liga que le abrió muchas oportunidades a muchos prospectos y él la supo aprovechar, venía de varias lesiones y ahorita está saludable”.

“Platicaba conmigo cuando venía de la lesión Tommy John, que no se recuperaba, y uno le estaba ayudando con uno que otro consejo para que no dejara un sueño que quería cumplir”, finalizó Luis Iván Rodríguez.

Texto: Sineli Santos / Agencia Reforma

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