Gaspard Estrada
Desde el pasado domingo, el Parlamento Europeo se encuentra cimbrado por una crisis de proporciones poco antes vistas en la Unión. Miembros y ex integrantes del Parlamento Europeo están siendo investigados por presunto lavado de dinero y sobornos que provendrían de un país del Golfo, y según los medios de comunicación, se trataría de Qatar.
La Policía cree que la nación del Golfo Pérsico habría violado las leyes para conseguir favores y blanquear las críticas al mundial de fútbol. Una situación que aumentó tras las polémicas por vulnerar los derechos humanos, principalmente por los denunciados casos de explotación laboral contra migrantes que trabajaron en las obras para la Copa del Mundo.
Varias personalidades políticas habrían recibido fuertes sumas de dinero para influir a favor del país del Golfo Pérsico, entre ellos la vicepresidenta de la Eurocámara, la socialista griega Eva Kaïli. Esta última fue arrestada tras haber sido sorprendida en flagrancia, por lo cual su inmunidad parlamentaria no pudo ser esgrimida.
Entre los capturados también se encuentran un asistente parlamentario del grupo de Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo, pareja de Kaïli, el ex eurodiputado socialista italiano, a quien la prensa local identificó como Pier-Antonio Panzeri, el recién elegido presidente de la Confederación Sindical Internacional (CSI), el italiano Luca Visentini y un lobista, cuya identidad aún no ha sido revelada.
Como las investigaciones continúan, no se puede descartar que más nombres de personalidades políticas europeas aparezcan en los próximos días. Pero desde ahora, es posible afirmar que estas revelaciones han tenido un efecto devastador para la imagen del Parlamento Europeo. La presidenta de esta institución, Roberta Metsola, regresó de su país de origen, Malta, para liderar una reunión de urgencia con los líderes de los grupos representados en el Parlamento Europeo. Por su lado, el grupo de los socialistas europeos, donde figuraba Kaïli, decidió excluirla, al tiempo que el Partido Socialista Griego, el PASOK, la expulsó de sus filas. Desde hace unos meses, la relación entre la ahora ex vicepresidenta del Parlamento Europeo y su formación de origen eran tensas. Pero ahora llegó a un punto de ruptura.
Sin embargo, para poder restaurar la credibilidad del Congreso, será necesario algo más que afirmar que el “Parlamento Europeo está bajo ataque”, como lo dijo la presidenta Metsola poco tiempo después de llegar a Bruselas. Conforme pasan los días, y las revelaciones de los medios se multiplican, queda claro que existe un verdadero problema de rendición de cuentas y de transparencia dentro del Parlamento, lo cual puede poner en peligro la reputación de las instituciones europeas, en un momento clave para el futuro de Europa.
Es necesario que las prácticas de lobbying dentro de las instituciones comunitarias sean reguladas de manera mucho más clara y consistente. Por otro lado, los parlamentarios deberían declarar ante una autoridad competente si ejercen otras actividades por fuera de sus mandatos como diputados. La adopción de estas medidas sería un paso bienvenido, pero no suficiente. Es necesario ir más allá en la vigilancia de las actividades paralelas de los parlamentarios europeos.
Tras la invasión de Ucrania por Rusia, la Unión Europea se encuentra en una encrucijada. Ante los enormes desafíos que viven los países miembros de la UE, parece indispensable mantener la unidad y la credibilidad de las instituciones comunitarias, para poder impulsar nuevas iniciativas políticas y económicas que permitan evitar la dislocación del bloque. En esta perspectiva, escándalos como éste pueden contribuir a fragilizar ese proceso. De ahí la importancia de dar respuestas rápidas y contundentes frente a una opinión pública cada vez más exasperada por los abusos de ciertos dirigentes políticos y económicos, ya sea en Europa o en el mundo
* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París
Twitter : @Gaspard_Estrada
