En Canadá se ha formado una importante tormenta legal, con miles de ciudadanos acusados de infringir derechos de copyright. La polémica, surgida a raíz de la emisión y compartición no autorizadas de una película de Ryan Reynolds, ha servido para arrojar luz sobre las graves consecuencias que puede acarrear ver películas de forma ilegal.
En este caso en particular, se acusa a más de 1900 direcciones IP de todo el país de infringir los derechos de copyright de la película El otro guardaespaldas 2. Las posibles multas por esta infracción podrían llegar hasta los 50 000 dólares, lo que ha llevado a muchos usuarios a replantearse sus acciones.
La ley de propiedad intelectual en internet
El mundo de la creación de contenidos online es muy diverso, ya que engloba desde videojuegos y juegos de casino online hasta el cine y las series de televisión, por lo que la legislación en materia de derechos de copyright es también muy compleja.
Sin embargo, el problema de los streamings de cine ilegales es el caso más conocido. Desde el nacimiento de internet, los usuarios online han vivido con la amenaza permanente de ser demandados por descargar contenidos protegidos por derechos de copyright.
La ley de propiedad intelectual en internet es un ámbito con muchas facetas que evoluciona al ritmo que avanza la tecnología. Todos los creadores que entran dentro del espectro digital, desde cineastas hasta desarrolladores de juegos, confían en los derechos de copyright para proteger su propiedad intelectual.
Uno de los principales objetivos de las leyes de propiedad intelectual es conceder a los creadores los derechos exclusivos sobre sus obras durante un periodo determinado, lo que incluye la posibilidad de reproducir, distribuir, representar y mostrar los contenidos propios.
En el caso de las películas en streaming, el auge de las plataformas online y de los sitios web de torrents ha facilitado el acceso y visionado de películas protegidas con derechos de copyright sin disponer de la autorización necesaria. Estas acciones suelen infringir los derechos de copyright y, por lo tanto, avalan a los creadores en sus demandas.
Casos famosos
Las consecuencias de infringir derechos de copyright pueden ser muy graves. En 2019, la popular plataforma de streaming HBO amenazó con denunciar a un usuario de Twitter por usar contenido de su serie Juego de tronos. Lo curioso del caso es que dicho usuario no era otro que Donald Trump, a la sazón presidente de Estados Unidos. Trump había usado imágenes y textos extraídos de la serie sin permiso, por lo que HBO le advirtió que le demandaría si no retiraba la publicación en cuestión.
El caso mostró el compromiso de la industria del entretenimiento con la protección de sus contenidos por medios legales, y sirvió para recordar que compartir materiales con derechos de copyright en redes sociales puede tener consecuencias jurídicas. La Casa Blanca se vio obligada a explicar los motivos de la infracción y a llegar a un acuerdo con HBO, pero el castigo podría haber sido mucho peor.
En el caso de El otro guardaespaldas 2, las acciones legales podrían alcanzar cotas nunca vistas. Casi 2000 canadienses podrían ser condenados a pagar 50 000 dólares cada uno para compensar a Hitman Two Productions, la productora del filme.
¿Podría llegar a pasarnos a nosotros?
En declaraciones a la CBC, Kenneth Clark, el abogado que la productora, subrayó que los proveedores de servicios de internet (ISP) suelen advertir hasta en dos ocasiones a los usuarios cuando descubren que están cometiendo una actividad ilegal. Aunque los 50 000 dólares de multa parecen excesivos, Clark explicó que se trata del importe máximo permitido por la ley canadiense de propiedad intelectual y que las multas suelen bailar entre las cantidades máxima y mínima establecidas legalmente.
Sin embargo, muchos expertos opinan que estas demandas lo único que persiguen es monetizar el miedo y la incertidumbre a ser denunciados más que resarcir una infracción de derechos de copyright. Según estos mismos expertos, la legislación en materia de derechos de copyright debería replantearse de arriba abajo.
¿Cómo acabará todo? ¿Corremos peligro si vemos películas en streaming de forma ilegal? Pues es posible. Aunque las cifras que se barajan están pensadas para asustar a la gente, la tecnología empleada para detectar a quienes comparten películas ilegalmente es cada vez más avanzada. Los creadores disponen hoy en día de más armas para amenazar con emprender acciones legales, lo que podría desembocar en una multa.
Como todo en la vida, vale más prevenir que curar, por lo que quizá resulte más conveniente suscribirse a cualquiera de las plataformas de streaming que ofrecen películas y series de forma legal.
