16 agosto,2024 5:52 am

El rastro TIF de Altamirano, el fracaso de una opción detonante de la ganadería calentana

 

 

 

Ciudad Altamirano, Guerrero, 16 de agosto de 2024. Con una inversión de más de 150 millones de pesos se construyó en 2006 el rastro Tipo Inspección Federal, (TIF), sin embargo, nunca funcionó tal y como se había proyectado, de tal manera que desde un inicio el proyecto fracasó y después de 18 años se encuentra en total abandono.

El edificio está sin funcionar desde hace más de 10 años. Invadido por maleza y con bardas dañadas.

La obra fue construida en el Gobierno de Zeferino, Torreblanca Galindo, y fue presentado en su momento como el proyecto que ayudaría a detonar la economía y la ganadería de la región de la Tierra Caliente, a pesar de qué los mismos ganaderos de la región advirtieron que esa posición del gobierno del estado era equivocada.

Cuauhtémoc Mastachi Aguario, quien actualmente es el presidente municipal de Pungarabato, en 2006 era el líder regional de los ganaderos y advirtió, que ese proyecto solamente beneficiaría a aquellos empresarios que tuvieran dinero para invertir y costear el gasto correspondiente, pero negó que fuera en su momento el “proyecto que detonaría la ganadería regional”.

El rastro TIF, Era un proyecto de empresarios particulares, se trataba de un proyecto controlado por inversión particular, del cual incluso se decía que funcionarios de gobierno del estado, tenían dinero invertido en ese proyecto.

Para que pudiera funcionar, el gobierno de Zeferino Torreblanca adelantó que para 2007, todos los ayuntamientos deberían de cerrar sus rastros municipales en la Tierra Caliente y los nueve municipios. Se verían obligados a sacrificar sus animales para sus mercados en este rastro, porque no contaban con las medidas de sanidad básica.

Esto implicaba que los ganaderos pagarían por llevar sus animales a sacrificar al rastro TIF ubicado en el ejido de Sinahua a 15 kilómetros del centro de Altamirano, que serían los que pagarían un poco menos en los nuevos gastos de gasolina por traslado. Pero los demás vendrían de 20, 30 40 y hasta 50 kilómetros de distancia a sacrificar sus animales para los mercados regionales.

Esta medida provocó demandas de parte de los ganaderos e incluso de los ayuntamientos para que no fueran cerrados los rastros municipales, y finalmente lograron ganar las demandas.

Hasta 2013 algunos ganaderos utilizaban de vez en cuando el rastro TIF para algunos sacrificios especiales, sin embargo no hubo un proyecto que permitiera que este espacio fuera funcional, por lo que terminó cerrando.

Actualmente todos los mercados de la Tierra Caliente cuentan con un rastro en cada municipio. Ninguno de los rastros regionales cuenta con las medidas básicas de sanidad. En el caso de Altamirano, es el que cuenta con las mejores condiciones, y esto implica que cuenta con un horno para quemar los desechos, sin embargo, se encuentra pegado al río y una parte del drenaje va a dar a las aguas del río Cutzamala.

En el resto de la región, las condiciones son igual de complicadas en la sanidad del tratamiento de las carnes y de los desechos. La mayoría se encuentra cerca de los ríos.

Los ganaderos en el local siguen utilizando los rastros municipales, mientras que el ganado más fino, sale de la región al norte de la República, en donde lo compran mediante empresas particulares acaparadoras.

 

 

 

Texto y foto: Israel Flores