Mexicali, Baja California, 30 de diciembre de 2021. El valle de Mexicali se convirtió en el escenario de las pugnas derivadas de la escisión del cártel de Sinaloa entre dos grupos que buscan controlar la parte noroeste de la frontera, una lucha que ya concentra el 38 por ciento de los homicidios violentos cometidos en todo el municipio.
En el 2021, hasta el 24 de diciembre, hubo 293 homicidios, de los cuales 112 fueron cometidos en el valle de Mexicali, según estadísticas de la Dirección de Seguridad Pública de Mexicali.
La zona agrícola de la capital del estado, conocida localmente como “valle de Mexicali”, cuenta con 260 mil 914 habitantes, según un censo del gobierno local en 2018, es decir, apenas el 24.47 por ciento de la población municipal.
Su proximidad con San Luis Río Colorado, Sonora, en México, y con el Condado de Imperial, Caléxico, Estados Unidos, la hace una región ideal para el tráfico de personas y drogas, principalmente fentanilo y cocaína.
A pesar de ser una población reducida, la criminalidad va en aumento, avionetas caídas, ejecuciones y narcomantas, son solo algunas de las consecuencias visibles de esta pugna entre Jesús Alexander Sánchez Félix El Ruso y los llamados Chapitos, hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, que intentan controlar la plaza a través de su grupo armado Los Salazar.
Desde hace al menos una década, El Ruso fue respaldado en la plaza por Ismael El Mayo Zambada García, pero al haber una disputa de éste con los hijos del Chapo, el grupo se dividió.
En un recorrido por el valle de Mexicali, ejidatarios indicaron que el valle cuenta con pistas de terracería para narcoavionetas, aseguran que han habido secuestros no denunciados, e incluso que se colocan “filtros” de criminales en algunas carreteras, por lo que constantemente los empresarios agrícolas temen por su seguridad.
“(Al sur) en los ejidos entre el Durango y Carranza hasta el Kilómetro 57 (Estación Coahuila) le llamamos el ‘cinturón de la muerte’ por toda la criminalidad, balaceras, y en (el norte) el poblado de Hechicera, la Mesa Arenosa, ejido Yucatán, Irapuato, hasta Cuervos, Los Algodones, es el paso de drogas, polleros”, indicó un habitante del valle.
En el poblado de Los Algodones, en diferentes días, se pudo observar a decenas de migrantes esperando cruzar a Estados Unidos cerca de la Presa Morelos, quienes eran vigilados por varios “halcones” en motocicletas.
Un agente de la Policía Municipal, quien prefirió reservar su nombre por razones de seguridad, indicó que hasta noviembre solo había 14 patrullas para los más de 260 mil habitantes del valle de Mexicali.
Reconocen el alza de la violencia
El pasado 17 de diciembre, el ex fiscal regional de Mexicali, Pedro Ariel Mendívil García, tomó posesión como Director de Seguridad Pública Municipal; ese día, la alcaldesa Norma Alicia Bustamante Martínez dijo que valoró su experiencia en la investigación del delito.
En entrevista con Grupo Reforma, Mendívil García reconoció la alta incidencia delictiva del valle de Mexicali: Del 1 al 24 de diciembre se registraron 20 homicidios en Mexicali, dijo, 8 de ellos fueron en el valle.
“Indudablemente es un fenómeno que está a la vista de todos”, admitió, “es un tema real, tenemos una alta incidencia criminal precisamente en esta área de Mexicali”.
“Si bien hay una lucha entre dos cárteles por el trasiego de droga, que están obviamente tratando de controlar la zona agrícola, para nosotros el diagnóstico realizado nos arroja dos áreas importantes de alta criminalidad”, puntualizó.
“Una es el área de (los ejidos) Chiapas 1, y Chiapas 2, este corredor que colinda con la frontera de San Luis Río Colorado y la otra zona de conflicto es el área sur del valle de Mexicali, lo que es colonia Nueva, Kilómetro 57 (Estación Coahuila), Kilómetro 43 (poblado Guadalupe Victoria)”, añadió.
Y finalmente una tercera zona, donde se ha incrementado el robo con arma de fuego y extorsiones,, el corredor de El Faro, en la vía hacia San Felipe.
Texto: Staff / Agencia Reforma
