14 mayo,2018 5:31 pm

Embajador Europeo en Cuba: “Hemos entrado en una nueva etapa”

Texto: DPA / Foto: EFE. En la imagen, el embajador europeo en Cuba, Alberto Navarro. 
Cuba y la Unión Europea (UE) abren este martes un nuevo capítulo en sus relaciones con su primera cumbre gracias a la firma en 2016 del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación que dejó atrás 20 años de desencuentro entre La Habana y Bruselas.
“Hemos entrado en una etapa nueva que tiene un marco jurídico que regula las relaciones entre Cuba y la Unión Europea”, aseguró a DPA Alberto Navarro, embajador europeo en La Habana.
Negociado de abril de 2014 a marzo de 2016, el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación fue firmado el 12 de diciembre de 2016 y entró en vigor provisionalmente el 1 de noviembre de 2017, pero todavía debe ser ratificado por todos los Parlamentos nacionales de los países miembros, aunque no se esperan sorpresas.
La media de ratificación de estos acuerdos suele ser de dos años. Lo único que podría retrasarla es la disolución de algún Parlamento o la situación electoral, por lo que para finales de 2018 debería estar concluido el proceso en los 28 Estados del bloque comunitario.
“Por mi experiencia, yo no veo un precedente de que un Parlamento lo embarranque”, afirmó Navarro, quien señaló cómo en algunos países miembros “el tema Cuba es casi un tema de política interior”.
En 1996, el entonces presidente conservador español José María Aznar impulsó la denominada “Posición Común” que condicionaba el diálogo de la UE con La Habana al avance en materia de derechos humanos.
La acción estaba alineada con las medidas estadounidenses conocidas como Ley Torricelli (1992) y Ley Helms-Burton (1996) que reforzaban el embargo estadunidense a La Habana en los momentos de la peor crisis económica cubana tras la caída de la Unión Soviética, conocida como “Periodo Especial”.
“La ‘posición común’ me pareció un error, creo que la Unión Europea lo que tiene que favorecer es el diálogo y la cooperación, como estamos haciendo ahora”, dijo Navarro.
“Hay que dejar el pasado atrás y mirar hacia delante, porque cuando miro para atrás es solo para aprender del pasado y no cometer esos errores”, dijo el embajador, quien consideró que aquella línea política “no fue razonable y lo único que nos ha llevado es a 20 años de prácticamente parálisis de las relaciones entre la Unión Europea y Cuba”.
La política de “mano dura” con el Gobierno de la isla no funcionó y antes de la firma de este acuerdo, Cuba había suscrito acuerdos de cooperación con 22 países miembros y mantenía diálogos políticos con 24 de los 28.
Pero a pesar de la ineficiencia de esta política, hasta el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación de 2016, Cuba era el único país de la región con el que la UE no tenía aún un pacto bilateral.
“Este es un acuerdo para impulsar el diálogo político y la cooperación, pero no es preferencial, por lo que no hay ningún tipo de concesiones comerciales”, aclaró Navarro, quien consideró importante para la isla “abrir la economía a la inversión extranjera”.
“Cuba debería mirar la posibilidad de entrar al Post-Cotonou que le daría toda una serie de ventajas que ahora no tiene en la relación con la Unión Europea”, señaló Navarro.
El Acuerdo de Cotonou fue firmado en 2000 entre la UE y el Grupo de Estados de África, el Caribe y el Pacífico, conocidos como países “ACP”, pero Cuba no lo firmó porque consideró que la cláusula sobre derechos humanos era una injerencia en sus asuntos internos.
El acuerdo establece relaciones comerciales preferentes de acceso al mercado europeo para ciertas exportaciones y en el 2020 se debe renovar, aunque están todavía por negociarse las nuevas condiciones.
“Es una decisión soberana cubana, pero creo que es el marco natural para Cuba porque están todos los países del Caribe”, señaló el embajador, quien aclaró que en Cotonou “hay países muy variopintos con todo tipo de sistemas políticos y económicos”.
Ser miembro de Cotonou le permitiría automáticamente a Cuba acceder a los fondos del Banco Europeo de Inversiones y entrar en el mercado europeo con 500 millones de consumidores.
Actualmente, Cuba vive una delicada situación económica provocada por la crisis política venezolana. En 2016 tuvo una contracción del 0.9% del PIB, la primera recesión en los últimos 20 años y en 2017 cerró con un tímido 1.6% de crecimiento.