Presenta Alejandro González Irrárritu su instalación Carne y arena en la Ciudad de México
Texto: Óscar Raul Cid de León, Agencia Reforma
Ciudad de México, 13 de septirmbre de 2017. Luego de Cannes, Milán y Los Ángeles, la experiencia Carne y arena llega a la Ciudad de México, un viaje al desierto de Arizona de la mano de Alejandro González Iñárritu, quien lleva al espectador a una inmersión en realidad virtual junto a un grupo de migrantes que serán asaltados por la patrulla fronteriza. “Virtualmente presente, físicamente invisible”, dice el subtítulo de la pieza.
Pero no es cine, se apresuró a responder el cineasta, ganador de tres Óscares, durante la presentación de la instalación en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM: “Es un nuevo medio con capacidades infinitas distinto al cine, y que fue todo un proceso de aprendizaje que afortunadamente llegó a buen puerto”.
La instalación estará abierta al público hasta el 18 de septiembre, a partir de reservas, pues la experiencia, que dura alrededor de siete minutos, es individual. Pero hay quien ya vio la pieza, como Miguel Ángel Mancera, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, presente en la conferencia.
“Es algo que te conmueve, que trastoca las fibras más sensibles, porque estás ahí”, aseguró. “A mí se me fue encima uno de la migra”, diría, por su parte, el rector de la UNAM, Enrique Graue, el anfitrión.
Carne y arena, que fue desarrollada con la fotografía de la mancuerna de Iñárritu-Emmanuel Lubezki, comenzó a ser gestada hace cuatro años, cuando el cineasta emprendió la tarea de entrevistar a diversos migrantes, cuyas historias quedarán reflejadas en la pieza, y que el espectador atestiguará de manera activa; 14 migrantes, 14 puntos de vista en una mismo espacio, un desierto que se ha tornado en un infierno.
La instalación, aclaró Iñárritu, no nació contra Donald Trump, pero adquiere todo vigencia. “La instalación coincide con esta realidad”.
Más allá del muro de Trump, el tema en el aire era la cancelación del DACA.
Mancera aprovecharía el anuncio de la pieza para informar que el gobierno que encabeza tenía listos 20 millones de pesos, a partir de este miércoles, que serán destinados, aunque no precisó detalles, al recibimiento de los Dreamers expulsados.
“Todos estos migrantes ilegales huyen de un presente sin esperanzas y se aventuran a un porvenir incierto, dejando atrás todo lo que la vida les debe, lo que México y los países de Centroamérica no hemos podido ofrecerles”, recordó Graue, quién calificó de vergonzosa la decisión de Trump; incomprensible, xenófoba.
Habrá que recibir a los Dreamers con un proyecto que les permita desarrollarse en México, pidió.
Al término del acto vendrían las fotografías oficiales y un solo grito: “¡Goya! ¡Universidad!”
