24 septiembre,2019 5:03 am

Empezar de cero y ¡ni una más!

Abelardo Martín M.
 
La realidad siempre es más rica y sorprendente que la fantasía, incluso el premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, el creador del “realismo mágico” aludía a la memoria como la mejor fuente de la imaginación, ya que el recuerdo no necesariamente debe corresponder a la vivencia, simple y llanamente es lo que forma la idea de la realidad.
Se conmemora un aniversario más de la desaparición de 43 personas de Ayotzinapa y es sorprendente que las autoridades hayan tenido, de hecho, que empezar de cero y prácticamente rehacer todo el proceso y reiniciar las investigaciones para construir, a partir de ellos, lo que realmente ocurrió hace exactamente seis años.
Está próximo, por otro lado, el cuarto informe de Gobierno de Héctor Astudillo, quien asegura que en Guerrero “hay más orden y paz, sólo hay que checar los números”. Asegura se ha avanzado, aunque la percepción de su dicho sea exactamente la contraria. La población en general siente más miedo, mayor inseguridad, más desempleo, retraimiento de la economía, etcétera. “Siempre habrá cosas pendientes, aunque resuelva muchas cosas, fundamentalmente por ser un estado con muchos jóvenes”.
Con toda la razón el gobernador podría aducir que no han sido tiempos fáciles. Nadie lo niega, aunque podría argumentarse que la descomposición ha crecido como consecuencia de la falta de capacidad suficiente para enfrentar situaciones muy difíciles, muy complejas, en las que, adicionalmente, se contaminaron por el fenómeno de la corrupción y la soberbia. Para el gobierno, en general, son tiempos muy difíciles. Ahí está de muestra la recepción polémica que se dio al informe que rindieron los diputados de Morena, quienes, sí mantienen la cabeza fría, pudieron percatarse que, con todo y el bono democrático que goza el presidente Andrés Manuel López Obrador, la población no está dispuesta a aceptar “más de lo mismo”.
El tiempo transcurre más de prisa de lo que cualquiera se imagina. La cantidad de problemas por resolver es abrumadora. Hay quienes afirman que el reloj de Morena comenzó ya a correr hacia atrás independientemente de la opinión de sus dirigentes. En el caso de los legisladores guerrerenses, está visto que las críticas a sus informes pueden ser una seria advertencia para quienes, a nivel federal y en las cámaras de diputados y senadores, en los congresos locales, en las presidencias municipales y en las gubernaturas donde Morena obtuvo el triunfo, están bajo el escrutinio severo del pueblo. Y en esto, el presidente López Obrador no da concesiones: “el pueblo pone, el pueblo quita”.
La lista de problemas es enorme y aunque pasó casi inadvertida es de la mayor importancia que, a la adhesión del gobierno mexicano a la iniciativa patrocinada por la Organización de las Naciones Unidas y la Unión Europea denominada Spotlight, le haya seguido la instalación del Comité Directivo de País y la presentación del Plan de Trabajo 2019. El objetivo de esta iniciativa internacional es atender y frenar los feminicidios, así como promover acciones contra la violencia hacia las niñas y mujeres.
Los trabajos se enfocarán en los municipios emblemáticos donde la violencia se ha ensañado contra las mujeres, como Ciudad Juárez, Chihuahua; Ecatepec y Naucalpan, el Estado de México; y Chilpancingo, Guerrero. El programa tendrá una duración de 4 años y será implementado por seis Agencias de la ONU en coordinación con el gobierno de México, autoridades estatales, municipales y organizaciones de la sociedad civil.
Las agencias internacionales involucradas son ONU Mujeres; el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; el Fondo de Población; la Oficina Contra la Droga y el Delito, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, y el Fondo para la Infancia.
Es relevante en este contexto que, en Chilpancingo, se haya puesto en marcha la campaña “Ni una más”, que busca construir una red de apoyo para las mujeres víctimas de violencia, con la colaboración del comercio y el empresariado estatal.
Este proyecto, que capacitará a las empresas sobre la canalización de mujeres víctimas de violencia a instituciones especializadas en su atención, arrancó en la capital estatal, pero se replicará en municipios como Taxco, Iguala, Zihuatanejo y Acapulco, entre otros.
Estos esfuerzos son respuestas al hecho lamentable de que Guerrero encabece la lista en materia de feminicidios, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación, en cuyos números Guerrero presenta la tasa más alta de muertes violentas de mujeres con presunción de feminicidio.
La información del Secretariado en 2018 refiere que la media nacional de feminicidios se estima en menos de un caso por cada 100 mil habitantes, mientras que en Guerrero es de 2.3, es decir, más del doble que la media nacional.
Revertir la violencia es una condición fundamental para que el estado pueda crecer y desarrollarse; parar la violencia contra las mujeres es un imperativo.
Político de resultados y de números, seguramente el gobernador Astudillo reconoce esta realidad, aunque quizá sus colaboradores intenten, para justificar “su chamba” hacerle creer que el gobierno que encabeza tiene resultados a la vista, pero en este caso, “el pueblo tiene otros datos”.