4 octubre,2024 10:22 am

En Coyuca de Benítez las calles son un basurero público de muebles y ropa echados a perder

 

John inundó una parte de la cabecera municipal y las casas que se encuentran cerca del río quedaron sumergidas durante varios días, por primera vez a raíz de un fenómeno meteorológico

 

Coyuca de Benítez, Guerrero, 4 de octubre de 2024. El río de Coyuca de Benítez se desbordó e inundó una parte de la cabecera municipal, las casas que se encuentran cerca del río quedaron sumergidas por varios días, por primera vez a raíz de un fenómeno meteorológico, y sus habitantes perdieron todas sus pertenencias.

Las calles son un basurero público de muebles y ropa echados a perder, que fueron sacados por sus dueños mientras limpian aún sus casas, llenas de lodo, a una semana del desastre ocasionado por el huracán John.

Este municipio de la región Costa Grande apenas se recupera del huracán Otis y vuelve a sumergirse, por segundo año consecutivo, en una emergencia por los daños generalizados que sufrieron sus habitantes.

La avenida Israel Nogueda Otero, colindante con el río de Coyuca de Benítez, estaba siendo rehabilitada por varios hombres, quienes recogían el lodo y lo echaban al camión de volteo, por lo que la circulación vehicular fue interrumpida.

La vía es conocida por los restaurantes con vista al río, uno de ellos es el María Isabel, el cual estaba vacío de mesas y sillas, con el piso color café por el lodo que lo embarra.

Sus dueños, María y Fernando, viven enfrente y este jueves aún limpiaban su casa, que quedó inundada por metro y medio de agua, sobre el nivel de la calle. Todos los muebles quedaron mojados y ellos y su hijo se salvaron, porque fueron advertidos con antelación y se fueron a otra vivienda.

La concesión del restaurante fue una herencia del abuelo de Fernando, hace 30 años, y sus propietarios aseguraron que nunca habían vivido un desbordamiento del río de Coyuca, el cual está varios metros abajo aún de la estructura de los restaurantes. Con Manuel, en septiembre de 2013, y Otis, en 2023, también se inundaron, pero no al nivel de esta vez.

Una situación similar viven todos los vecinos del río, con sus casas inundadas, tapizadas de lodo y pertenencias que ya no sirven o parecen que ya no tienen uso, por el tiempo que quedaron inundadas.

Del otro lado del río, las enramadas en las que se come pescado fresco fueron arrasadas por la corriente del agua y sólo se perciben estructuras de hoja de palma derruidas o esparcidas en el terreno arenoso.

Los habitantes de este municipio fueron beneficiarios del censo federal, llevado a cabo por el huracán Otis el año pasado, pero los enseres domésticos que recibieron se descompusieron con las lluvias recientes y las reparaciones, que realizaron con el dinero que recibieron, se volvieron a perder.

En algunos muros sucios por el lodo todavía están pintados los anuncios de Alfredo Cabrera, candidato de la coalición PAN-PRI-PRD, que fue asesinado días antes de las elecciones del 2 de junio pasado. Uno de los episodios cruentos más recientes del historial de violencia de Coyuca de Benítez.

La población total de este municipio de Costa Grande, conocido por su gran producción de coco, es de 73 mil 56 habitantes, la cual está distribuida en 134 localidades, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El Sur informó, en la edición de este miércoles, de las afectaciones ocurridas en el poblado Los Cimientos, que se encuentra a un costado del puente que cruza el río de Coyuca de Benítez, rumbo a Atoyac.

Las 300 familias salieron de sus casas cuando empezó a llegar el agua del río y se refugiaron en la primaria Miguel Hidalgo, pero cuando el agua llegó a este punto huyeron al siguiente pueblo, que es Pénjamo. Entre ambos pueblos se encuentran dos grandes socavones, que cortaron totalmente la carretera federal y que apenas ha sido reparada para su circulación.

Texto: Ramón Gracida Gómez / Fotos: Carlos Carbajal