18 abril,2019 7:51 am

En el aniversario luctuoso de “Gabo”, publican en línea su acervo y lo homenajean en Cartagena

Mediante el proyecto Compartiendo a Gabo con el mundo, una parte considerable de su archivo resguardado en Texas se digitalizó y está disponible en línea.
Ciudad de México, 18 de abril de 2019. Hace cinco años, el deceso de Gabriel García Márquez a los 87 años en su casa del Pedregal enlutaba a las letras universales. Pero lejos estaba esto de mermar la presencia del Nobel colombiano entre la gente, pues, hasta ahora, existe un Gabo que convoca a numerosos visitantes.
Uno hecho de cartas, fotos y documentos, que pervive en el copioso archivo que resguarda, por acuerdo de su familia, el Centro Harry Ransom de la Universidad de Texas, en Austin.
Adquirido en 2.2 millones de dólares en 2014, este archivo consta de más de 75 cajas de documentos y 15 cajas de gran tamaño con papeles de García Márquez (Aracataca, 1927 -Ciudad de México, 2014), como borradores y manuscritos de trabajos publicados e inéditos, 43 álbumes fotográficos y 22 de recortes, material de investigación, cuadernos y guiones de cine, además de cinco computadoras y dos de sus máquinas de escribir Smith Corona.
“Es una colección fascinante”, destaca por correo Megan Barnard, directora asociada de Adquisiciones y Administración del organismo. “Todos estos materiales son importantes y poseen valor de investigación”.
Asimismo, cuenta con más de 2 mil piezas de correspondencia que el autor cruzó con personajes y líderes mundiales como Marlon Brando, Bill Clinton, Raúl Castro, Miguel Alemán, Belisario Betancur, François Mitterrand, Indira Gandhi y Henry Kissinger.
Mediante el proyecto Compartiendo a Gabo con el mundo, una parte considerable del archivo se digitalizó y está disponible en línea a través de más de 27 mil imágenes.
“Los materiales en línea ofrecen una buena idea del alcance y la profundidad del archivo, y dan una idea de quién fue García Márquez como novelista, periodista y activista social”, apunta Barnard.
Esta digitalización, posibilitada por una subvención del Consejo de Bibliotecas y Recursos de Información de Estados Unidos, y financiamiento de la Fundación Andrew W. Mellon, tomó 18 meses e involucró los esfuerzos de bibliotecarios, archivistas, estudiantes, miembros del personal de tecnología del Centro y conservadores.
Sin embargo, aún hay material que no está en línea y que, posiblemente, jamás lo estará, indica Barnard.
“No tenemos permiso de copyright para digitalizar todo el archivo. Algunos materiales, como la novela inédita de García Márquez En agosto nos vemos, no se digitalizarán”, indica la directora asociada.
Entre lo que sí puede consultarse, sobresalen el manuscrito temprano de Crónica de una muerte anunciada, o el borrador de 32 páginas de lo que iba a ser el segundo volumen de las memorias del Nobel, que cubriría los años posteriores a su mudanza a París y luego a la Ciudad de México, donde vivió medio siglo hasta su fallecimiento.
Desde que el archivo García Márquez se abrió a la investigación en 2015, se ha convertido en una de las colecciones más recurridas del Centro Harry Ransom, que también alberga documentos de escritores como James Joyce, William Faulker, Jorge Luis Borges o Virginia Woolf.
De acuerdo con Barnard, han recibido mil 772 solicitudes para consultar materiales del archivo. Mientras que en la colección digital registran más de 879 mil vistas de página desde diciembre de 2017.
En el sitio en español, el 25 por ciento de los visitantes proviene de Colombia; el 12.96 por ciento, de México; 11.26 por ciento, de España, y apenas un 10 por ciento de Estados Unidos, detalla la directora asociada.
“Hay un enorme interés popular y académico en la colección”, celebra Barnard.
“Los escritores han usado la colección digital para accesar al material (y escribir) libros y artículos; los estudiantes, para proyectos escolares, y los fanáticos del trabajo de García Márquez, para satisfacer su curiosidad sobre su vida y sobre la génesis de sus historias”.
Si bien en su momento fue mal visto que tan preciado tesoro fuera a parar a Estados Unidos, donde por décadas se le negó la entrada al autor de Cien años de soledad, Barnard evoca el compromiso de Steve Enniss, director de la institución, de compartirlo con todo el mundo.
“Hay pocas oportunidades para que los investigadores accedan a los archivos digitalizados de autores contemporáneos, y mucho menos a los de uno de los autores más significativos del siglo XX”, enfatiza Barnard, quien también trae a cuenta las palabras del entonces presidente de Colombia, Juan Manuel Santos: “Casi puedo oír a Gabo decir: ‘¿qué mejor lugar para descansar que al lado de Borges y Joyce?'”.
Un esfuerzo para albergar en lo virtual la memoria de aquel escritor que alcanzó la universalidad en vida, y que partió hace un lustro, en un lluvioso Jueves Santo.
Alistan expo del “escritor global”
Una obra bastó para que ese escritor colombiano residente en México, desconocido más allá de los círculos literarios de ambas naciones, se convirtiera en un referente de las letras del siglo XX: Cien años de soledad.
A través de 150 objetos provenientes de la Colección García Márquez del Centro Harry Ransom, la exposición La creación de un escritor global explorará cómo el Nobel colombiano llegó a convertirse en una estrella literaria y un escritor clásico.
Correspondencia, fotos y videos ilustrarán, entre otros aspectos, la forma en que familia, amigos y colegas apoyaron la carrera del escritor, en esta muestra que será inaugurada el 1 de febrero del año próximo.
Texto: Israel Sánchez / Agencia Reforma / Foto: @FNPI (Twitter)