11 julio,2024 7:46 am

En Filos de Yolotepec no tienen atención médica; el gobierno de Ayutla no reconoce al pueblo: Tlachinollan

Debido a una decisión de la Casa de los Pueblos, los niños están desamparados en educación, salud y otros apoyos del Estado, denuncia Abel Barrera

Chilpancingo, Guerrero, 11 de julio de 2024. Al menos 19 niños de uno a 15 años de edad, de la comunidad Filos de Yolotepec, municipio de Ayutla, que presentan distintos padecimientos de salud, se encuentran sin atención médica, debido a que la Casa de los Pueblos no ha querido reconocer oficialmente a la localidad y derivado de ello el hospital del municipio les niega el servicio.

El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, envió un oficio fechado el 4 de junio a la secretaria de Salud estatal, Aidé Ibarez Castro, en el que le pide su intervención y atención del caso.

Barrera Hernández detalla en su escrito que en el 2018, 10 niños de la comunidad de Santiago Yolotepec, de Ayutla, tuvieron problemas con sus documentos escolares, debido a que el entonces supervisor, Isidro Remigio Cantú, no quiso dar su boleta de calificaciones a un menor con el argumento de que sus papas tenían pendientes por cumplir con un servicio comunitario y el pago de un dinero en la escuela.

Entonces, la familia del niño denunció los hechos y los directivos de la Secretaría de Educación cambiaron a los dos maestros.

“Ante ello, –recuerda Barrera Hernández–, la comunidad de Santiago Yolotepec se molestó  diciendo que por su culpa habían cambiado a los maestros”.

Indica que días después regresaron los maestros, pero las diferencias con la gente se complicaron y la comunidad decidió expulsarlos; “ante ello, se salieron 20 personas y formaron la nueva comunidad de Filos de Yolotepec”, explica Barrera Hernández.

Cuenta que desde entonces han pedido el reconocimiento de la Casa de los Pueblos, “pero a la fecha no ha sucedido, quedando (los niños) desamparados en educación, salud y otros apoyos del Estado”, denuncia el activista en materia de derechos humanos.

Indica en su oficio que actualmente hay 19 niños que presentan problemas de salud; como infecciones, diarrea, gripa y no se les da seguimiento a sus vacunas, debido a que su comunidad no ha sido reconocida.

Refiere que los padres llevan a sus hijos al Centro de Salud o al Hospital Regional de Ayutla, pero no se los atienden con el argumento de que primero deben pasar por el centro de salud de su comunidad, “cuando no pueden hacerlo debido a que fueron expulsados por la población”, señala Barrera Hernández.

El defensor de derechos humanos solicitó a la funcionaria estatal la revisión y atención del caso.

El Sur publicó en su edición del 7 de septiembre del 2020, que al menos 30 niños de Filos de Yolotepec no estudiaban debido a que sus padres fueron expulsados por pobladores de Santiago Yolotepec derivado de un conflicto interno.

En esa ocasión, los padres de los menores denunciaron en conferencia de prensa en su pueblo que su desplazamiento fue porque no quisieron pagar 6 mil pesos al supervisor de la zona escolar, Isidro Remigio Cantú, quien entonces era parte del Concejo Municipal de Ayutla.

“Los niños no pueden estudiar en las comunidades de Santiago Yolotepec y La Ciénega, porque la gente los corrió de las escuelas y ahora se quedaron sin papeles y muchos perdieron hasta su secundaria”, dijo ese día Pedro Gatica Estrada, uno de los padres de familia.

Esa vez informaron los padres de familia que en la nueva comunidad al menos 30 niños se encontraban en edad escolar “y sólo aprenden a leer y a escribir porque sólo les enseñan los jóvenes de aquí”.

Contaron que el problema se derivó de un problema de la boleta de calificaciones que no le entregaron a un niño con el argumento de que su padre debía servicio comunitario y le estaban cobrando por ello seis mil pesos, mismos que no tenía.

Anastacio Basilio Castro, uno de los desplazados, informó entonces que desde tres años antes habían comenzado a solicitar su reconocimiento a la Casa de los Pueblos, para obtener una clave escolar, petición que no les han resuelto dos años después, de acuerdo al oficio del director de Tlachinollan, Barrera Hernández.

Texto: Zacarías Cervantes