27 marzo,2020 6:58 am

En Francia convierten hoteles en hospitales por la crisis del coronavirus, dice acapulqueño

José Luis Ávila, quien vive en la ciudad de Nantes, advierte que no sólo los abuelos mueren, también muchos jóvenes contagiados pierden la batalla contra el virus que aún no tiene una vacuna.

Chilpancingo, Guerrero, 27 de marzo de 2020. En Francia los hoteles se han vuelto refugios y hospitales ante la gran cantidad de contagiados de Covid-19, dice el acapulqueño José Luis Ávila, quien vive en la ciudad de Nantes, a unas tres horas de París, donde se aplican multas de 135 euros (unos 3 mil 500 pesos) a los habitantes que salen a las calles a pesar del confinamiento obligatorio decretado desde el 17 de marzo.

Radicado desde hace nueve años en esa localidad, ubicada en la costa del golfo de Vizcaya, donde llegó a estudiar, advierte que no sólo los abuelos mueren, también muchos jóvenes contagiados pierden la batalla contra el virus que aún no tiene una vacuna.

En su ciudad, de unos 310 mil habitantes desde mayo nadie paga electricidad, ni predial, renta, agua y el gobierno es el aval para poder solicitar un crédito a los bancos ante la falta de dinero por la suspensión de las actividades comerciales, con un interés muy bajo del 1 y 2 por ciento.

En una videoentrevista, dice que le fue bien porque no lo despidieron de la empresa de marketing digital de turismo donde trabaja como director, pero sus compañeros de ventas no corrieron con la misma suerte. “Los cambios han sido bastantes drásticos, la empresa cerró y todo mundo entró en despido, pero hay una compensación del gobierno de sueldo parcial, del 84 por ciento. La empresa adelanta el dinero y después el gobierno les pagará a las empresas.

Ahora trabaja desde casa a través de videollamadas por el confinamiento obligatorio, pero dice que en casa él y su esposo son más unidos ahora y para evitar problemas han establecidos horarios y tratar de llevar una vida “normal”.

Desde antes de que comenzara el aislamiento, el 17 de marzo, y que terminará aproximadamente en cuatro semanas, cerraron las escuelas y establecimientos públicos. Para salir a la calle tienen que llenar una hoja con datos personales y sólo puede salir una persona por familia.

Se han cancelado todo tipo de atención médica y los hospitales privados ahora son públicos, pero atienden nada más casos de urgencias “no puedes ir ni con el dentista, la policía te detiene, son 135 euros de multa, unos 3 mil 500 pesos mexicanos”.

En los hospitales de la ciudad los doctores no se dan abasto, “la gente tiene mucho miedo, tiene conocidos muertos, jóvenes y adultos que están sufriendo, no pueden respirar, y es horrible la muerte”. Además, cuando uno se reporta con los síntomas un equipo llega a la casa y es trasladados a los centros de atención.

Insistentemente llamó a que los adultos mayores se queden en casa, que en México muchos tienen patio, pero la mayoría vive en pequeños departamentos de 10 metros cuadrados. Ávila dice que a pesar de que Francia tiene uno de los mejores sistemas de salud, ahora está colapsado, y se anunció que en tres días París no tendrá hospitales disponibles para atender a los más de 22 mil personas contagiadas, según se informa en las noticias.

Por la cantidad de personas contagiadas poco a poco los hoteles se han vuelto hospitales para la atención, o de refugio, así como los centros de convenciones. Al igual que en México dice que allá el presidente, Emmanuel Macron da una conferencia todos los días a las 8 de la noche para informar la situación del Covid-19, “nos habla con mucha honestidad”.

Agrega que a pesar de las restricciones se puede salir de casa para hacer ejercicio en un radio de un kilómetro a la redonda. Explica que en Francia nadie puede usar cubrebocas, solo las personas que tienen síntomas de Covid-19 y para quienes trabajan en farmacias y supermercados, donde se vende comida.

En Francia, agregó, la gente es muy solidaria. Hay casas donde viven personas adultas que no pueden salir a comprar, a ellos se les ayuda realizando sus compras por sus vecinos, incluso los taxistas han dejado de cobrar a los ciudadanos para trasladarlos de sus casas a otros espacios.

Ese país, donde el saludo habitual es darse dos besos en las mejillas, ahora están prohibidos.

El virus y el calor

José Luis dice que le preocupa la situación laboral de México y mas de quienes subsisten al día y no tienen un trabajo formal porque a diferencia de Francia, en México no hay un seguro de desempleo. Además de que el virus no discrimina y es resistente al calor “es falso que solo ataca en los lugares donde hace frío”.

Llamó a aquellas personas que son incrédulas a la pandemia y el virus que acaten todas las disposiciones que el gobierno indique y no automedicarse, aunque en Francia en los noticieros se habla de la poca acción que ha tomado el gobierno de México ante la pandemia.

Así como a no gastar en cosas innecesarias “no sabemos cuánto tiempo va a durar esta crisis, no sabemos cuánto tiempo va a durar las crisis, tratar de enfocarse en lo necesario comprar”.

El joven de 33 años llamó no a la población  a no realizar compras de pánico y comprar lo necesaria para que toda la población tenga acceso y los precios no suban. “Es un buen momento para ahorrar, estudiar un idioma, hacer ejercicio, yo pienso salir como Rambo de marcado”.

Texto: Jacob Morales Antonio / Foto: El Sur

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