29 junio,2024 5:51 am

En medio de críticas y discusiones se estrena un documental sobre la escisión del EPR

 

Asistentes a la presentación de La Revolución Imposible cuestionan que con la obra se pretende legitimar al gobierno del presidente López Obrador y a su movimiento

 

 

 

Chilpancingo, Guerrero, 29 de junio de 2024. La Revolución Imposible, un documental de Enrique Olvera, que se basó en el libro del mismo nombre escrito por Julio César López Arévalo, fue presentado la tarde de este viernes en el auditorio del Museo Regional del Estado, en medio de críticas de los asistentes, quienes cuestionaron que con la obra se pretende legitimar al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y a su movimiento.

El documental fue presentado como parte de las actividades del 28 aniversario de la masacre del vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez.

En él, se documenta la escisión de un grupo de militantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR), que después formaron el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), entre ellos, el principal fundador de la segunda organización, Jacobo Silva Nogales, el comandante Antonio.

Silva Nogales, quien asistió a la presentación, explicó las razones por las que personalmente abandonó el EPR para conformar el ERPI, y luego casi todos los militantes, hasta que el EPR practicante quedó en cascarón, según dijo.

“La Revolución Imposible es un homenaje a quienes formaron parte de este movimiento, y a todos los luchadores sociales que apostaron la vida por un país mejor”, explicó el autor en la presentación.

En el documental expresan los motivos por los que abandonaron al EPR y conformaron el ERPI, Jacobo Silva Nogales, El comandante Antonio; Constantino Alejandro Canseco Ruiz, El Tío Moy, quien niega ser El comandante José Arturo, de la Tendencia Democrática Revolucionaria (TDR) y se deslinda del secuestro del panista Diego Fernández de Cevallos.

Otros personajes que dan sus testimonios en el documental son Blanca Lirio Muro y Leticia Canseco, quienes narran su participación en el movimiento armado, su encarcelamiento y tortura, durante la llamada guerra sucia.

Otro de los testimonios es el de Felipe Edgardo Canseco Ruiz, quien expone la inviabilidad de la lucha armada y la opción de la búsqueda del poder desde la lucha civil pacífica, por medio de las urnas, lo que derivó en la polémica al final.

El documental fue presentado a las 4 de la tarde, en el auditorio del Museo Regional, donde asistieron unas 50 personas, entre ellas dirigentes sociales, defensores de derechos humanos, universitarios y periodistas.

Jacobo Silva recordó que participó en el Partido de los Pobres, que fundó el profesor Lucio Cabañas, después en el EPR y fue el primero que lo abandonó, para fundar el ERPI, escisión que ocurrió a inicios de 1998.

Explicó que la escisión comenzó a raíz de que los miembros del Comité Central comenzaron a reunirse sin él, porque creyeron que les escondía información, pues en Guerrero ya se habían extendido a todas las regiones y había batallones de hasta 500 elementos.

“Me di cuenta que había cosas raras, como que se reunían antes de que yo me reuniera con ellos y esta política se fue haciendo más de choque, porque yo llegaba con desconfianza y ellos me veían también con desconfianza. Me comenzaron a acusar de que estaba fraccionando, que quería dividir y que estaba manipulando al estado de Guerrero”.

Indica en su testimonio que esto continuó hasta que en una reunión del Comité Central, le reprocharon que no les daba información a raíz de su trabajo de crecimiento de dos años, en los que pasaron de ser decenas a miles los militantes del EPR.

Una de las razones del crecimiento de sus bases, según explica en el documental, es que se presentaba sin capucha a las reuniones, lo que generaba confianza con la gente.

Agrega que cuando abandonó el EPR, lo hizo incluso sin su compañera, Gloria Arenas Agis, La coronela Autora, pero que al final ella lo siguió, igual que otros miembros, como Hermenegildo, Emiliano, Santiago y Cuauhtémoc, con quienes tomaron la decisión de formar al ERPI.

Recuerda que cuando se salieron, el EPR era una agrupación insignificante, en tanto que el ERPI rápido se expandió y contaba con 14 columnas guerrilleras y otras seis que se armaban y desarmaban. En total, 20 columnas.

Reveló que pensaban accionar de manera más decisiva en 2000, porque se notaba ya el hartazgo; sin embargo, reconoció que los contuvo el ahora presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, “y nosotros no estuvimos a la altura”.

El documentalista le pregunta en entrevista al comandante Antonio: “En el México actual, cuando tenemos a un presidente de la República como Andrés Manuel López Obrador, con un 70 por ciento de aprobación, ¿es posible declarar la guerra, es posible hacer la revolución?”.

“No, en este momento no, pero recordemos lo que ha ocurrido en Sudamérica, con todos los gobiernos progresistas. La izquierda también cansa a la población y la polít ca funciona por ciclos. La derecha sube, pero agota su capital político y tiene que bajar, y la izquierda va subiendo, pero finalmente también agota su capital, porque deja muchas cosas sin cumplir, porque genera esperanzas en la población que son imposibles de cumplir”.

Por ello, advirtió que en México debemos estar preparados porque se va a agotar la fuerza de la izquierda y va a venir una derecha beligerante, como la de Argentina, Bolivia o Venezuela, “incluso dispuesta a matar con fuerza armada”.

Alejandro Canseco aclara, en su testimonio grabado, que él no es ni fue El comandante José Arturo, y se quejó de que lo persiguieron durante los últimos 43 años, “se me acusó de ser quien dirigió el ataque a la Marina, a la Procuraduría y a la Policía Judicial de Huatulco (Oaxaca); así como de haber puesto las bombas después de la desaparición de Gabriel Alberto Cruz Sánchez, también de Oaxaca”.

El autor del documental le planteó la misma pregunta que le hizo a Jacobo Silva y éste respondió: “No, definitivamente no, jamás. Sí lo haría un loquito como ese que se quedó con la membresía (del EPR), pero sabemos que esa es una persona muy reaccionaria. Entonces, no, nosotros lo que vamos a hacer es reforzar lo que hemos hecho durante estos cinco años y medio, que es fortalecer la participación del pueblo a través de las urnas”.

“El trabajo inmenso del presidente actual, Andrés Manuel López Obrador, fue tan profundo, es un trabajo de Estado que está garantizado nuevamente  el triunfo del pueblo en las urnas”.

Derivado del contenido del documental y la postura de los principales actores de la gerrilla en Guerrero, que expresaran sus testimonios, al final hubo críticas de los asistentes.

Uno de ellos, el periodista, Sergio Ocampo, dijo: “Yo creo que, por respeto, no deberíamos pregonar que las revoluciones son imposibles, por respeto a los que murieron, por respeto a ustedes mismos, que fueron torturados. No deberíamos decir que una revolución es imposible, nunca, jamás decir que es imposible una revolución”.

Cuestionó que en el actual gobierno de López Obrador, la sierra está “peor que cuando ustedes andaban en la guerrilla, ¿A poco ustedes están de acuerdo con que López Obrador no haya resuelto las huelgas de los mineros de Taxco, como lo prometió? ¿A poco están de acuerdo en que la lucha de los estudiantes de Ayotzinapa no esté resuelta? ¿Cómo es posible que ustedes, ahora, apoyen que Omar García Harfuch esté en el gobierno?”.

Denunció que en el actual gobierno no hay proyectos para Guerrero, “¿cómo podemos creer en un tipo como López Obrador? Eso no puede ser en este país. Controló al movimiento de la gente, a los padres de familia, a los familiares de los desaparecidos”.

“¿Cómo es posible que avalen que la Guardia Nacional pase al Ejército, cuando hemos padecido la militarización en Guerrero? Hay que ser conscientes de lo que pasa en Guerrero, Guerrero está en una situación compleja”, dijo y recibió aplausos de los asistentes.

El autor del documental, Enrique Olvera, explicó que en efecto, el título La Revolución Imposible es “provocador”, pero que también cree que las revoluciones no son imposibles y que si le puso así es porque documentó las escisiones del EPR.

El ex dirigente de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y actual miembro de la dirigencia del PRD, Félix Moreno Peralta, cuestionó a los protagonistas del documental: “Se puede renunciar a todo, menos a nuestros ideales”.

Dijo que respeta a quienes hicieron el trabajo, pero no el título ni su contenido, “porque se presta a manipulación política e ideológica. No sabemos si son de la 4T o tengan alguna otra situación”, dijo a presentadores y protagonistas del documental.

El universitario Apolinar Ramos García opinó que a quienes vivieron esos momentos del movimiento armado, ahora les correspondería construir el poder popular, “yo digo que sí existen las condiciones para construir un gran movimiento social, al margen de los partidos, incluso del mayoritario, Morena, porque ya vemos como está desviándose de los fines originales”.

Criticó que, por ejemplo, el senador Félix Salgado Macedonio nunca fue de izquierda, y circunstancialmente llegó a ser diputado de izquierda, y mucha gente lo adora, “incluso esos que en algún momento se dijeron guerrilleros”.

El ex integrante de la Comisión de la Verdad (Converdad), Nicomedes Fuentes, matizó cuando ya varios de los asistentes habían enfilado una andanada de críticas al autor y a los protagonistas del documental.

Dijo, para dar fin a los cuestionamientos, que el documental “reviste importancia, porque rescata la memoria histórica y qué bueno que el cineasta toque estos temas”.

Indicó que la sociedad no tiene mucha información de la lucha que se dio en muchas organizaciones de izquierda, “este documental aporta datos importantes de lo que fue la lucha y motivó que muchos ciudadanos tomaran las armas, en una situación imposible de vivir y de soportar”. En su opinión, se deben valorar estos trabajos.

 

 

 

 

Texto: Zacarías Cervantes/ Foto: José Luis de la Cruz