Tita Radilla le pide que siga buscando mecanismos para que se haga justicia a los familiares y se halle a los desaparecidos del periodo de la guerra sucia.
Texto y foto: Francisco Magaña
Atoyac, Guerrero. El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, y el alcalde de Atoyac, Dámaso Pérez Organes encabezaron este sábado un convivio y una marcha por la paz para fortalecer los lazos entre las familias.
Con la participación de danzantes la marcha avanzó por la avenida Juan Álvarez hacia la parroquia de Santa María de la Asunción, donde se celebró la homilía.
El arzobispo dijo que con este tipo de actividades se busca la reconstrucción de la paz, que las autoridades y jóvenes sigan por este rumbo para fortalecer los lazos entre familias, y que los integrantes de la Iglesia se convertirán en callejeros de la paz como parte de la enseñanza del Papa Francisco.
La vicepresidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (Afadem), Tita Radilla Martínez pidió al arzobispo que siga luchando y buscando mecanismos para que se haga justicia a familiares, y se halle a los desaparecidos en el periodo de la guerra sucia en el municipio.
En la misa el arzobispo Leopoldo González habló de los retos que enfrentan los jóvenes como las adicciones, la inseguridad, la integridad física, el miedo a morir y la violencia que se vive en el estado.
Pidió un minuto de silencio para los servidores públicos que dan seguridad y que han perdido la vida, en alusión a los seis policías estatales asesinados en la sierra de Zihuatanejo por integrantes de un grupo delictivo. También pidió por quienes transitan las calles que deben de estar en paz.
Dijo que los miedos de los jóvenes son no ser aceptados como son y tienen que actuar para ser aceptados lo que los hace darse la espalda a si mismos.
Pidió dar gracias a Dios de dos cosas buenas “que nos hacen bien y que se refleje en las personas, ya que estamos acostumbrados a mirar lo malo en la persona y no lo bueno. Hay que ser espejos en las personas para ser aceptados y mirando hacia adelante, nos da miedo de quedarnos solos pero el miedo nos hace ser esclavos de otros y cosas que nos hacen mucho daño”.
Ante el acoso de la inseguridad y las drogas “hemos orado por cada persona y la buena voluntad hacia los demás. Para estar tranquilos porque entre nosotros no nos hacemos daño”.
Pidió a los jóvenes que no mientan a sus padres y que no salgan de sus casas sin permiso debido a la inseguridad que se vive.
Dijo que la adicción es una esclavitud muy fuerte “los lleva a cometer delitos grandes porque se hace cuando no se tiene para comprar”.
Los llamó a enfrentar sus miedos y nunca ser una amenaza para la sociedad.
(En la imagen: Leopoldo González escucha a la activista por los derechos humanos, Tita Radilla Martínez, quien le pidió que contribuyera a buscar mecanismos para que se haga justicia a los familiares y se halle a los desaparecidos del periodo de la guerra sucia. Foto: Francisco Magaña)
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