6 marzo,2018 3:49 pm

Encamina Ronaldo el pase del Real Madrid a cuartos en la Champions

Texto: Redacción / Foto: Twitter

París, Francia, 06 de marzo de 2018. Los españoles jugaron, anotaron, pusieron orden en el Parque de los Príncipes y ganaron 2-1 (5-2 global) al parisino PSG que este martes jugó sin su estrella Neymar, los merengues taparon bocas, mostraron por qué son los vigentes campeones de la Champions League y consiguieron su pase a cuartos de final de la Champions League.

Al término de la primera mitad, los comandados por el francés Zinedine Zidane se dejaron dominar, apostaron a la contra y estuvieron  imprecisos en los ultimo metros de la portería de Areola. En cambio, los franceses guiados por Di María llegaron con frecuencia al área del tico Keylor Navas, pero ninguna jugada fue de peligro.

Así, los franceses apostaron todo para el segundo tiempo. Algo que los metiera en la pelea.

Pero, siempre hay un pero, para el segundo tiempo los españoles salieron decididos a llevarse la victoria: en un centro al aérea por parte de Lucas, a los 50 minutos, Ronaldo la prendió de cabeza, la picó al segundo poste anotó el 1-0 (4-1 global).

A los 66 minutos llegó el golpe certero para el PSG, tras la expulsión de Marco Vorratti. Desanimados por el gol en contra y la expulsión de Vorrati, los franceses consiguieron su gol de la honra. Fue un balón que reboto en varias piernas de defensas, tocó en una de esas la del uruguayo Edinson Cavani. El balón entró al arco defendido por Keylor Navas.

Los merengues no se conformaron con el empate, y a los 79 minutos apareció Casemiro, quien aprovechó un mal despeje de Rabiot, tiró, el balón pegó en piernas, y tocó a un defensa del PSG. El esférico terminó en el fondo de la red. Demasiado para los franceses.

Así fue el partido:

Cristiano Ronaldo adelantó al Real Madrid, Edinson Cavani empató con fortuna y Casemiro sentenció el triunfo blanco ya en plena exhibición del conjunto visitante, que por momentos humilló a su rival.

El choque nació con la ventaja 3-1 del equipo de Zinedine Zidane obtenida en la ida. Se esperaba más del PSG de los petrodólares, pero cedió ante un Real Madrid mucho más armado, seguro y preparado para las grandes citas. Zidane superó muy claramente a Unai Emery, el técnico local, quien salió seriamente dañado.

El inicio del partido ya fue sorprendente. El club francés había calentado el duelo en la previa y preparado una caldera en el Parque de los Príncipes, pero el PSG, lejos de ofrecer una salida en tromba, actuó como si tuviera un resultado que proteger. Pura ficción.

Por supuesto, en ese comienzo, y en el posterior desarrollo del choque, tuvo que ver notablemente el Real Madrid, que tuvo una puesta en acción como se espera del campeón de Europa. No echó de menos a los lesionados Kroos y Modric, y con Marco Asensio y Lucas Vázquez en las alas, más la solidaridad colectiva, se adueñó del choque. Lo gobernó con autoridad durante toda la primera parte con Casemiro y Kovacic como ejes.

Las ocasiones no abundaron antes del descanso, pero el Real Madrid siempre estuvo más cerca del gol y suyas fueron las opcione más claras. Primero, con un remate de Sergio Ramos que abortó Areola (m.18); y después, y más importante, un mano a mano que desperdició Benzema ante el arquero local (m.38).

Con Neymar curando en una habitación su tobillo, el PSG sólo tuvo a Mbappé, protagonista de un remate que sacó Keylor Navas en un ataque aislado de su equipo, descosido tanto en defensa como en ataque. Y lo que es más importante: sin corazón. Justo lo que había pedido su técnico, Unai Emery, en la víspera del choque. El intermedio llegó con la sensación de que la eliminatoria ya iniciaba su viaje a Madrid. 

El PSG sugirió una mayor ambición en el inicio de la segunda parte, pero pronto se disipó cualquier duda. A los 51 minutos, cuando se adelantó el Real Madrid. Todo nació de una pérdida de balón de Dani Alves y lo que siguió fue una obra de arte. Marco Asensió condujo y puso un pase genial hacia Lucas Vázquez, quien asistió para el vuelo de Cristiano Ronaldo. Magnífico gol del portugués, uno más.

Ahí se acabó toda la emoción y lo que siguió fue un recital del campeón de Europa. Además, Marco Verratti se autoexpulsó a los 66 minutos para dejar al PSG en inferioridad. En todos los sentidos.

Si el conjunto francés logró un gol fue por puro azar. A los 71 minutos marcó Edinson Cavani porque le rebotó el balón, no porque rematara. Pero ni siquiera eso inquietó al Real Madrid, que siguió bailando a su rival.

Hubo justicia en el marcador a los 80 minutos, también con un afortunado tanto. En este caso a favor del conjunto blanco. Casemiro disparó, el balón tropezó en un defensor y se introdujo en el arco de un desesperado Areola.

El Real Madrid se marchó de París con la autoestima por las nubes y dejó hundido al PSG, que una vez más vio cómo únicamente con montañas de dinero no se construye un equipo ganador. Fracasó y nadie da nada por la continuidad de Emery. Todo lo contrario que el campeón de Europa, gigante en la Liga de Campeones.