7 diciembre,2020 4:33 am

Encaran campesinos a militares que destruyen plantíos de amapola

Pobladores de San Miguel Totolapan llegan desarmados, algunos a caballo, al lugar donde estaban desplegados los soldados que después de un diálogo sólo cortan plantas en dos parcelas y dejan despensas. En El Fresno, sierra de Chilpancingo, denuncian el sobrevuelo de helicópteros en maniobras de fumigación 

Chilpancingo, Guerrero, 7 de diciembre de 2020. Campesinos de San Miguelito, municipio de San Miguel Totolapan, encararon el 30 de noviembre pasado a militares que llegaron cerca de esa comunidad para destruir plantíos de amapola.

Mientras tanto, pobladores de El Fresno, municipio de Chilpancingo, denunciaron ayer que desde el sábado un helicóptero sobrevolaba cerca de su pueblo, realizando maniobras de fumigación de plantíos.

Mediante videos y audios, vecinos informaron de ambos casos .

En el primero, los militares se observan desplegados en medio de un plantío de amapola dispuestos a cortar las plantas, y hasta ese lugar llega un grupo de campesinos, algunos a caballo.

Uno de ellos pide: “no las echen (las plantas) abajo, estamos jodidos, no tenemos de dónde, es la única posibilidad para hacer un dinerito, no queremos robar, ahora sí que esto es malo, pero no queremos hacer más que esto, no queremos robar, aquí como quiera estamos trabajando”.

Los campesinos que permanecen frente a los militares, piden a su comisario municipal que hable y que “haga un compromiso” con los soldados.  El comisario permanece a caballo y algunos de sus compañeros le piden: “bájate de esa bestia y habla con ellos”.

–Queremos que ya no las trocen, –pide.

–Es que, miren, de antemano ustedes saben que esto es ilícito, –responde el jefe de los militares.

–Sí, eso ya lo sabemos, –responden varios campesinos al mismo tiempo.

–De hecho, la orden que traemos ahorita es que destruimos y les dejamos una ayuda.

La propuesta provoca risas, murmullos y burlas.

–No, pues eso no, no es basto para nosotros, la verdad. Si, es ayuda, pero ahora sí que déjennos un cheque quincenal y pues… –contesta uno de los campesinos y otro propone que venga “alguien de más arriba para platicar con ellos”.

–Nunca van a bajar porque el lugar ya tiene ese estigma de que es violento –argumenta el jefe de los soldados.

–Aquí a nadie se ha violentado, han venido y a nadie le hemos faltado al respeto –se defiende uno de los campesinos.

–Deberían pedir permiso, deberían de reportarse, –reclama otro de los pobladores.

–Permiso cuando es algo lícito, pero esto es ilegal, –dice el militar mostrándole una planta.

–Pero, a ver, ¿qué tal si nosotros venimos y les quitamos sus armas?, sería pura violencia y la violencia no es buena, –amenaza otro campesino.

–El trato que ustedes nos den, ahora sí que va con copia, si nos enfocamos a lo legal nosotros nos defendemos, al rato, no sé, les matamos un hijo, o algo así…, –advierte el jefe de los militares.

–Por eso no venimos con armas… –responde el campesino.

–Y nosotros venimos respetando sus derechos, pero también ustedes entiendan que esto es ilícito y se tiene que tirar de alguna manera.

–Eso lo entendemos pero también pónganse en nuestro lugar, ¿qué cosa tenemos para que nos podamos alivianar nosotros?. Esto es lo único, qué le vamos a dar a nuestros hijos, –se defiende un campesino y otro, agrega: “sabemos que es delito, pero igualmente ustedes tienen su familia y este es su trabajo de aquí se están manteniendo.

–Pero si ustedes no me dejan hacer mi trabajo…

–Ustedes tienen su sueldo, y vienen acabar con todo aquí, para nosotros esto es lo único.

–Ahorita voy a mandar mi reporte de su exigencia y dependiendo de lo que me orden así procedo.

–Pero ahorita ya no queremos que sigan…

–Por eso, ahorita voy a detener (la destrucción) y voy a mandar mi reporte.

–Si no, ahorita va a llegar más gente y aquí y no los vamos a dejar trabajar, –amenazó un campesino.

Otro, pacificó: “No vamos utilizar la violencia, la violencia con violencia no es buena, planteó.

Mientras que el militar también sostuvo: “violencia genera más violencia.

Según los pobladores, los militares se mantuvieron cerca del pueblo hasta el día siguiente 1 de diciembre, y solamente destruyeron dos plantíos, uno de ellos el del lugar donde se originó la discusión.

Antes de que se fueran los soldados entregaron despensas a las familias del pueblo.

En otro video se mostraron imágenes de más de 10 vehículos en los que llegaron los militares desplegados a las orilla de un camino de terracería.

Mientras tanto, pobladores de El Fresno denunciaron que desde el sábado helicópteros militares sobrevolaron cerca de la comunidad donde realizaron labores de destrucción de los cultivos.

Mediante un audio, un campesino denunció que fueron dos helicópteros los que el sábado comenzaron a fumigar desde las 11 de la mañana los plantíos cercanos.

Texto: Zacarías Cervantes / Foto: El Sur