16 julio,2018 5:25 am

Enemigos íntimos; hoy, la cumbre Putin-Trump

El encuentro Rusia-EU tiene una enorme repercusión internacional y hay acreditados mil 500 periodistas, pero es dudoso si al final habrá o no resultados concretos.

Texto: DPA / Foto: EFE
Helsinki, Finlandia, 16 de julio de 2018. El escenario está preparado: el palacio presidencial de Finlandia reluce bajo el sol, y en su interior hoy se darán la mano bajo cúpulas y lujosas lámparas los que son probablemente los dos hombres más poderosos del mundo, Donald Trump y Vladimir Putin.
El interés es enorme porque el presidente estadunidense Trump parece tener un extraño vínculo de simpatía con su homólogo ruso, Putin, pero también porque es el principal hito de una gira europea en la que antes se dedicó a despreciar la política de la canciller alemana, Angela Merkel, y de la primera ministra británica, Theresa May, así como a amenazar a todos los países de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN).
Pero asimismo porque coincidiendo con la primera cumbre entre Trump y Putin salieron a la luz más revelaciones sobre la presunta intervención rusa en la campaña electoral estadunidense en 2016.
El encuentro tiene una enorme repercusión internacional y hay acreditados mil 500 periodistas, pero es dudoso si al final habrá o no resultados concretos. Tampoco se sabe si podrá relanzarse una relación que pasa por sus peores momentos en décadas.
En cualquier caso, pase lo que pase Trump dirá que fue un éxito como ya hizo con la reunión con el líder norcoreano Kim Jong-un, pese a que ésta acabó con palabras muy bonitas pero ningún resultado vinculante.
Helsinki, por su parte, está envuelta en la fiebre de la cumbre. Los rostros de ambos dirigentes se ven en numerosas camisetas y botellas de cerveza y una librería vende “matrioshkas” (muñeca rusas) de Putin y Trump.
A unos 8 mil 500 kilómetros de distancia de la capital finlandesa, en Washington, todo gira en torno a un tema: las nuevas acusaciones en el “Rusiagate”.
El fiscal especial Robert Mueller acusó el viernes a 12 agentes rusos de haber hackeado los correos electrónicos de los demócratas durante la campaña electoral de 2016.
Es la primera vez que se acusa directamente al servicio secreto ruso GRU de ser responsable del golpe de imagen contra el Partido Demócrata de quien era la adversaria de Trump, Hillary Clinton.
Las autoridades estadunidenses venden armas a Ucrania, aplican sanciones contra Moscú, expulsan a diplomáticos rusos, acusan al Kremlin de violaciones de los derechos humanos.
Pero Trump no parece apoyar realmente estas medidas. Aunque dice que nadie ha seguido una política más dura contra Moscú que él, socava constantemente la línea oficial, por ejemplo al sembrar la duda de que Estados Unidos pueda reconocer la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia.
Los asesores de Trump tuvieron que salir a desmentir la posibilidad de que el presidente haga concesiones a Putin. El embajador estadunidense en Moscú, Jon Huntsman, declaró que se le pedirán cuentas por su papel en las guerras civiles de Siria y Ucrania, así como por los presuntos ataques informáticos contra Estados Unidos.
Será muy difícil confirmar sin embargo la veracidad de estas declaraciones y los resultados del encuentro si Trump y Putin se reúnen -como se prevé- a solas y después dan una conferencia de prensa conjunta. El encuentro comenzará al mediodía local.
Nuestra relación con Rusia
“NUNCA” fue peor, dice Trump
Pocas horas antes de la cumbre en Helsinki con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo hoy en Twitter que las relaciones con Moscú nunca habían sido tan malas, sobre todo ahora por la investigación de la injerencia rusa en las presidenciales de su país.
“Nuestra relación con Rusia NUNCA fue tan mala gracias a muchos años de tontería y estupidez estadounidense y ahora por la manipulada caza de brujas”, escribió Trump en Twitter, poco antes de reunirse en primer lugar con el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, el país que acoge la cumbre entre ambos líderes mundiales.
Los servicios secretos estadounidenses acusan a Rusia de un ataque cibernético durante la campaña presidencial de 2016 con el objetivo de ayudar a Trump y perjudicar a la rival demócrata, Hillary Clinton.
Un fiscal especial investiga si hubo contactos secretos al respecto entre miembros del equipo de la campaña de Trump. El mandatario ha calificado esta investigación en varias ocasiones de “caza de brujas”.
En otro tuit anterior acusó a su predecesor Barack Obama de no haber hecho nada contra los presuntos ataques rusos. Obama -afirmó-, creía que iba a ganar Clinton, por eso no hizo nada.
El gobierno de Obama acusó públicamente a Rusia por primera vez en octubre de 2016 de estar tras los ciberataques, es decir, cuando faltaba poco más de un mes para las elecciones a principios de noviembre.
El viernes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó acusaciones formales contra 12 miembros del servicio secreto militar ruso GRU de haber atacado PCs de demócratas, así como de miembros del equipo de campaña de Clinton.
Se trata de la primera vez que el Departamento de Justicia estadunidense señala al servicio secreto y con ello responsabiliza directamente al gobierno de Putin de los ciberataques.
Se trata además de una presión añadida para el encuentro entre Putin y Trump, que ya se han visto cara a cara en otras dos ocasiones.
Los demócratas estadunidenses pidieron que el tema ocupara un lugar destacado en las conversaciones. Pero no está claro que Trump lo vaya a abordar. El mandatario se manifestó con ambigüedad al respecto este fin de semana.
El Kremlin considera que hay una
buena relación entre Putin y Trump 
El Kremlin considera que hay una buena relación entre el presidente Vladimir Putin y su homólogo Donald Trump, por lo que estima que la cumbre ruso estadounidense que hoy se celebra en Helsinki será exitosa.
“Se prestan atención uno al otro y pueden conversar bastante bien”, dijo Dmitri Peskov, portavoz de Putin, en declaraciones al canal estatal RT horas antes del encuentro en la capital finlandesa de Helsinki.
El portavoz señaló que espera que la conversación “al menos” suponga “un pequeño paso” para salir de las actuales relaciones, que son malas.
Rusia no tiene ningún tipo de problemas con que Trump sitúe a Estados Unidos en primer lugar, dijo Peskov. “Cualquier jefe de Estado debería defender en primer lugar los intereses de su propio país en primer lugar. En ese sentido, también nuestro presidente es pragmático y sincero. También él dice que los intereses de Rusia y del pueblo ruso van por delante de todo”.
En las reunión de hoy se hablará sobre la guerra en Siria, pero será difícil ya que las partes no coinciden en el papel que desempeña Irán, dijo Peskov.
“Sabemos cuál es la posición de Washington sobre Irán. Pero a su vez, Irán es para nosotros un buen socio tanto en las relaciones comerciales como en el diálogo político”, añadió. Rusia e Irán son los princpales aliados del gobierno del presidente sirio Bashar al Assad.
Helsinki, punto de encuentro entre este y oeste 
Tras la Segunda Guerra Mundial, Helsinki ha sido en varias ocasiones escenario de cumbres entre jefes de Estado de Rusia y Estados Unidos. En la capital de este país neutral se forjó además durante la Guerra Fría un acercamiento entre los bloques enemistados de Occidente y Rusia.
El 1 de agosto de 1975, en Helsinki se firmó, tras dos años de negociaciones, el acta de la Conferencia sobre la Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE).
El entonces jefe de Estado y de Partido soviético Leonid Breshnev y el presidente estadounidense Gerald Ford se reunieron con otros 33 mandatarios para la firma del acuerdo. Un pacto que buscaba una distensión a largo plazo entre el bloque soviético, impulsor del comunismo, y Occidente, defensor del capitalismo.
En septiembre de 1990 se reunieron en Helsinki, antes de que la Unión Soviética se disolviera, el presidente estadounidense George H. W. Bush y el soviético Mijail Gorbachov. Entonces el motivo de la reunión era la situación explosiva en el conflicto del Golfo.
La condena conjunta de la invasión iraquí el emirato de Kuwait fue interpretada como una señal de creciente cooperación entre ambas grandes potencias.
En marzo de 1997 el presidente estadunidense Bill Clinton negoció en Helsinki con su homólogo ruso Boris Yeltsin sobre la cooperación entre la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y Rusia, así como temas de desarme y asuntos económicos.