10 abril,2024 3:22 pm

Entré cámaras, gritos y futbol, así fue el día 1 de Messi en Monterrey

 

Ciudad de México, 10 de abril de 2024. Casi un centenar de reporteros esperan el momento en el que Lionel Messi salga por el túnel del Estadio Monterrey para comenzar a captar el momento.

Antes que Messi, ya había salido casi todo el equipo del Inter Miami y cuando él aparece en escena, el sonido de las cámaras no deja de sonar: “click, click, click”.

En el lugar nadie se salva de los mosquitos que atacaban hasta el mismísimo mejor futbolista del mundo, pero había que entrenar.

Ahí, en el rectángulo verde, se le veía feliz al argentino, lejos de los operativos de seguridad y todo el bullicio que siempre lo rodea en cada lugar público que aparece.

Sonriendo se une al “torito” como se le llama al ejercicio con balón que sirve para calentar y que se lleva a cabo en un círculo con los jugadores y dos de ellos buscando recuperar el esférico.

Messi participa gustoso, la pasa de derecha, de izquierda, de cabeza y a veces le toca perder el balón y ser de los que tienen que recuperarlo correteando en medio del círculo.

Ese ejercicio acaba y los 15 minutos de acceso para la prensa están por terminar. El entrenador Gerardo “Tata” Martino manda otro ejercicio y es en grupos de cuatro.

Es momento que Messi y sus amigos ex del Barsa se reúnan para ejecutarlo.

Sergio Busquets, Jordi Alba y su amigazo Luis Suárez, se acercan un poco a donde los lentes de cámara de video y fotográficas apuntan para captar cada momento y movimiento de Lionel.

Ahí entre risa y risa hacen el ejercicio sabiendo que la imagen dará vuelta al mundo dando fe de su paso por México en donde juegan ante Rayados los Cuartos de Final de la Copa de Campeones de la Concacaf.

Mientras todo eso pasaba, su corpulento guardaespaldas Yassine Cheuko ya había checado la doble instalación de vallas que se instalaron para evitar que en el juego del miércoles se brinque la gente en pleno juego.

El entrenamiento terminó alrededor de las 20:30 horas. Momento de regresar a su hotel en donde un centenar de personas, muchos niños con el 10 impreso en una playera de Argentina o de Miami, lo esperan.

La mayoría sabe que no lo podrá ver ni saludar, pero con sólo ver llegar el autobús que lo transporta gritan, lanzan porras y le enseñan pancartas. Es la “Messimania” desatada en Monterrey.

 

Texto y foto: Agencia Reforma