En abril de este año el presidente Trump movilizó a unos 2 mil 100 efectivos de la Guardia Nacional hacia su frontera con México.
Washington, DC, 25 de octubre de 2018. Ante las elecciones legislativas del 6 de noviembre, Donald Trump ha logrado marcar la agenda con la caravana de migrantes centroamericanos que atraviesa México para pedir asilo en Estados Unidos. El Presidente dio hoy un paso más y anunció el envío de más tropas a la frontera.
“Voy a llevar al Ejército para esta emergencia nacional. ¡Van a ser frenados!”, lanzó en Twitter por la mañana. Horas después, altos funcionarios de su administración, bajo condición de anonimato, filtraron a algunos de los medios estadunidenses más destacados que el Pentágono se dispone a enviar al menos 800 efectivos militares más a la frontera a pedido de Trump.
“A aquellos en la caravana, den la vuelta, no vamos a dejar entrar ilegalmente a gente en Estados Unidos. Vuelvan a su país y, si quieren, ¡soliciten la nacionalidad como millones lo están haciendo!”, clamó el mandatario ya por la tarde en la red social.
Trump ha construido un relato en torno a la caravana que da la idea de una invasión de gente entre la que hay criminales y hasta terroristas yihadistas. Pareciera además, según lo expone el presidente, que están a las puertas de Estados Unidos queriéndolas derribar.
Pero lo cierto es que los migrantes, entre los que hay familias enteras con niños que huyen de la violencia, la pobreza y la corrupción de los países del Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador), se encuentran aún muy lejos de Estados Unidos, a cuya frontera pretenden llegar para solicitar asilo.
La Caravana Migrante hondureña partió el 13 de octubre de San Pedro Sula, una de las ciudades más violentas del mundo. Atravesó Guatemala y entró en México. Ahora mismo se encuentra en el sureño estado de Chiapas.
Sus integrantes llegaron a ser unos 7 mil 500, pero algunos han solicitado asilo en México, otros han abandonado la caravana y también hay un grupo de 134 que ha sido repatriado a Honduras. Ahora mismo son unos 3 mil 630 avanzando, según las autoridades, y unos 5 mil 500 según los organizadores.
De momento no han decidido a qué punto fronterizo se dirigen. Dependiendo de la ruta que escojan, pueden tener que caminar todavía entre mil 600 y casi 4 mil kilómetros. Su llegada a la frontera con Estados Unidos se demorará aún semanas.
Quedan solo dos para las elecciones legislativas de medio mandato, en las que las encuestas daban posibilidades de recuperar el Congreso a unos demócratas a los que el tema de la caravana les ha pillado a trasmano.
Con ella, Trump ha logrado, entre otras cosas, sacar de la agenda el escándalo en torno a la nominación para la Corte Suprema de Brett Kavanaugh, acusado por tres mujeres de abuso sexual.
Informativos y tertulias de televisión dedican horas a la caravana, y las cadenas que son afines a Trump, comenzando con Fox News, realizan además coberturas que han recibido fuertes críticas y hasta acusaciones de racismo.
“La realidad de la situación (de los migrantes) no ha evitado que Trump y algunos de sus aliados mediáticos retuerzan la historia para que encaje en su propia agenda”, aseguró hace unos días la Columbia Journalism Review, la publicación de una de las universidades del mundo más reconocidas en la enseñanza del periodismo.
Según los altos funcionarios que hablaron con The Washington Post y CNN, el secretario de Defensa, Jim Mattis, tiene previsto firmar el viernes las órdenes de despliegue de los efectivos y se espera que estos asuman sus posiciones la semana que viene.
Aún se desconoce qué clase de tropas serán, de dónde llegarán y cuáles serán sus tareas específicas.
Trump ya movilizó a la Guardia Nacional en abril, cuando la llegada de otra caravana de migrantes desató su ira. Se trata de un cuerpo de voluntarios que es fuerza de reserva del Ejército.
Ahora mismo hay unos 2 mil 100 de sus miembros desplegados, pero no participan en detenciones, como tampoco podrán hacerlo los que lleguen la semana que viene, porque la ley se lo impide a los cuerpos militares.
Uno de los funcionarios que habló con The Washington Post comparó el despliegue que se va a hacer con el de las tropas en activo que colaboran en las tareas de socorro tras un huracán.
Se encargarán de proveer vallado y otros materiales para asegurar la frontera, así como de soporte técnico en puntos clave por donde se sabe que se producen cruces ilegales, según las fuentes con las que habló CNN. Además suministrarán carpas y asistencia médica en esas zonas. Tienen derecho a la defensa propia, dijeron las fuentes, pero es la Patrulla Fronteriza la que tiene la facultad de frenar físicamente la entrada de inmigración ilegal.
También los predecesores de Trump enviaron efectivos a la frontera: Barack Obama mandó mil 200 en 2014 y George W. Bush 6 mil entre 2006 y 2008.
Texto: DPA / Foto: Twitter
https://suracapulco.mx/2018/10/25/llega-caravana-migrante-a-pijijiapan/
https://suracapulco.mx/2018/10/25/parte-caravana-migrante-hondurena-rumbo-a-pijijiapan/
https://suracapulco.mx/2018/10/25/medios-siguen-el-juego-a-trump-con-la-caravana-migrante/
“Voy a llevar al Ejército para esta emergencia nacional. ¡Van a ser frenados!”, lanzó en Twitter por la mañana. Horas después, altos funcionarios de su administración, bajo condición de anonimato, filtraron a algunos de los medios estadunidenses más destacados que el Pentágono se dispone a enviar al menos 800 efectivos militares más a la frontera a pedido de Trump.
“A aquellos en la caravana, den la vuelta, no vamos a dejar entrar ilegalmente a gente en Estados Unidos. Vuelvan a su país y, si quieren, ¡soliciten la nacionalidad como millones lo están haciendo!”, clamó el mandatario ya por la tarde en la red social.
Trump ha construido un relato en torno a la caravana que da la idea de una invasión de gente entre la que hay criminales y hasta terroristas yihadistas. Pareciera además, según lo expone el presidente, que están a las puertas de Estados Unidos queriéndolas derribar.
Pero lo cierto es que los migrantes, entre los que hay familias enteras con niños que huyen de la violencia, la pobreza y la corrupción de los países del Triángulo Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador), se encuentran aún muy lejos de Estados Unidos, a cuya frontera pretenden llegar para solicitar asilo.
La Caravana Migrante hondureña partió el 13 de octubre de San Pedro Sula, una de las ciudades más violentas del mundo. Atravesó Guatemala y entró en México. Ahora mismo se encuentra en el sureño estado de Chiapas.
Sus integrantes llegaron a ser unos 7 mil 500, pero algunos han solicitado asilo en México, otros han abandonado la caravana y también hay un grupo de 134 que ha sido repatriado a Honduras. Ahora mismo son unos 3 mil 630 avanzando, según las autoridades, y unos 5 mil 500 según los organizadores.
De momento no han decidido a qué punto fronterizo se dirigen. Dependiendo de la ruta que escojan, pueden tener que caminar todavía entre mil 600 y casi 4 mil kilómetros. Su llegada a la frontera con Estados Unidos se demorará aún semanas.
Quedan solo dos para las elecciones legislativas de medio mandato, en las que las encuestas daban posibilidades de recuperar el Congreso a unos demócratas a los que el tema de la caravana les ha pillado a trasmano.
Con ella, Trump ha logrado, entre otras cosas, sacar de la agenda el escándalo en torno a la nominación para la Corte Suprema de Brett Kavanaugh, acusado por tres mujeres de abuso sexual.
Informativos y tertulias de televisión dedican horas a la caravana, y las cadenas que son afines a Trump, comenzando con Fox News, realizan además coberturas que han recibido fuertes críticas y hasta acusaciones de racismo.
“La realidad de la situación (de los migrantes) no ha evitado que Trump y algunos de sus aliados mediáticos retuerzan la historia para que encaje en su propia agenda”, aseguró hace unos días la Columbia Journalism Review, la publicación de una de las universidades del mundo más reconocidas en la enseñanza del periodismo.
Según los altos funcionarios que hablaron con The Washington Post y CNN, el secretario de Defensa, Jim Mattis, tiene previsto firmar el viernes las órdenes de despliegue de los efectivos y se espera que estos asuman sus posiciones la semana que viene.
Aún se desconoce qué clase de tropas serán, de dónde llegarán y cuáles serán sus tareas específicas.
Trump ya movilizó a la Guardia Nacional en abril, cuando la llegada de otra caravana de migrantes desató su ira. Se trata de un cuerpo de voluntarios que es fuerza de reserva del Ejército.
Ahora mismo hay unos 2 mil 100 de sus miembros desplegados, pero no participan en detenciones, como tampoco podrán hacerlo los que lleguen la semana que viene, porque la ley se lo impide a los cuerpos militares.
Uno de los funcionarios que habló con The Washington Post comparó el despliegue que se va a hacer con el de las tropas en activo que colaboran en las tareas de socorro tras un huracán.
Se encargarán de proveer vallado y otros materiales para asegurar la frontera, así como de soporte técnico en puntos clave por donde se sabe que se producen cruces ilegales, según las fuentes con las que habló CNN. Además suministrarán carpas y asistencia médica en esas zonas. Tienen derecho a la defensa propia, dijeron las fuentes, pero es la Patrulla Fronteriza la que tiene la facultad de frenar físicamente la entrada de inmigración ilegal.
También los predecesores de Trump enviaron efectivos a la frontera: Barack Obama mandó mil 200 en 2014 y George W. Bush 6 mil entre 2006 y 2008.
Texto: DPA / Foto: Twitter
https://suracapulco.mx/2018/10/25/llega-caravana-migrante-a-pijijiapan/
https://suracapulco.mx/2018/10/25/parte-caravana-migrante-hondurena-rumbo-a-pijijiapan/
https://suracapulco.mx/2018/10/25/medios-siguen-el-juego-a-trump-con-la-caravana-migrante/
