23 octubre,2018 1:43 pm

EPN y AMLO eluden confrontación con Trump por migrantes

Estados Unidos es cada vez más radical en cuanto a su política exterior acerca de los migrantes, en tanto que en Centroamérica salen cada año 400 mil personas cada año, que atraviesan el territorio mexicano para llegar al país del norte.
Acapulco, Guerrero, 23 de octubre de 2018. Donald Trump comenzó sus beligerancias, como acostumbra, desde su cuenta de Twitter, por un problema que comenzó en Honduras, se engrandeció en Guatemala y ha terminado por explotar en México.
Desde la semana pasada Trump alertó acerca de la enorme caravana proveniente de San Pedro Sula, a 2 mil 500 kilómetros de Estados Unidos, esto ha hecho estallar una crisis entre México y el Triángulo del Norte de los países centroamericanos, Guatemala, Honduras, El Salvador; pues México ha quedado en medio del desconcierto político.
Ante esta crisis, Enrique Peña Nieto, asegura que México se encuentra en una crisis inédita. El conflicto se da entre seguir el paso a los dictados de Donald Trump o dar atención a los miles de migrantes que están entrando a territorio nacional por la frontera sur.
Estados Unidos es cada vez más radical en cuanto a su política exterior acerca de los migrantes, en tanto que en Centroamérica salen cada año 400 mil personas cada año, que atraviesan el territorio mexicano para llegar al país del norte.
El ritmo migratorio se marca por cerca de mil personas diarias que se mueven constantemente hacia al norte.
A pesar de que en este momento hay dos presidentes en ejercicio, Enrique Peña Nieto que va de salida, y Andrés Manuel López Obrador que aún no entra en funciones pero que ya ha tomado varios temas del país en sus manos, ninguno de los dos se ha manifestado ni a favor ni en contra de Donald Trump.
Lo anterior se nota en hechos como el de la semana pasada, cuando el secretario de Estado, de Estados Unidos, Mike Pompeo se reunió por separado con Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores, y más tarde con Marcelo Ebrard, quien tomará esta estafeta una vez que entre en funciones el nuevo gobierno.
En cuanto al representante de Peña Nieto, Pompeo escuchó términos “soberanía”, y de parte de López Obrador, “protección a los migrantes” y “programas sociales”. El gobierno actual habló de “que no se permitirá un ingreso por la fuerza al país”, en cambio el gobierno de la transición, se manifestó como “donde comen dos, comen tres”.
Andrés Manuel López Obrador, quien en múltiples ocasiones ha dicho que no quiere confrontarse con Trump, si no convencerlo, ha ofrecido empleo a los migrantes en al próxima construcción del Tren Maya, uno de los proyectos más grandes que ha propuesto.
En la calle también se escuchan las voces confrontadas. El movimiento migratorio en un principio fue visto con simpatía, pero una vez que entraron casi por la fuerza por el río Suchiate, comenzó a decaer el ánimo.
En tanto en el sur, los activistas no se dan tregua para abastecer a los migrantes con atenciones y comida, una ya larga tradición en la frontera del sur, que desde las décadas de 1980 y 1990 ha dado muestras de fraternidad al acoger a miles de centroamericanos que escapaban de la guerra civil en Centroamérica.
Este lunes, Trump estuvo más beligerante en Twitter, y anunció el recorte a los fondos de ayuda para los países centroamericanos, que mucho dependen de estos recursos.
“Guatemala, Honduras y El Salvador no pudieron hacer el trabajo de detener a la gente de salir de su país y de venir ilegalmente a Estados Unidos. Ahora comenzaremos a cortar, o a reducir sustancialmente, la ayuda extranjera masiva que se les ha dado rutinariamente”, escribió Trump en Twitter; criticó además a la policía y al ejército mexicano por no detener a la caravana hondureña.

Para añadir fuego a sus declaraciones, Trump aseveró que en el contingente venían personas provenientes del Medio Oriente.
“Lamentablemente, parece que la policía y el ejército mexicanos no pueden detener la caravana que se dirige a la frontera sur de los Estados Unidos. Se mezclan criminales y desconocidos del Medio Oriente. He alertado a la patrulla fronteriza y al ejército que se trata de una emergencia nacional. ¡Hay que cambiar las las leyes!”.

Donald Trump está decidido a aumentar el odio contra los centroamericanos; mientras los dos representantes del Ejecutivo en México se mantienen en silencio, atendiendo sus propias preocupaciones.
Texto: Redacción con información de El País / Foto: EFE, archivo El Sur