18 junio,2019 5:16 am

Eran de la UPOEG los 4 muertos en la sierra de Tlacotepec; acusan a militares

 
Iban desarmados y no murieron en un enfrentamiento, sino en un ataque de soldados, afirman. Señalan vínculos del Ejército con líderes criminales
 
 
Zacarías Cervantes
 
Chilpancingo
 
Los cuatro vecinos de la sierra de Tlacotepec muertos el sábado eran policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), y no cayeron en enfrentamiento entre civiles armados, como dijo el fiscal del estado, sino fueron abatidos por efectivos del Ejército cuando iban desarmados.
Familiares de tres de los cuatro policías ciudadanos asesinados el medio día del sábado cerca de Vuelta del Sur, en la sierra del municipio Heliodoro Castillo (Tlacotepec), declararon ayer que los policías de la UPOEG fueron atacados por soldados del 50 Batallón de Infantería de Chilpancingo que acampaban en el punto conocido como Los Bajos.
Aseguraron que uno de los muertos, Aníbal González Fernández, quien conducía una camioneta en la que traían a dos heridos a curar a Chilpancingo, recibió un tiro de gracia en la cabeza.
El Servicio Médico Forense (Semefo) entregó los cuerpos a las 3 y media de la madrugada de ayer, pero sus familiares se los llevaron a la sierra a las 9 de la mañana. Tres eran de Vuelta del Sur y otro de Puerto de los Monos, municipio de Tlacotepec.
Precisaron que los cuatro asesinados eran policías ciudadanos de la UPOEG, que iban desarmados porque sabían que pasarían por el puesto de revisión de los militares a quienes les pedirían apoyo para salir de la zona con sus dos heridos.
Los familiares de las víctimas exigieron que se investigue a fondo el caso, que las autoridades aclaren “sus mentiras” y demandaron justicia y castigo a los responsables.
Con imprecisiones el fiscal Jorge Zuriel de los Santos dijo el domingo que los cuatro hombres murieron a las 3 de la tarde del sábado en un enfrentamiento entre dos grupos de la delincuencia organizada, “unos vestidos de militar, se enfrentaron a balazos en el lugar conocido como La Curva”, declaró el funcionario, y dijo que en el lugar del tiroteo se hallaron más de mil 200 casquillos percutidos para rifles AK-47 y AR-15, y que “hubo varios heridos que fueron auxiliados por familiares”.
También dijo que tres de los cuatro muertos eran de Yextla, municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco) y otro de Jaleaca de Catalán, municipio de Chilpancingo, pero no proporcionó sus nombres.
Los familiares de las víctimas aseguraron que lo dicho por el fiscal es falso, y contaron ayer lo que pasó, antes de que se llevaran sus muertos para sepultarlos en sus pueblos.
 
Sicarios de El Teniente y El Nencho atacaron Vuelta del Sur
 
La tía de uno de los asesinados dijo que el sábado a las 11 y media de la mañana gente de Tlacotepec del grupo delictivo que encabezan Juan Castillo Gómez, El Teniente, y Onésimo Marquina Chapa, El Nencho, atacaron el pueblo La Vuelta del Sur que está custodiado por la Policía Ciudadana de la UPOEG, quienes les hicieron frente y no pudieron entrar al pueblo, como era su intención.
El tiroteo habría durado de 20 a 30 minutos, y los agresores se fueron rumbo a un punto conocido como Cruz Quemada. Los vecinos de Vuelta del Sur aseguran que entre los vehículos en los que se fueron vieron una camioneta, “parecida a la que traen los militares”.
La mujer contó que enseguida los policías ciudadanos recorrieron el pueblo y por el lado donde atacaron y se fueron los agresores, en un punto conocido como La Curva del Jilguero, ahí encontraron a dos de sus compañeros heridos, uno con balazos en la pierna y el otro con un tiro en el abdomen que era el más grave.
Dijo que dos policías ciudadanos desarmados sacaron del pueblo a los heridos en una camioneta y que pensaban pedir ayuda para salir de la zona a los militares que habían llegado esa misma mañana, media hora antes de que fueran atacados en el pueblo, y que estaban acampados en un punto conocido como Los Bajos, a unos 10 minutos en vehículo de La Vuelta del Sur.
Añadió que cuando apenas habían salido los habitantes escucharon una segunda balacera y pensaron que otra vez estaban siendo atacados por los civiles, ahora del otro lado del pueblo, pero los balazos cesaron de inmediato.
Entonces los familiares de los heridos, la mayoría mujeres, se fueron a ver a los militares acampados en Los Bajos para preguntarles lo que había pasado y pedirles ayuda, pero estos no las dejaron acercarse y las corrieron: “lárguense, lárguense, nosotros también fuimos agredidos, no queremos saber nada, lárguense”, les ordenaron.
Informó que la madre de uno de los heridos, les suplicó que la dejaran pasar para ver cómo estaba su hijo, pero que un “guacho” la empujó y volvió a gritar: “que se larguen”.
Otro de los vecinos que fue con los que hablaron con los militares dijo que los soldados les dijeron que los policías ciudadanos los atacaron, “entonces nosotros les dijimos que no era posible porque iban desarmados y que dos iban heridos a curarse a Chilpancingo”, pero añadió que los soldados los corrieron.
Uno de los familiares dijo que “es seguro” que los cuatro policías ciudadanos fueron balaceados por los militares y que estos argumentaron que fueron atacados, “pero cómo iban a ir armados si dos iban heridos y los otros dos sabían que iban a pasar por el retén para pedirle a los militares que los ayudaran a llegar siquiera a Chicahuales (municipio de Chilpancingo)”.
Rechazó lo que declaró el fiscal, quien dijo que murieron en un enfrentamiento entre grupos rivales, pues informó que la camioneta donde iban los policías ciudadanos quedó a 10 metros de donde está el reten de los soldados, “ni modo que enfrente de ellos se agarraran a balazos”.
“Si los hubieran emboscado la gente de Tlacotepec hubiera despedazado a balazos la camioneta y los cuerpos estuvieran desechos, esa gente no se tienta el corazón, y luego lo hubieran subido a las redes sociales para presumir, ellos no se esconden para hacer sus cosas. Los familiares que ya hemos sufrido emboscadas por ellos sabemos cómo dejan los carros, y los cuerpos los dejan desechos a balazos, y estos recibieron pocos balazos y uno tiene el tiro de gracia”, insistió.
Denunció que los militares no dejaron acercarse a los pobladores al sitio donde quedó la camioneta baleada, aun cuando los familiares llegaron llorando y querían ver cómo estaban.
Contaron que así transcurrió la tarde y la noche del sábado y que la mañana del domingo los familiares de los policías ciudadanos se enteraron por familiares radicados en Chilpancingo, quienes les llamaron por teléfono y les dijeron que en los medios de comunicación se estaba informado que murieron en un  enfrentamiento.
Las víctimas son: Marcelo Barragán Almazan, José Guadalupe Hernández Mauricio y Aníbal González Fernández, éste último es el que conducía la camioneta y quien recibió un tiro de gracia, según sus familiares. El otro muerto era de Puerto de los Monos, pero los vecinos de Vuelta del Sur desconocen su nombre.
 
Colusión de militares con el grupo delictivo de Tlacotepec
 
Los familiares de las víctimas recibieron los cuerpos a las 3 y media de la madrugada, pero se los llevaron hasta a las 9.
Antes, en declaraciones a los medios de comunicación exigieron justicia y que se realice una investigación a fondo, “y se diga bien cómo los mataron, sabemos bien que los militares del 50 Batallón siempre se han vendido con esa gente (de Tlacotepec), tenemos pruebas, se han subido videos, anteriormente andaban con Ángel Villalobos, Onésimo Marquina, y con El Teniente (Juan Castillo Gómez), el gobierno lo sabe”, declaró un familiar.
Los familiares exigieron que les den a conocer los resultados de la necropsia y el peritaje para que sepan con qué calibre de armas los mataron, “porque estamos seguros que fueron agredidos por los militares. No puede ser coincidencia que todos los balazos hayan sido con G-3 de los que usan los soldados”, dijo uno de ellos.
Aseguró que en las redes sociales se enteraron que la camioneta también recibió impactos de armas G-3.
Contó que un muchacho que fue a arreglar sus mangueras de agua al cerro se quedó agazapado cuando comenzó la primera balacera, y cuando ya regresaba al pueblo, escuchó la segunda y les dijo que aunque no los vio disparar porque estaba entre el monte, les aseguró que los balazos se escucharon del lado donde estaban los militares.
“El chavo dijo que la gente de Tlacotepec que llegó a atacar al pueblo ya se había ido por el lado de Cruz Quemada cuando escuchó la segunda balacera en el lugar donde están acampados los militares”.
“Aquí no hay otra explicación, fueron los militares los que los agredieron, los militares los mataron”, dijo.
Los pobladores de Vuelta del Sur informaron que en esa comunidad ya sólo quedan unos 200 habitantes de más de 600 que había hace dos años, y que los demás se han ido por la violencia, “y a muchísimos los ha matado la gente de Onésimo Marquina y de Juan Castillo Gómez, llegan a los pueblos sin importar que haya niños, así llegaron a Pueblo Viejo, a Corralitos, destruyen los pueblos a balazos”.
Contó que en esos pueblos no hay ley, “¿y Astudillo (el gobernador) bien gracias, los apoya, apenas fue a Puerto del Gallo con todos los sicarios de Campo Morado, de Pueblo Viejo de Tecomazuchitl, de Agua Fría, El Frío, El Durazno. Lo vimos a toda madre con Olaguer (Hernández Flores, el diputado priista), también apoyándolos, dándoles fertilizante”.
Se preguntó si el gobernador es parejo, “¿por qué no ha ido a ver cómo ha dejado esa gente los pueblos de Puerto la Guitarra y La Vuelta del Sur?, así no se puede confiar en las autoridades”, dijo el familiar.