Ciudad de México, 19 de diciembre de 2023. A Elon Musk, cuando habla del tumulto que suele crear, le gusta citar una frase de la película “Gladiador” cuando el personaje de Russell Crowe termina de matar a sus enemigos en la arena: “¿No estás entretenido?”.
Al menos, el 2023 para Musk estuvo lleno de drama. Si fue entretenido es una cuestión diferente, señaló The Wall Street Journal.
Un día, señala el Journal, el multimillonario es el autoproclamado “Technoking” que marca el comienzo de un nuevo y brillante futuro con el cohete Starship, de SpaceX, que realizará su primer lanzamiento en abril; o con las entregas de la Cybertruck, de Tesla, que se retrasaron mucho tiempo.
Otro día, añade, Musk tuitea apoyando una teoría de conspiración antisemita o admitiendo que no ayudó a un ataque ucraniano sorpresa contra barcos rusos que dependía de su servicio de internet Starlink.
A menudo parecía como si el magnate se acercara al fin de año como un gladiador, luchando todos los días contra enemigos, reales y percibidos.
Cambió el nombre de Twitter y reintrodujo la plataforma de redes sociales como X, cuando a principios de año muchos se apresuraron a predecir su desaparición, en parte debido a los dramáticos recortes de personal.
Incluso Mark Zuckerberg elogió a Musk por eliminar capas de gestión.
Fue un raro momento de lindas palabras entre los multimillonarios, quienes pasaron los meses de verano aparentemente planeando una pelea en jaula como si fueran los gladiadores de Silicon Valley. El Coliseo de Roma se planteó como sede, pero su propuesta se evaporó.
En cambio, los problemas en X le dieron a Zuckerberg una oportunidad para atacar con Threads, que aterrizó en julio, cuando X parecía estar en su punto más débil.
Cuando se trata de X, la gracia salvadora para Musk podría terminar siendo sus datos y su papel a la hora de ayudarle a crear su propia empresa de Inteligencia Artificial, xAI, su sexta compañía.
La startup, con su propio chatbot Grok, tiene como objetivo ponerse al día con OpenAI, la popular empresa detrás de ChatGPT que Musk ayudó a fundar hace varios años antes de irse después de una pelea.
De manera similar, durante los primeros días de la guerra entre Israel y Hamas, Musk dijo que habilitaría Starlink en Gaza para los trabajadores humanitarios internacionales luego de que una ola de ataques aéreos israelíes destruyera los sistemas de comunicación en el territorio.
Su promesa fue rápidamente reprendida por Israel. Más tarde, durante un viaje a ese país el mes pasado, un alto funcionario dijo que Musk llegó a un acuerdo con el Gobierno de que Starlink sólo puede operar en Gaza con el permiso de Israel.
Una biografía escrita por Walter Isaacson este año dio un nuevo término para los infames cambios de humor de Musk: “Modo demonio”.
Olvídese del “Technoking”, este año Musk fue el Rey del Drama.
Texto y foto: Agencia Reforma
