21 marzo,2022 9:42 am

Es muy pronto para dejar de usar cubrebocas, advierten especialistas

 

Ciudad de México, 21 de marzo de 2022. A dos años de iniciar el uso masivo de cubrebocas, el gobierno federal, analiza la pertinencia de seguir usándolo, tanto en espacios abiertos como cerrados, aunque algunas administraciones locales, como la de Quintana Roo, ya decidieron eliminar la obligatoriedad del artículo en lugares abiertos.

Especialistas advierten que “no hay prisa por dejar de usar el cubrebocas. Hacerlo en los espacios cerrados o abiertos sin sana distancia, sería un error”. Para la población, en particular los adultos mayores o personas con comorbilidades, su uso aún sigue siendo necesario, especialmente para quienes han padecido los efectos del Covid grave y la pérdida de familiares.

No obstante, los jóvenes están más predispuestos a dejar de utilizarlo si así lo disponen los gobiernos. “A mí no me preocupa dejar de usarlo, me siento segura en la calle y en el salón de clases, además todos mis amigos están vacunados”, señala Sofía, de 20 años.

Al respecto, el doctor Mauricio Rodríguez Álvarez, vocero de la Comisión universitaria para la emergencia del coronavirus de la Universidad Nacional Autónoma de México, enfatiza en una entrevista con La Jornada que el uso del cubrebocas “es una responsabilidad de la ciudadanía, no necesariamente es una decisión de los gobiernos. Esa etapa ya pasó”.

Clementina es categórica: “No lo voy a dejar de usar ni en espacios abiertos ni en cerrados. En mi caso, mis ocho hermanos enfermamos gravemente y perdí a mi padre. Siento que a mí el cubrebocas me ha ayudado mucho, personalmente no lo voy a dejar de usar ni le recomendaría eso a mi familia”.

Su uso fue incómodo al principio, reconoce Josefina, de 80 años, pero “no había miedo, sino pavor a la enfermedad. Lo usé para protegerme y para darle tranquilidad a mis hijos. Ahora es parte de mi vida cotidiana. No salgo sin él de casa, nunca lo olvido, me acompaña a todas partes: al mercado, al doctor y hasta al salón de belleza”.

El uso del cubrebocas está tan extendido que hay de marcas de diseñador; se volvió un emprendimiento para algunos; se eligen por color para combinarlos con el atuendo, incluso, hubo un aprendizaje sobre los tipos de filtración que ofrecen: si son tricapa, de grado médico o si se debe evitar el llamado cubrebocas “egoísta”, que usa válvulas.

Dejar de ponérselo en lugares cerrados, aunque se conserve la sana distancia, “no es suficiente, porque los aerosoles flotan en el ambiente por varias horas y nos podemos contagiar”, afirmó el doctor Rafael Bojalil Parra, profesor investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana. Lo que debemos hacer, explicó, “es dejar de usarlo en lugares abiertos, si hay distancia de un 1.8 a 2 metros, pero no en lugares cerrados como el transporte público, las oficinas y las escuelas”.

Recomendó “vacunar a la mayor cantidad de población total, ventilar los lugares adecuadamente y seguir usando cubrebocas en espacios cerrados”.

Sin embargo, Rodríguez Álvarez enfatiza que “orientar a la población a dejar de usar el cubrebocas en lugares al aire libre, pero mantenerlo en los cerrados, puede llevar a confusión, porque ¿dónde inicia un espacio abierto? Si estoy en un parque y hay mucha gente no es adecuado quitarlo o, si voy a un estadio ¿y está lleno? Es mejor mantener su uso”.

Texto: Redacción

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