20 febrero,2019 7:18 am

Es positivo cerrar las Marías, pero urge una revisión profunda a la política penitenciaria: Madrazo Lajous

El profesor-investigador celebra la decisión anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y señala que es un sinsentido tener prisiones en el mar porque es “carísimo” mantenerlas.
El Sur / Ciudad de México, 20 de febrero de 2019. Si bien es positivo cerrar las cárceles en Islas Marías porque “es un sinsentido” tener prisiones en medio del mar, pues es “carísimo” abastecer un lugar tan lejano y sin rutas comerciales, esto de nada sirve si no va acompañada de una revisión seria y “más profunda” a la política penitenciaria, que actualmente es “infuncional”.
En entrevista vía telefónica con El Sur, Alejandro Madrazo Lajous, profesor-investigador del Programa de Política de Drogas del CIDE Región Centro y de la División de Estudios Jurídicos, concluye lo anterior y celebra la decisión anunciada al inicio de la semana por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no esconde sus reservas respecto a esta medida.
Experto en el tema de drogas –Madrazo Lajous es miembro del consejo de la Society for the Study of Drug Policy, considerado el espacio académico más consolidado en el mundo en esa área–, considera acertado cerrar Islas Marías “porque es un sinsentido tener prisiones en medio del mar. Es carísimo abastecer, porque está muy lejos y no hay rutas comerciales de transporte”, entonces, toda la transportación debe hacerse por flete y tiene un costo más elevado, expone.
“Pero, además, la ubicación misma derrota la finalidad de la prisión, la cual tiene como finalidad lograr la reinserción social. Para poder reinsertar a alguien en sociedad lo que necesitas es socializar, vincularlo a la sociedad. Que vean a sus familias, que estén cerca de sus relaciones, que vayan reconstruyendo esos vínculos con el mundo fuera de la prisión para que una vez que salgan puedan reinsertarse en sus comunidades. Si mueves a alguien a Islas Marías lo estás aislando de su comunidad, no reintegrando”, reflexiona el académico.
Sin embargo, considera que es necesaria, además, “una revisión seria de la política penitenciaria, que sea más profunda. Eso debería de estar pasando, pues es profundamente infuncional. Y esto debería de incluir la reducción o eliminación de delitos, porque tenemos demasiados delitos y penas demasiados largas de prisión”.
En el tema de la reinserción, retoma, sí existen las visitas en las Islas Marías, pero por “razones evidentes no todo el mundo puede realizarlas, o sea, familias que tienen que trabajar para mantenerse no pueden tomarse las dos semanas que se requieren para ir allá”.
Madrazo Lajous ve positivo el cambio porque, si bien otras prisiones también tienen un déficit enorme al no mantener a los presos cerca de sus comunidades, en Islas Marías se aísla de la sociedad, de forma “más brutal”, a los reos.
Más allá de la decisión financiera
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel II, Madrazo Lajous insiste en que la administración de López Obrador, aparte de tomar medidas para ahorrar, debería “buscar tener menos delitos para perseguir de forma eficaz los que realmente son dañinos para la sociedad, y deberíamos de tener penas alternativas de prisión para usar ésta sólo cuando sea necesario, porque no sirve para reinsertar a las personas en sociedad, en general”.
Pero, por el contrario, resalta, “el gobierno está tratando de ampliar el catálogo de prisión sin sentencia, a través de la prisión preventiva oficiosa, y eso de lo que habla es de mayor punitivismo”.
–En cuanto a los reclusos de Islas Marías, dicen que unos serán liberados y otros reinstalados en cárceles. ¿Crees que se revisará caso por caso?
–Da la impresión de que no se revisará caso por caso. No parece que haya una revisión inteligente de los gastos financieros. Parece que están identificando rubros que son demasiados costosos y a rajatabla están eliminándolos, como, yo considero, ha sido la decisión respecto a Islas Marías.
Está bien ahorrarse esos pesos –continúa el especialista–. Ojalá ese dinero que se gastaba en las prisiones de Islas Marías y que era exorbitante, se invierta ahora en las prisiones de tierra firme que también son deficientes. Ojalá sirva para mejorar el muy deficiente sistema penitenciario que tenemos.
–¿Qué opinas de convertir el lugar en un espacio cultural?
–Me suena a un sinsentido eso, cuando está apartado de las comunidades que requieren servicios culturales. En todo caso, lo más sensato sería hacer una reserva ecológica para la investigación, porque son islas que tienen un enorme valor para la biodiversidad nacional. Un asunto turístico tampoco suena a un buen plan porque ni siquiera hay agua para abastecer a los presos ahorita. La vocación natural de esas islas es la de reserva natural.
Prisiones que no funcionan
Alejandro Madrazo Lajous recuerda que, cuando llegó Felipe Calderón a la presidencia del país y lanzó su guerra contra las drogas, se sobresaturaron las cárceles ante la detención de muchas personas por delitos relacionados con drogas.
“Entre esa saturación, se le ocurrió que la solución era construir más prisiones federales, y el lugar más fácil para construir, porque no se tiene que acordar nada con el territorio de ningún estado, es Islas Marías: es territorio directamente bajo jurisdicción federal.
“Eso generó una oportunidad de negocio privado enorme, porque construir prisiones implica llevar todo el material y equipo de construcción hasta las islas. Implica abastecer esas prisiones con uniformes, mover a los guardias a que hagan sus turnos y regresarlos. Para que se entienda: la planta desalinizadora no funciona con la capacidad que se necesitaría para la población de Islas Marías, y en consecuencia hay que meter agua”, explica.
Todo ello se efectúa a través de proveedores privados, “y eso representa negocio para alguien, negocio que desde la subsecretaría de la Secretaría de Seguridad Pública del período de Calderón se gestionaba”.
La opinión general sobre las prisiones es que se hace “un pésimo uso de ellas (…) son muy caras y sobre todo sirven muy poco para la reinserción social”.
Asimismo, tienden a estar sobrepobladas de delincuentes menores. Es decir, el delincuente más frecuente en las prisiones federales son poseedores o trasportistas de mariguana.
Aclara Madrazo Lajous: “Transportar es una cuestión muy arbitraria, depende de quién hace la detención. Puede ser un tráiler moviéndose en la frontera o un chavo caminando con un churro en su mochila. En general, hay un abuso de la prisión, primero, por la prisión preventiva, y segundo, porque tenemos tipificados delitos que no deberían de estar tipificados, y que al serlo le dan la opción a policías y militares de arrestar a gente que es mucho menos peligrosa. Pueden arrestar y, por tanto, cumplir con números y estadísticas para que parezca que están haciendo su trabajo”.
“Es mucho más fácil agarrar a un chavo que va caminando con mota, sembrarle más mariguana y decir que es transportista, delito grave, para luego sacar la estadística de que se está deteniendo a delincuentes peligrosos, eso es más fácil que ir detrás de los delincuentes que realmente lo son”.
Guardia Nacional
Respecto al tema de la Guardia Nacional, Madrazo Lajous está a la espera de ver si se impone la decisión que se tomó desde el inicio, un mando civil.
“Dependerá de la oposición, si ésta se mantiene firme y obliga a la mayoría a incorporar lo que fuimos a plantear al parlamento abierto, entonces es un ejercicio muy positivo. Si la oposición negoció otras cosas e intercambia su voto a favor de ve tú a saber qué, pues entonces las audiencias sirvieron nomás para engordarle el caldo a las negociaciones entre los partidos”.
El ejercicio de las audiencias en el Poder Legislativo, pondera, es valioso porque se trata de un espacio en el cual se pueden verter las opiniones, y porque “queda exhibido el gobierno como uno que desoye las razones y datos que fueron presentados”.
La Guardia Nacional es la decisión más importante que tiene la Cuarta Transformación frente a sí, remarca Madrazo Lajous, pero también es la decisión más importante que tiene la oposición. Si ésta le concede al gobierno aprobar la iniciativa tal y como fue aprobada en la Cámara de Diputados, “se va a convertir en un apéndice irrelevante del partido hegemónico a lo largo del sexenio.
Pero si asume el papel de contrapeso “que la Constitución le otorga, y obliga a la mayoría a hacer las modificaciones que se necesitan para que la Guardia no sea una militarización del régimen constitucional, entonces tendrá un papel muy importante que jugar como oposición, y en el futuro tendrá la posibilidad de incidir en otras decisiones relevantes, como son los nombramientos de la Suprema Corte”, concluye.
Texto: Guillermo Rivera / Foto: Especial