Texto: DPA / Foto: (@FCBarcelona) Twitter
Madrid/Barcelona, 18 de abril 2018. El Barcelona alineó el martes ante el Celta por primera vez en 16 años un equipo titular sin ningún jugador formado en las categorías inferiores del club, lo que invita a establecer una conclusión: “La Masía” se secó.
Es el signo de los nuevos tiempos y la constatación de un hecho que llena de costernación a la hinchada del equipo azulgrana, que durante más de una década presumió con orgullo de una poderosa singularidad. Ganaba y jugaba muy bien con futbolistas formados en la casa.
Atrás quedaron los tiempos de Víctor Valdés, Carles Puyol o Xavi Hernández, jugadores irrepetibles que por el efecto natural de la edad tuvieron que ir dejando paso a otros futbolistas. Y no precisamente canteranos.
El Barcelona marcó un hito el 25 de noviembre de 2012, cuando con Tito Vilanova en el banquillo alineó un once histórico ante el Levante con once futbolistas formados en su cantera: Valdés, Martín Montoya, Gerard Piqué, Puyol, Jordi Alba, Sergio Busquets, Xavi, Cesc Fábregas, Andrés Iniesta, Pedro y Lionel Messi.
El martes, seis años y medio después, Ernesto Valverde propuso ante el Celta un conjunto sin canteranos y Denis Suárez y Paco Alcácer como únicos jugadores españoles. Y tampoco catalanes.
Tras el encuentro, el técnico del Barcelona confesó que no reparó en el detalle y admitió que “lo normal en este club es que haya siempre jugadores de ‘La Masia'”. Él miró por lo suyo con su pragmatismo habitual y sin sentimentalismos: reservar a sus titulares para la final de la Copa del Rey del sábado ante el Sevilla.
Otra fecha queda grabada ahora a fuego: el 5 de abril de 2014. Fue entonces cuando, en plena guerra con la FIFA por su sanción de no permitir fichar jugadores por irregularidades en la contratación de menores, el club exhibió antes del partido ante el Betis una enorme pancarta con un mensaje: “‘La Masía’ no se toca”. Hoy ese recuerdo es un orgullo herido.
En los últimos años, la actual junta directiva recibió fuertes críticas por la gestión de sus categoría inferiores y el talento de los jóvenes. Sus dirigentes priorizaron tener al equipo B del Barcelona en la segunda categoría del fútbol español y ficharon a muchos futbolistas. Abandonaron la filosofía formativa.
En la última década, sólo Sergi Roberto se asentó en el primer equipo mientras el club vio cómo iban saliendo futbolistas como Thiago Alcántara, Cesc Fábregas, Pedro y demás. De paso, el equipo se iba “desnaturalizando”, alejándose del llamado “estilo Barça”.
De tal forma que lo que hoy tiene el Barcelona es un equipo que se compara más con estilos “tradicionales”, asociados a casi cualquiera, que con los que le dieron fama.
Así lo argumentó el martes el delantero del Celta Iago Aspas: “Esto es el Barcelona, ha llegado tres veces y ha metido dos goles”. Demoledor.
Lejos de ser un partido aislado, el Barcelona empató 2-2 en Balaídos con unas señas de identidad muy reconocibles durante toda la temporada. Sigue invicto en la Liga española, pero no seduce con su juego. Ya no le importa ser sometido, sino tener el resultado. Y seguramente porque tampoco tiene tantos futbolistas como antaño para seducir.
Ahora se especula el próximo adiós de Andrés Iniesta a sus 33 años. Sería la despedida del último garante de una filosofía, un futbolista formado en la cantera que con su forma de jugar contribuyó a moldear el “estilo Barça”.
Valverde prometió en su presentación como técnico del Barcelona atender a la cantera, pero ninguno de los jugadores del filial -que marcha en posiciones de descenso en segunda división- le sedujo lo suficiente como para subirlo al primer equipo.
Mientras, el Barcelona ya cerró en marzo la contratación del joven centrocampista brasileño Arthur, de 21 años, para la próxima temporada.
